Flavio Barón, CEO de Soñando Sueños | Dreaming Dreams Live Prods, ha estado presente en la MUM 2025 aportando su mirada desde la producción y el management musical. Con amplia experiencia en el desarrollo artístico y la circulación de proyectos musicales en el ámbito iberoamericano, su presencia en las IX Jornadas Profesionales de la Música de Extremadura ha sido una oportunidad para fortalecer redes y descubrir nuevos talentos.

Flavio, ¿cómo valoras tu participación en esta edición de la MUM? ¿Qué sensaciones te llevas tras estos días de música y conexiones profesionales en Mérida?
Sinceramente, aunque me habían recomendado estas jornadas profesionales, nunca hubiera imaginado la calidad humana y la afinada selección artística realizada por el equipo organizador AGCEX en los espacios culturales de Mérida (Centro Cultural Alcazaba, Sala Trajano y Centro Cultural Santo Domingo). La cercanía en todo momento de artistas, organización y otros profesionales, me hizo sentir como en casa, colocando a la feria MUM en una cita a tener muy en cuenta en el futuro. Yo, de hecho, no dejo de hablar de esta feria y de Extremadura a todo con el que me cruzo.
Desde tu labor como gestor y productor, ¿has identificado propuestas musicales con potencial para incorporar a tus circuitos o proyectos?
Así es, como con mi amado eterno, el Flamenco, con exponentes como la elegante Celia Romero, la moderna Miriam Cantero, la mejor fiesta gitana de la Chispa, la verdad de La Jose, o la calidad de Nane Ramos. Por otro lado, ha habido flechazos con otras músicas de raíz como Karmento, que creo son la llave del mejor futuro de la industria que tanto amamos (y deseamos cambiar), la musical.
Tampoco podría olvidar momentos de una calidad musical extrema que podrían conformar parte de festivales prestigiosos como el Jazzaldia de San Sebastián, como los ofrecidos por Autana Trío, Aulaga Folk, Malotira, Pelujáncanu, Sekadra, Rodrigo Parejo Quartet, y Olana Liss.
En el intimismo más Pop de Niño índigo, el electro Pop de KMKR. Destacaron también Ana Millo o Elsa Tordonda, que fueron un añadido imprescindible a esta MUM perfecta. En Baile y Teatro, quedé impresionado con la calidad de Manuela Sánchez, de la compañía Artextrema, que incluye posiblemente la mejor versión de Bodas de Sangre, el teatro-flamenco en el dialecto local castúo, o la obra sobre la violencia vicaria y otros tipos de agresiones de género que será presentada este mismo verano: Medeas y Saturnos.
Además, las conversaciones con músicos como con Rocío Royo, representante de la arpista flamenca Ana Crisman, fueron de lo más gratificantes. También momentos muy divertidos, como compartir reflexiones con Diego Pecharromán (Gata Brass Band), el experto Manuel López (Sonde3), el prometedor músico local Jades (Iker Mateos), la percusión africana de Sü, o los simpáticos y llenos de ilusión Tocando Techo.
¿Qué importancia crees que tienen eventos como la MUM para el desarrollo de la industria musical a nivel regional y transfronterizo?
Me parece un evento clave. Es difícil de mejorar. Quizás se podría complementar con alguna loca idea (ya la tengo en marcha en la cabeza. Soy un poco así, me gusta aportar cosas buenas cuando recibo tanto). Si bien los músicos extremeños disponen del reto de la “internacionalización” fuera de las fronteras de sus dos extensas provincias, el trabajo previo de composición y puesta en escena les augura un futuro muy prometedor.
Además, destacar el hermanamiento con otros festivales y encuentros clave, como la acertadísima presencia de César Guisado (Monkey Week), Sofía Boukhamsa (Visa for Music), Vicent Alberola (Fira Trovam), Jose Francisco Saavedra (SiSons), o el sólido promotor japonés Shogo K. Por último, celebrar la apertura y calidad de la administración pública, desde los múltiples ayuntamientos locales, pasando por la Junta de Extremadura, nos hicieron de nuevo sentir como en casa.
Gracias, Flavio, por formar parte de la MUM 2025 y por tu implicación en seguir construyendo puentes entre escenas musicales. ¡Esperamos verte muy pronto de nuevo por Extremadura, soñando y produciendo música!
Creo que se está fraguando una nueva industria musical, con menos estigmas y menos etiquetas, pero más verdad y honestidad. Extremadura será epicentro de muchas propuestas a desarrollar, que lograrán permear en un éxito seguro.
Yo, por mi lado, espero poder ganar el reconocimiento futuro del músico de Castellón Carlos Álvarez Prades, que considero una de las mejores propuestas pop-rock de mi oficina Soñando Sueños. Su disco Big Bang debería ser un referente para todo amante de bandas como Beatles, Queen o The Who, pero con un sello en castellano muy personal.