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Para otros, el verano es un símbolo de relax y playa, además de fiestas y buena música. Pero para los que estamos en la cuerda floja, saltando de un extremo al otro, los que transitamos unos días aquí y otros allá, necesitamos recordar y añorar con buena música esos días tan apacibles y de tanta paz. La mejor medicina, y sin salir de las fronteras españolas, se encuentra precisamente en Mallorca y su nombre (que cada vez es más popular) es Oso Leone.
Bajo un aura que transita del pop rock alternativo con mezclas de minimal, folk y blues, su sonido ha ido trepando como una liana hasta adquirir una energía y una serenidad más que perecederas, imprescindibles. Ritmos más latinos, momentos de teclados psicodélicos, todo sin excesos, una voz que parece adormecida, todo eso junto y en inglés se vuelve de una calidad y sofisticación sin precedentes. Oso Leone se descubrieron el velo con su largo debut homónimo con temazos como Falcó, Papermoon o Fire, hincando un diente sonoro más acústico pero transitando las estepas del silencio y de la trepidación más exquisita. Parecían más un grupo pop de folk sin un sello muy identificador que algo precisamente indie y diferente, pero supieron cuajar con extrema inteligencia su segundo álbum: ‘Mokragora’, un disco tan bello como la portada que lucen. Oso leone se ha consagrado en el territorio indie actual pero como un grupo más experimental, al margen de grandes festivales, con su público selecto pero fiel a su obsesión por explorar nuevos tejidos y texturas musicales. Desde ‘Mokragora’, el grupo mallorquín no han sacado nada más pero se les espera con devoción, sin prisa, pero con unas terribles y ansiosas ganas por escucharlos.
De momento, el verano ya está aquí, y para saciar nuestra sed de recuerdos veraniegos y atardeceres lentos y bellos seguiremos escuchando Ficus, Cactus, Crisantemo y, por qué no, Alçaria, para recordar esa sensación salada que te deja el mar y la arena pegada en los pies. Todo, mientras el verano transcurre en un abrir y cerrar de ojos, tan compungido que asusta tan vivo de recuerdos que saca sonrisas. Y qué mejor que ponerle una gran banda sonora.
https://osoleone.bandcamp.com/