Este artículo ha sido realizado por Irene Cuesta Hoyas y Gema Díaz Guerra, alumnas de la asignatura La Música en Extremadura en el IES El Brocense de Cáceres, en su 175 aniversario.
En la pasada Feria del Libro de Cáceres, el día 23 de abril fiesta de San Jorge, se presentó la novela En clave de Fa. En ella la trama se desarrolla en ambientes musicales extremeños, por eso hemos escrito este artículo para LaCarne Magazine.
En la contraportada de esta novela se puede leer: “En clave de Fa es una novela corta que cuenta la historia amorosa de dos adolescentes, Daniel y María, estudiantes de Música. Pero la novela es algo más que eso. A través de la historia, el autor nos propone un recorrido por la música de Extremadura en sus diferentes géneros, desde el rock al flamenco, desde la música clásica al folklore, desde la copla y la música de cantautor a las fusiones y mestizajes musicales. Es por lo tanto una propuesta literaria híbrida entre la novela juvenil propiamente dicha y la documentación musical contextualizada en esta comunidad autónoma y, por tanto, un libro recomendado para cualquier tipo de lector, desde los que se sientan atraídos por las sencillas historias de amor a los que se interesen por la música en Extremadura. En todo caso, En clave de Fa manifiesta un marcado carácter pedagógico, donde los valores educativos conviven con el aprendizaje y la reivindicación de la música de intérpretes y compositores extremeños”.
Hemos hablado con el autor. Esto es lo que nos han contado.
¿Por qué te decidiste a escribir En clave de Fa?
En primer lugar tengo que decir que yo no soy escritor, soy maestro, y una de mis asignaturas es La Música en Extremadura. Fue el pasado verano cuando, precisamente pensando en mis alumnos y en estrategias para que conocieran algo más de esta música, se me ocurrió escribir una novela corta, con una trama sencilla que pudiera engancharles (una historia de amor y desamor, algo de drogas, gente joven, el instituto…), contextualizada en ambientes musicales, con alusión a músicos extremeños en cada capítulo. A lo largo del curso se la di a leer a mis alumnos de manera voluntaria. Lo hicieron algunos y según me dijeron les gustó. Luego todo sucedió bastante rápido y de forma inesperada. Un conocido escritor, José Antonio Leal, me hizo una primera corrección (también otras personas, como mi profesora de Lengua cuando yo era Estudiante, Manuela Camacho) y me animó a publicarla. La envié a la Editora Regional de Extremadura y en no mucho tiempo me encontré con una respuesta favorable. El resto, os podéis imaginar: más correcciones, las pruebas de portada y contraportada, la presentación, etc. Y ahora, a esperar que guste y que la lea mucha gente, para así ayudar un poco a la difusión de nuestra música, la más que interesante música de compositores e intérpretes extremeños.[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Quiero que la persona que lea la novela aprenda de música en Extremadura, y tras leer la novela tenga ganas de seguir aprendiendo por ella misma sobre esta música.»[/mks_pullquote]
¿Te has inspirado en algo o alguien al escribir esta novela? ¿Y al crear los personajes?
Una de las características de este género literario es precisamente la ficción, pero siempre hay algo de uno mismo en las novelas. Mis experiencias en grupos de folklore, la vida de mi familia ligada a la música, los conocimientos que sobre la música en Extremadura he adquirido en estos últimos años…, todo ello está de alguna manera presente en la novela. No es mi vida, ni la de mi hijo, estudiante de clarinete, ni la de mi hija, estudiante de violín, la que se retrata en la novela, pero algo de ella sí que hay. Daniel no se parece a mi hijo, pero indudablemente su pasión por el clarinete y su trayectoria ligada a él es muy parecida. Tampoco María tiene nada que ver con mi hija. Son personajes creados. Pero esta novela tiene mucho realismo, porque no son nada ficticios festivales de música como Badasom o el WOMAD, o bandas como Extremoduro, Bucéfalo, Sínkope…, ni espacios de conciertos como el Gran Teatro de Cáceres, ni músicos como el pianista y compositor Guillermo A. Iriarte, ni leyendas de nuestra música como el genial Esteban Sánchez, ni cantaores como Porrina o Miguel de Tena, ni agrupaciones musicales como la Orquesta de Extremadura, ni cantautores como Pablo Guerrero y Luis Pastor, etc., todos presentes en la novela: Ni es ficticio ver en el WOMAD a intérpretes como Chloé Bird, Los Niños de los Ojos Rojos o Gecko Turner, o participar en un festival de folklore al Redoble o Caramancho.
¿Cómo definirías la historia que cuentas?
Se trata de una trama sencilla, quizá demasiado sencilla para una novela, con una historia de amor que bien pudo vivir alguien como yo en su adolescencia, bastante real, sin retorcimientos, ni complicaciones. Quizá lo complejo esté en tratar de retratar los diferentes ambientes musicales extremeños donde transcurre la trama en tan pocas líneas. Ello, sin duda, ha dejado fuera del texto el nombre de muchos músicos y grupos musicales, muy a mi pesar.
¿Qué fin tiene la novela En Clave de Fa?
Entretener, por supuesto, pero también enseñar. Mi condición de maestro me lleva a buscar un punto didáctico en casi todo lo que hago. Quiero que la persona que lea la novela aprenda de música en Extremadura, y tras leer la novela tenga ganas de seguir aprendiendo por ella misma sobre esta música. Quiero que los adolescentes que lean esta novela saquen algunas conclusiones sobre el valor de la amistad o sobre lo nocivo del consumo de drogas. He tratado de meter entre líneas algunos mensajes de autoestima, respeto al otro, etc., otra cosa es que lo haya conseguido.
Hace unos días me dijo un lector que le había llamado la atención la diferencia entre danza y baile, algo que ignoraba. Ya es algo. Otro, ya mayor, me comentó que en los primeros capítulos se estaba encontrando muchos grupos de música desconocidos para él, caso de Bucéfalo, pero que si se enteraba de algún concierto de estos en Cáceres que iría a verlo. Le sorprendía que un grupo de rock hiciera una versión del poema El noviajo de Luis Chamizo.
¿Te resultó difícil escribirla?
Sí, muy difícil. Como te he dicho yo no soy escritor y eso se nota cuando tienes un montón de cosas para escribir, tratas de hacerlo, pero las palabras no te fluyen como los pensamientos. Me siento muy limitado al pretender escribir lo que tengo en mi cabeza. Mi dominio de la escritura no es el más idóneo para crear una novela, pero al menos lo intento, porque escribir me hace sentirme bien, muy bien. Resumiendo, mi relación con la escritura es un poco de amor y odio. La amo porque me resulta muy placentero escribir; la odio, porque cuando leo lo que he escrito lo veo pobre respecto a lo que quería escribir.
Pienso que escribir una novela es un proceso similar al de componer una canción. Alguna vez he compuesto canciones, aunque en estos casos nunca he llegado a interpretarlas, quizá porque tampoco soy músico, soy sencillamente profesor de Música.
¿Cuál es tu opinión personal sobre la novela?
Quizá yo no soy la persona más indicada para opinar sobre mi novela. Prefiero que seáis los lectores los que lo hagáis. Ojalá os guste y os entretengáis con su lectura. Y ojalá aprendáis con ella sobre la música en Extremadura. Siempre digo lo mismo: aprender y disfrutar; ese debiera ser, desde mi punto de vista, el objetivo esencial de la educación, como del arte en general: disfrutar y aprender en las clases, al escuchar una canción, al contemplar un cuadro, al leer una novela.