Amparanoia, para este nuevo trabajo discográfico, pidió a sus compañeros/as de camino que hicieran versiones de sus canciones, siendo esta vez ella la que colaborase con su voz en los ritmos y los latidos, que llegaban desde diferentes lugares del mundo, dando forma a este espectacular experimento de sonoridades, colores, viaje intercultural, mestizaje y fraternidad.
Como resultado: EL CORO DE MI GENTE, un magnifico y colorido álbum de 14 grandes éxitos, canciones de la historia de la música, revisados por ilustres referentes como Manu Chao, Fito Cabrales, Calexico, Ojos de Brujo, Esne Beltza… entre muchos otros, más una excepcional e inédita canción, que da título al álbum y que fue el primer sencillo, grabada y producida junto a su gran amigo y artista Macaco, completando así las 15 canciones que conforman un álbum que sin duda, no dejará indiferente a nadie.
WELCOME TOUR 2017
20/21/22 abril Sueños de Libertad (Ibiza)
28/29/30 abril Viña Rock (Villarrobledo)
29/30/1 julio GraniRock RevolutionFest (Quintana de la Serena)
5/6/7/8 julio Weekend Beach Festival (Torre del Mar)
12/13/14/15 julio Alrumbo Fest (Chiclana)
12/13/14/15 julio Festival Río Babel (Ifema – Feria de Madrid)
28 Julio Hatortxu Rock (Lakunza)
3/4/5 agosto Sonrias Baixas (Bueu)
18/19 agosto Rabolagartija (Villena)
01 diciembre La Riviera (Madrid)
15 diciembre Sala Apolo (Barcelona)
Amparanoia por Lara López
«Vaya por delante que Amparo Sánchez y yo no somos amigas. Nos conocemos, eso sí, desde hace ahora veinte años. Y veinte años son muchos años. Amparo presentaba su primer disco como Amparanoia en una divertida tasca de Lavapiés, cuando las tascas no estaban de moda, ni Lavapiés estaba de moda. Ni siquiera estaba de moda ser joven. Y desde luego, no estaba de moda ser mujer y colarse, como quien no quiere la cosa, en la industria, ese espacio lleno de ideas y energía que parecía estar reservado solo a unos cuantos hombres ocurrentes que dirigían hábilmente el mundo de la música. Y allí estábamos las dos, con nuestras recién estrenadas ganas de comernos ese mundo, sin saber que llevaríamos durante mucho tiempo todo su peso sobre nuestros hombros.
Puede que ser la primera no sea un valor en sí mismo, al menos en principio. Y aunque Aristóteles propugnara la virtud del término medio, hace veinte años una no podía arriesgarse a no darlo todo en cada envite. Tenías que ser la primera. Puede que por eso Amparo se inventara Amparanoia. Cabeza de leona, peinada y maquillada para la ocasión. Ya entonces derrochaba esa descarnada sensibilidad que gestiona su espíritu. Por eso presentó su proyecto en el local donde se había ganado la vida sirviendo copas al llegar de Granada. Era el gesto con el que honraba su procedencia, algo que ha seguido haciendo durante toda su vida.
Amparo siempre ha sido de verdad. Por eso siempre habla de sus raíces. Por eso le gusta la gente que es feliz con lo que tiene. Por eso fue pionera en desnudar alma y pasado en un libro nada complaciente, La niña y el lobo, en el que se atrevía a contarle al mundo que a las mujeres se nos agrede desde muchos lugares pero, sobre todo, en casa. Eso fue años después. Sin llorar. No le gusta llorar, ni el abuso de poder, ni el fanatismo, ni el racismo. Le gusta hacer canciones y cantar. Está grabado.
Nos lo contó en el programa Carta Blanca de TVE, uno de cuyos capítulos le pedimos que dirigiera. Y aceptó. Y se trajo a otros artistas amigos con los que habló de las rozaduras que le hacen al alma las fronteras. De lo absurdo de las guerras. Habló de las luchas de otros que había ido convirtiendo en suyas (Chiapas, los saharauis). Salió de España y llegaron Europa y América, porque mientras en casa los periodistas musicales nos empeñábamos en sacar brillo a la plata, los de fuera descubrieron oro en esta mujer sencilla que canta a los cuatro vientos que otro mundo es posible. Se enamoraron de la artista tanto como de la mujer que cree en el poder de mirar a los ojos. En el poder de una sonrisa. Y a eso es a lo que canta. A Amparo Sánchez le gustan los soñadores y los valientes. Ella es soñadora y valiente.
Amparo y yo no somos amigas. Por eso puedo seguir admirándola de cerca. Quererla y escribirlo y que se sepa. Por eso, cuando me llamó para decirme que quería que estas líneas las firmase una mujer, y que esa mujer fuera yo, solo pude emocionarme y balbucearle que claro. Antes le habían dicho que sí Manu Chao y Calexico, Aterciopelados y Macaco, Fermín Muguruza, DePedro, Sargento García, Marinah y Mimi Maura y Zebda y Esne Beltza, Fito, Chambao, La pegatina y Joan Garriga. El coro de su gente.
Veinte años son muchos años. Pero hablamos de Amparo Sánchez. Esto no ha hecho más que empezar.»
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