MARILLION – El Gramófono

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Marillion
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MARILLION (Inglaterra) por Alonso Naharro
DISCO: A Sunday night above the rain (2014)
TEMAS: 13
WEB: http://www.marillion.com


La banda británica de rock progresivo Marillion celebra sus casi 35 años de vida (26 ya sin cambios en su formación) con el lanzamiento de este concierto, grabado el 10 de marzo de 2013 en el Center Parcs de Port Zelande (Holanda), en el marco de su habitual convención bianual de fans. Casi dos horas  y media de concierto en que la formación más clásica de Marillion: Steve Hogarth (voz y guitarra), Steve Rothery (guitarra principal), Pete Trewavas (bajo), Mark Kelly (teclados) e Ian Mosley (batería) demuestran que son aún mejores sobre un escenario que sobre un estudio de grabación, y que es posible enganchar a una audiencia con canciones de 15 o 20 minutos de duración.

Un grupo con ya una veintena larga de directos editados en vídeo necesita reinventarse continuamente y Marillion lo hace. Esta vez la banda tocó por primera vez en directo los 8 temas del por ahora último disco de estudio Sounds that can´t be made. Supongo que su única duda era saber con qué otros 5 temas completarían el set list de la noche. Quien busque un repaso a su carrera o su vena más rockera y menos intimista, no los encontrará en este doble DVD.

En el apartado musical, el grupo sigue demostrando estar en una forma descomunal en el dominio del escenario, aunque se echan de menos momentos más enérgicos (surge el inevitable recuerdo a la etapa Fish o a otras noches con Hogarth). En el primer DVD, se incluyen 7 canciones, 4 de su último disco: “Gaza” (canción de claro compromiso con la causa palestina y quizás un comienzo equivocado por su larga duración), “Lucky man” (uno de los temas más pegadizos de su último álbum), “Pour my love” e “Invisible Ink” y, entre medias, tres canciones de distinto pelaje: una hermosa y sobrecogedora balada “Waiting to happen” (momento mágico con el público coreando la canción en su inicio) con dos míticas y largas composiciones “This strange engine” y “Neverland”, de uno de sus mejores discos, la obra maestra “Marbles”. En el segundo DVD están incluidas 6 canciones, 4 de su último disco: “Montréal” (dedicada a la ciudad canadiense), “Power” (otro tema de desamor muy en la línea Hogarth), “Sounds that can´t be made” y “The sky above the rain”, temas en los que Hogarth combina el trabajo vocal con su inseparable órgano, y dos clásicos como “The King of sunset town”, uno de los momentos más emocionantes del concierto con una luz rojiza y un soplo de magia invadiendo el escenario y el inevitable guiño a la etapa Fish “Garden Party”, el momento más álgido de todo el concierto que sirvió para poner el broche a esa noche holandesa. Casualidad o no, estos dos últimos temas marcan los inicios del actual cantante Hogarth y del antiguo cantante Fish en la banda británica.

En el apartado técnico, el sonido está muy limpio y cuidado, como es habitual en esta banda británica, con opciones de estéreo o 5.1 en formato widescreen 16:9. Se agradece que en los 139 minutos de duración se siga perfectamente el concierto, sin necesidad de imágenes mareantes y acordándose de los 5 miembros de la banda.

No hay ningún tipo de entrevistas con la banda ni videoclips adicionales como en otros vídeos del grupo, pero tampoco se echan de menos.

VAN SOBRAOS EN: El dominio del escenario, la conexión absoluta y total del grupo entre sí y con el púbico tanto en los temas cortos como en los largos. La guitarra de Steve Rothery y los teclados de Mark Kelly siguen definiendo el sonido inimitable de este grupo.

LO QUE YO CAMBIARÍA: La composición del set list por el exceso de temas lentos y largos (Gazza, This strange engine, Neverland y Montreal). Se echa de menos algunas de sus incursiones más poperas como “You’re gone”, “Under the sun”, “Deserve” o “Holidays in Eden”. El público se divierte con mesura, pero no con esa locura propia de otras noches con Marillion (por ejemplo los 4 conciertos consecutivos en Oxford en julio de 1999).

LA SENTENCIA: Siguen teniendo un gran directo, pero quizás ya no sorprenden tanto como antes. Se les empieza a ver algo más estáticos en el escenario. Y aún así siguen siendo una banda de obligado visionado en directo para los fans del rock progresivo y de la buena música en general porque sus canciones mejoran en vivo.

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