Brexit, Hello Goodbye
El Reino Unido está más On Fire que nunca. El Brexit nos ha pillado con el pie cambiado, o con el culo torcido que diría el chanante Joaquín Reyes. No teman, que este humilde carnicero no pretende sustituir sus cuchillos en pos del análisis político mordaz con pluma áspera y afilada, que poco o nada merece ocupar un lugar que despierte el interés de los lectores de esta revista. Pero es innegable que el “sí” al Brexit afectará de alguna u otra manera también al maravilloso mundo de la música.
[mks_button size=»small» title=»Ver ahora!» style=»rounded» url=»http://issuu.com/lacarne/docs/lacarne_magazine_n51/4″ target=»_blank» bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#FFFFFF» icon=»fa-eye» icon_type=»fa»][mks_button size=»small» title=»Descargar ahora!» style=»rounded» url=»/tienda/lacarne-magazine-51/» target=»_self» bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#FFFFFF» icon=»fa-cloud-download» icon_type=»fa»]
Para un melómano que se precie, sin duda el Reino Unido ha de ocupar un lugar importante en el refugio de su memoria musical. Algo que quedó patente hace ahora alrededor de cuatro años, tanto en la apertura como en la clausura de los Juegos Olímpicos de Londres en 2012. Especialmente la ceremonia de inauguración se tradujo en una puesta en escena soberbia y moderna, en donde la música fue el hilo conductor de toda la emocionante gala. Parece increíble como un solo país haya podido producir tantísima buena música que forma parte de la banda sonora de nuestra vida.
Está claro que para los que amamos la música, es irrelevante que ésta provenga de un país que sea o no de la Unión Europea, de África o de Estados Unidos, pero me preocupa las dificultades con las que nos podremos encontrar a la hora de comprar discos o asistir a festivales, por poner un par de ejemplos.
No son buenos momentos para el cd físico, y un incremento del precio de los discos británicos sin duda podría suponer el adiós definitivo de éstos en nuestro mercado. Y qué quieren que les diga, que a estas alturas los grupos británicos se encuentren de nuevo con las fronteras dentro de Europa me parece lamentable, y sobre todo muy poco práctico, aunque gracias al Boss siempre nos quedará Internet.
Todo está en el aire, pero sin duda la música, la cultura en general, se verá perjudicada y gravada de alguna manera. Y me resulta cuanto menos sorprendente que apenas se den casos de grandes estrellas de la música británica que se hayan mojado en una campaña del “no” al Brexit.
Resulta irónico que el vanidoso McCartney compusiera la deliciosa “Hello Goodbye” a finales de 1967, 6 años antes de la entrada del Reino Unido en la Unión Europea. Preciosas melodías marca de la casa, y, como siempre, una línea de bajo firme, bonita y realmente imaginativa, y una especie de solo de batería, que mucho me temo que interpretara el propio Paul. Sin duda, un tema que podría utilizarse como epitafio para todo este asunto. Aunque al igual que mi añorado John Lennon, no puedo creerme que “I Am The Walrus” fuese la cara B de aquel single, pero eso es otra historia.
Indudablemente la música sobrevivirá, pero este lamentable hecho se une a una lista de desgracias y desapariciones que sin duda conseguirán que nadie recuerde este 2016 como un buen año para la mayor magia que existe en el universo.
Contacta conmigo desde blogdeenriquefalco@hotmail.com
http://enriquefalco.blogspot.com.es/