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Después de la gran acogida que tuvo Soen de su primer disco “Cognitive”, la nueva super banda del que fuera batería de Opeth, Martin López, vuelve con una obra maestra dentro del género. Rock progresivo de mucha calidad, un disco fresco, variado y redondo, con buenas dosis de creatividad que no te dejarán indiferente.
No cabe duda de la originalidad de este disco, pero aún así se pueden apreciar claras influencias de otros grupos. Ya en su primer disco fueron comparados con Tool, algo que ellos mismos reconocieron ante la crítica y que siguen manteniendo en cierta medida en este disco, como se puede ver en el segundo tema “Kuraman”, quizá el más progresivo del disco. Otro claro ejemplo es en el séptimo track “Ennui”, donde el comienzo del tema es un claro ejemplo al más puro estilo Opeth.
Aún así, esto no es ninguna crítica ni mucho menos, porque reconozco que en este disco han madurado y han cogido un estilo muy personal, creando unos temas bien estructurados y con sentido, llenos de atmósferas y de bonitas armonías, partes acústicas y riffs contundentes entrelazados con una buena dosis de compases de amalgama y ritmos muy variados.
Una de las características más significativas de este grupo es el trabajo vocal de Joel Ekelöf (Willowtree), no sólo a la hora de componer melodías y coros. Tiene una voz realmente destacable en cuanto a timbre y expresividad, y es en mayor medida el responsable de dotar al grupo del dramatismo y la melancolía que los caracteriza y los hace diferentes del resto. Prueba de ello es el tema “The words”, dónde Joel nos deleita con una buena carga de romanticismo.
Pero si hay algo que echo en falta en este disco, es que un trabajo con tantísima calidad se merece una producción algo más digna, aunque el sonido no desmerece para nada la calidad del disco, es cierto que está por debajo del resto del producto.