Carnicería Sanzot – Las mentiras de la música Indie parte 2

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Como contraste y anécdota, recuerdo un “Festival Groove Pop” en Olivenza, en verano del 96, en el que los extremeños Violent Popes, Lich, Erospoly y Psycotic Fosters actuamos junto a algunos “grandes” de la escena. Allí estaban aquellas Killer Barbies, las supuestas y fulminantes estrellas, que además iban de estrellas, por aquello de haber grabado una película de Serie B de Jess Franco, en cuya cinta pudimos disfrutar de una primera víctima, una rubia muy mona con un culo espectacular que no para de follar hasta que la matan y especialmente de una escena en la que Santiago Segura se masturba de manera opulenta y desagradable, un trabajo sin duda para sentirse orgulloso.

A los Psycotic Fosters, que eran de Don Benito, apenas los recuerdo como un grupo más heavy que otra cosa, mucha guitarra y poca melodía, intensos y machacones.

Erospoly, que un par de años se convertirían en Bloomington, era un grupo maravilloso. Canciones bonitas, una voz que enganchaba, guitarras melódicas y una baterista mona y veinteañera con mucho ritmo que otorgaba una imagen muy moderna.

Los Lich ofrecieron una actuación genial, como siempre, en aquella primera formación de trío con Chuli (Jesús García) a la voz y al bajo, creando esas originales lineas (como la de la antológica “la casa de colores”), Israel Sánchez Marcelo a la batería y Luis Gragera a la guitarra. Ya les hubiera gustado tocar como el trío pacense a muchos de los emergentes grupos indies, o haber grabado una maqueta como aquella primera en la que canciones como “I want you”, “The rose in the town” o el famoso “What Happened” enamoraban a la primera escucha.

Violent Popes ofrecimos una actuación corta, y no nos permitieron tocar el tiempo previsto, a pesar de que contábamos con el favor del público. Zaira Arlandi, la vocalista, se había metido a la afición en el bolsillo como nunca, y estábamos sonando realmente bien, pero ya se sabe que está de moda eso de damnificar grupos de la tierra para darle tiempo a los de fuera de nuestra región.

La puesta en escena de Killer Barbies fue bastante flojita, fotocopia de canciones, mismo ritmo y posturitas de la cantante, Silvia SuperStar, quien ni siquiera se molestó en acometer el numerito de la sierra eléctrica para el público extremeño.

La actuación de Nosoträsh se quedaría corta si nos remontásemos a aquellas primeras notas que nos ponían en los primeros años de la EGB, aquel “N.M.” (Necesita Mejorar). Para mis peores pesadillas guardaré el intento de aquella guitarrista con minifalda y tacones de aguja tratando de tocar un pedal wah wah, que ni ella misma parecía saber muy bien que hacía allí.

Pero siempre existen honradas excepciones, y tras un cambio de última hora aparecieron unos fabulosos Manta Ray, que nos embaucaron con su particular estilo, y consiguieron que nunca olvidáramos desde entonces la melodía de aquel impresionante “Tin Pan Alley”.

Por lo general, las actuaciones en directo de grupos como Los Planetas (y es justo centrarnos en ellos por ser los “abanderados” de la música “indie”… y eso a pesar de cantar en español y firmar casi desde el principio por una multinacional) transcendieron en decepción continua para sus seguidores, y no solamente en su formación inicial, con aquella May tocando de espaldas al público y un Florent que nunca ha sabido pisar decentemente los pedales de su guitarra.

Como honrosa excepción en aquella gira del 98, la de la presentación de su último gran disco Una semana en el motor de un autobús (1998) sería de justicia reconocer que la inclusión de Kieran Stephen al bajo, Eric Jiménez a la batería y Banín como teclista (y también ayudando en las guitarras) se tradujo en un aumento notable de calidad.

Sin duda, nos encontramos con música estupenda, y menos estupenda, todo hay que decirlo, en una y otra década, y también es cierto que algún que otro sector de la prensa especializada no acogió de buen grado a los nuevos grupos de los 90. Aún recuerdo a un José Antonio Abellán, insigne periodista de la música española, (aquel por cierto que hace un par de años en su programa deportivo lanzó la “bomba informativa”, parodiando a su antagonista José María García, asegurando el regreso del trío Mecano) mofándose de la que sin duda ha sido la más bella de las canciones que ha grabado un grupo español en los 90, me refiero naturalmente a “8” del Pop de Los Planetas.

