Alex Pachón: Extremlab, Fiver, Fiebre Rural – Especial MUM 2025

Álex Pachón es un apasionado de la música en directo y un nombre bien conocido en el circuito de programación musical. Siempre atento a las nuevas propuestas y con un olfato especial para el directo, su participación en las Jornadas Profesionales de la Música de Extremadura (MUM 2025) ha sido una pieza más de este valioso encuentro entre talento y oportunidad.

alex pachón mum 2025

Me voy con muy buen sabor de boca. Estos días en la MUM han sido una alegría. Un espacio así, en Extremadura, es oro para quienes estamos implicados en la programación cultural desde la periferia, y en mi caso, con propuestas que no siempre encajan en los márgenes de lo más comercial. 

A nivel artístico, me quedo con el directo de KMKR, el proyecto de Luis Poblador, al que seguimos desde que sacó su EP hace poco más de un año. Su showcase fue cojonudo, con un sonido fantástico, muy cuidado, y una sensibilidad que conecta. 

De hecho, ya lo hemos confirmado para nuestro festival Fiebre Rural, que celebramos el próximo 10 de mayo en El Carrascalejo, el pueblo más pequeño de la provincia de Badajoz. Es un evento gratuito, al aire libre, que organizamos desde Colectivo Fiebre, una plataforma que hemos creado para dinamizar con música, arte y educación distintas zonas rurales de Extremadura. +info en @tenemos_fiebre. 

Lo de KMKR ha sido, para mí, una especie de pequeño triunfo de lo experimental. Es un artista local muy joven, con muchísimo talento y potencial, y me pareció precioso que su propuesta haya tenido tanto eco en un evento como este. 

También disfruté mucho con Autana Trío (mi corazón brasileño lo agradece), el concierto de Rodrigo Parejo fue una delicia, y la apertura con El Pelujáncanu y l@s amig@s del folk me pareció entrañable y de gran calidad. 

También me sorprendió muy gratamente Malotira, tanto por lo que hacen como por todo ese universo de proyectos paralelos que se intuyen en sus miembros.

Antes de nada, quiero dejar claro que lo que a mí me interesa como espectador y programador no suele coincidir con las líneas curatoriales de la mayoría de eventos, y eso no es una crítica, sino una realidad con la que convivo desde hace años, moviéndome siempre por los márgenes de lo híbrido, lo performático y lo experimental. En ese sentido, valoro muchísimo que haya espacio para propuestas como la de KMKR en esta edición. Ese gesto habla de una programación valiente y abierta. 

Dicho esto, sí que he sentido que la selección de este año ha tenido una dirección que apuntaba sin prejuicios hacia la creación artística desde el folclore y lo tradicional, lo cual es totalmente legítimo y necesario, y cumple una función clara. 

Yo, por ejemplo, codirijo FIVER – Festival Internacional de Cine, Danza y Nuevos Medios, que celebra en septiembre su 12ª edición en Matadero Madrid. Llevamos ya tres ediciones programando música en directo dentro del festival, y en esta ocasión estamos muy conectados con circuitos como el SONAR o artistas que trabajan en esa intersección entre lo sonoro, lo visual y lo performático. 

También formo parte del equipo de programación de Extremlab, en Badajoz, donde este año hemos contado con artistas muy diversos: desde Albert Pla, que no necesita presentación, hasta propuestas emergentes como el neopunk de la joven LK6, o experiencias irrepetibles como la performance de Oh Brava Sura acompañando proyecciones analógicas en 16mm de Esquie y Ramsés Silva

Mi enfoque como programador va en esa línea, por eso agradezco aún más cuando en eventos como MUM encuentro puntos de cruce o zonas compartidas.

Muchísima. No solo por el descubrimiento de nuevos proyectos, sino por el valor que tiene poder sentarte con otros profesionales y compartir inquietudes, dudas, soluciones… Yo llevo años gestionando proyectos culturales, pero ahora que estoy cada vez más volcado en la música en vivo, necesito entender mejor los códigos y dinámicas de este campo, que son muy distintos al cine o a la danza. 

Durante estos días, he podido escuchar consejos legales, conocer experiencias valiosas, compartir problemáticas que atravesamos quienes organizamos festivales o eventos culturales en contextos no siempre fáciles… y eso ayuda. 

Sentirte acompañado, formar parte de una comunidad que se ayuda y se inspira, es un impulso muy grande. MUM en ese sentido ha sido muy útil y necesario.

¡Gracias a AGCEX por organizar este encuentro tan necesario en Extremadura! Eventos como MUM generan comunidad, tejido, oportunidades…, y eso es vital para quienes estamos generando proyectos desde lo local.

Además de Fiebre Rural, estoy también programando los conciertos del 30 aniversario del MEIAC, el Museo Extremeño e Iberoamericano de Arte Contemporáneo. Serán tres conciertos dobles gratuitos, entre mayo y septiembre, en sus jardines, donde pondremos a dialogar una banda extremeña con otra del resto del país. Muy pronto se anunciará el cartel completo.

Así que sí, seguimos. A veces en precario, pero siempre con muchas ganas y con la certeza de que la música en vivo sigue siendo una de las herramientas más potentes que tenemos para transformar los espacios y acercar a las personas.

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