Cuando Florence Welch y su banda anunciaron que su sexto álbum vería la luz el 31 de octubre de 2025 —coincidiendo con la noche de brujas— ya sabíamos que no se trataba de un disco cualquiera. El título lo dice: Everybody Scream, un llamamiento colectivo, una catarsis, un ritual sonoro que explora el dolor, la magia y la resurrección.
Y ahora, como buena fan de Florence + The Machine, vamos canción por canción para conocer los entresijos de este nuevo álbum.
Quizás también te interese leer:
– M’era Luna Festival: el gran encuentro de la escena gótica en Alemania
– Morti desata su universo sonoro con la gira ‘Intemporal Bifronte’ en 2025
– TO/DIE/FOR resurge en 2025 con nueva frontwoman y más fuerza que nunca
Magia, Duelo y Redención: Florence + The Machine resucita en «Everybody Scream»

Si hay algo que nuestra querida Florence Welch sabe hacer es transformarnos, llevarnos de la mano a mundos épicos y viscerales. Y su sexto álbum de estudio, Everybody Scream, es una explosión de sensaciones que, a diferencia de su antecesor Dance Fever, nos invita menos al baile y más a la introspección más cruda y poderosa.
Este disco nace de una experiencia personal que la llevó a estar cerca de la muerte, un trance que la hizo cuestionar la soledad, la sanación y el proceso creativo. El resultado es una obra que cabalga entre la euforia y la desesperación, con místicas medievales y un toque de pop culture que nos recuerda por qué amamos a esta diosa del art rock.
El Tracklist de la Catarsis
Esta joya empieza con Everybody Scream, el primer sencillo y tema que da nombre al álbum es una declaración de intenciones. Es un himno grandioso y gótico que, aunque se interpreta fácilmente como un grito para sus fans, tiene esa turbiedad melódica tan característica de Florence. Sus letras son un torrente de palabras («DANCE, SING, MOVE, SHAKE, SCREAM, LOVE, LIVE, GO») que nos prometen un estribillo que, en directo, sabemos que va a ser pura electricidad.
One of the Greats es el segundo tema, y aquí Florence se pregunta sobre el precio de la grandeza y la constante búsqueda de perfección. Es una canción sobre la frustración acumulada, y su proceso de grabación fue muy orgánico: la primera toma de Welch cantando sobre la guitarra de Mark Bowen (de IDLES) fue la que se mantuvo por su increíble energía. Con la ayuda de Aaron Dessner (The National) en la producción, el tema nos lleva a un final donde sientes que te desintegras, una metáfora de la muerte y resurrección del proceso creativo.
Le sigue en tercera posición Witch Dance. Con un título así, la atmósfera de Halloween se consolida. Este tema es donde la brujería y la magia que inspiran gran parte del álbum se sienten más palpables, prometiendo ese pop barroco épico que es el sello de la banda.
La cuarta canción es Sympathy Magic. Si «Everybody Scream» es el exterior, este tema parece ser el interior. La lírica habla de encontrar consuelo y luz, de un Dios que no la quiere de rodillas, y de no tener que ser «digna» para sobrevivir y sanar. Su video oficial muestra una progresión de acordes que nos recuerdan la fuerza que hay en la vulnerabilidad.
Las siguientes dos canciones son el corazón de la intimidad oscura del álbum de Florence + The Machine. Perfume and Milk, una de mis favoritas para el momento de calma antes de otro estallido. Florence declaró que esta pista se inspiró en ciclos de naturaleza, en observar estaciones cambiar, en sentirse parte del mundo que crece y vuelve a la tierra. Y con Buckle, nos recuerdan que, incluso con su maximalismo sonoro, Florence siempre encuentra espacio para la sutileza, con una instrumentación que a veces es más comercial pero igual de impactante.
En el ecuador del álbum encontramos Kraken. Aquí la calma precede a la tormenta. Es uno de esos temas dinámicos con arreglos que suben y bajan, donde Florence se compara con animales mitológicos. Es un momento en el disco que contrasta lo universal con lo íntimo.
Continuamos con The Old Religion, que siguiendo con la temática mística, este tema se adentra en las creencias antiguas y la espiritualidad, una constante en el universo lírico de Welch.
Casi llegando a la recta final del álbum de Florence + The Machine, en noveno lugar tenemos Drink Deep. En este punto, el disco se siente más visceral, explorando la euforia y el desespero que surgen tras un momento de crisis.
Music by Men, titulo provocador, letra fructífera, este tema es una reflexión que, al igual que “One of the Greats”, toca la presión externa y la discriminación que ha sentido en la industria, siendo ella una «explosión de frustración acumulada».
Con algo más de optimismo pero teñido de realismo, encontramos el tema You Can Have It All, que destaca por la crítica como «inmensamente satisfactoria». Esta canción ofrece un momento diferente y redentor, justo antes del cierre. Es promesa y advertencia, en el contexto del álbum es como una luz en la grieta. No lo resuelve todo, pero abre una salida.
Y por último, como cierre de oro a este majestuoso álbum, encontramos la canción And Love, siendo el gran final. Después de un viaje de dolor, gritos y autodescubrimiento, el álbum concluye con un tema que promete ser un cierre emocional y un recordatorio de la fuerza para levantarse y volver a intentarlo. Definitivamente, esta canción cierra el álbum de Florence + The Machine como un susurro después del grito, un abrazo después del duelo, una promesa después del sacrificio.
Everybody Scream es una obra inmensa pero consciente, donde Florence grita sobre ser vulnerable, sobre el sufrimiento y sobre su propia resurrección. Con la participación de productores invitados de peso (como James Ford, Danny L. Harle, y Aaron Dessner), este disco no solo mantiene su estilo de glam rock teatral, sino que le añade un lado más humano e introspectivo. Es, en esencia, la gloriosa hechicera del pop dándonos su obra más personal hasta la fecha.
Y a ti, ¿qué canción de Everybody Scream te ha poseído por completo?
Encontrarás más información sobre Florence + The Machine en su Website, YouTube, Spotify, Instagram, Facebook.