En sus mañanas de “La Jungla”, el oráculo Abellán (quien por cierto, también profetizó a finales de los 80 que Duncan Dhu se darían la gran hostia por elegir como primer single del Autobiografía (1989) “Entre salitre y sudor”, que se convirtió en un clásico) ofrecía en plan coña un viaje para el primero que entendiera la letra de la canción. Y es cierto, que las primeras escuchas de aquellos grupos se hacían raras, y no estábamos acostumbrados a que la voz no destacara de manera importante, pero les aseguro que a mí, personalmente, no me costó especial trabajo reconocer la magnífica y preciosa letra de J, y maravillarme con aquel fenomenal ritmo con que Raúl Santos, bastante mejor batería y mucho más imaginativo que Eric Jiménez, imprimía al tema.

Fue Eric Jiménez, batería por entonces de Lagartija Nick, quien grabó más temas a la batería en Pop, en un principio solo como colaborador, pero finalmente supongo que contó más ser el amigo de farras de J para hacerse definitivamente con las baquetas del grupo. Aunque sigo insistiendo en que los temas más originales e imaginativos a la batería los interpreta Raúl Santos, como “Una nueva prensa musical” “David y Claudia” y por supuesto “8”.

Volviendo a las movidas entre ochenteros e “indies”, quizás en esta animadversión podía influir que mientras muchos de los grupos y sellos, así como productores o revistas especializadas de los 80 nadaron en la abundancia, a los de los 90 apenas les llegaba para dedicarse profesionalmente a la música. Pero de eso no tiene culpa nadie.

Nunca pensé que La habitación roja o Los Hermanos Dalton (con quienes por cierto compartí una maravillosa experiencia, en el verano del 98, grabando una maqueta con Lich en su estudio de grabación en Cádiz) hicieran música independiente, ni creo que Los Planetas o Australian Blonde hubieran vendido más discos por salir en las radio fórmulas. Ni siquiera Xoel López, o lo que es lo mismo, DELUXE, sin duda el artista español más en forma desde el comienzo del siglo XXI, hace música independiente. Aunque para algunos periodistas y críticos musicales, y también como no, para mucho entendido “indie” Mikel Erentxun es un amanerado con pintas por atreverse a adaptar (con gran éxito por cierto) al español un tema de The Smiths, “There’s a light that never goes out”, mientras que en cambio Xoel es un machote versionando el mismo tema, tomando incluso como referencia musical la adaptación de Erentxun (adaptando el mismo ritmo algo más rápido que el de la canción original) limitándose a la letra en inglés.

El problema es que en este país siempre hemos tenido muchos prejuicios y un ferviente deseo de machacar a la generación anterior, en lugar de respetarla y aprender de ella, para entre otras cosas, no tropezar dos veces con la misma piedra.

Al final, tras ardua reflexión podemos llegar a determinar que aquello de la música “indie” es una burda mentira, y no es más que una absurda etiqueta, y que realmente ninguno de estos grupos hacía música independiente. El hecho de que no les conociera el gran público, o que pertenecieran a sellos pequeños que no se rendían a las exigencias del mercado no significa que hicieran música independiente. Nunca comprenderé por qué Los Piratas no podían tocar en el ContemPOPranea en los 90, y sí hacerlo en esta ocasión Iván Ferreiro, cuando precisamente a finales de los 90 Los Piratas hacían música mucho más independiente de lo que hace ahora Iván Ferreiro.

En definitiva, todos tocan y componen música pop, o pop rock, y unos se prodigan en las guitarras mientras otros lo hacen en las voces o en los sonidos más vanguardistas, o en unas letras más intimistas u otras que pretenden ir más allá del amor o el desamor. Pero ninguno hace música “indie”.

Música “indie”, o independiente, es lo que hacían The Beatles en temas como “Strawberry Fields Forever”, y lo hacían hace cincuenta años. ¡A ver si nos vamos enterando!

Contacta conmigo desde blogdeenriquefalco@hotmail.com

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