Hace unos días recibimos en primicia el nuevo trabajo de Giulia Valle, Líbera. Considerada como uno de los mejores músicos españoles con mayor reconocimiento internacional, no podíamos perder la ocasión de hablar con ella.
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Después de escuchar este fantástico trabajo y ver algunos de sus vídeos en youtube teníamos aún más ganas de hablar con ella. Lo preparamos todo mientras escuchábamos de nuevo Líbera, y llegado el día hablamos con Giulia Valle.
Aunque muy cansada por la presentación de su nuevo disco la noche anterior, Giulia nos atendió muy amablemente y aquí tenéis prueba de ello.
Giulia, sabemos que eres músico prácticamente desde la infancia, pero queremos saber cuál fue para ti esa señal que hizo que te dedicaras profesionalmente a la música. ¿Qué edad tenías cuando viste la luz?
La luz la vi sobre los 18 años, ya tenía una edad. En realidad no es que haya muchas señales, hay pequeñas señales que aparecen y tú al final te das cuenta de qué es lo que quieres hacer, en el fondo siempre has tenido cierta facilidad para eso.
Una señal muy importante fue que el día que dije públicamente que quería tocar el bajo eléctrico en una reunión de amigos, y uno de ellos tenía un bajo eléctrico en el coche jejejeje. Y al poco tiempo ya empecé con el contrabajo.
De más jovencita había estudiado piano y bueno… Empecé con el bajo eléctrico pero enseguida me pasé al contrabajo, me enamoré enseguida.
Tu relación con el jazz ¿surgió también en ese momento?
No, no, no. Me enamoré del jazz hace muchos años, cuando era casi preadolescente. Lo que pasa es que luego he tenido enamoramientos con muchos otros estilos de música. Yo no me considero un músico exclusivamente de jazz.
Me he alimentado mucho de la composición, que casi es mi mayor logro en la música, es lo que me mantiene realmente viva: hacer música y tocarla con la gente en la que yo confío. Tengo más influencias que van más allá del jazz. [mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Quise hacer algo de corte un poco más vanguardista y entonces fue cuando fundé Líbera.»[/mks_pullquote]
En algunos videos tuyos hemos visto que disfrutas con cada nota que tocas ¿Qué tiene el jazz para ti que no tengan otros estilos?
El jazz como concepto implica una escucha absoluta y una frescura. Es decir, que un mismo tema, aunque haya mucha cosa escrita y mucha cosa establecida, siempre deja espacio a lo que comúnmente se dice hoy: Improvisación. La mayoría de la gente no sabe bien, bien qué es. Es una palabra muy delicada porque la improvisación se entiende como “Hala! A tocar lo que a uno le apetezca!”. No. No funciona así.
Pero dentro de ese cuadro improvisativo en el que cada músico aporta su granito de arena, lo bueno que tiene esta música es que te hace reaccionar. Estás reaccionando todo el rato a lo que toca la persona que tienes a tu lado, aunque sea un tema que has tocado mil veces, pero siempre pueden pasar cosas nuevas. Explicarte esto es como si tuviera que explicarte qué es el agua, jejejeje, me cuesta mucho.
Básicamente, lo que tiene de bueno esta música (jazz) que no tiene otras músicas, es que los músicos que suelen interpretar jazz son músicos bastante preparados en muchos aspectos, y que saben escuchar mucho. Auna conocimiento, mucho conocimiento y auna a la vez frescura y que sucedan cosas en el escenario o en el estudio, que sean en cierta forma imprevisibles.
Sí, sí. Acabamos de presentar un disco y la intención que yo tenía con este grupo (Líbera) era juntar a una serie de personajes y crear un sonido un poquito más eléctrico a lo que yo venía haciendo. Mi grupo estable hasta entonces había sido un quinteto con dos saxofones, un piano, contrabajo y batería. Con ese grupo yo había hecho muchas cosas, mucho recorrido, el Giulia Valle Group era una banda con la que estuvimos tocando por muchos países, etc.
Pero luego quise hacer algo de corte un poco más vanguardista y entonces fue cuando fundé Líbera. Lo inicié en 2010 como cuarteto, con guitarra eléctrica, contrabajo y un flautista muy bueno, muy bueno, muy bueno. Es tan bueno que da igual que toque la flauta, su talento musical transciende del instrumento. En realidad, yo siempre me fijo en estas cosas. Yo suelo coger instrumentistas por su talento, no tanto por el instrumento que tocan…
Para mí la cosa fundamental era tener a este flautista, que es una cosa muy fuerte, que se llama Pablo Selnik, y luego Oriol Roca a la batería, y este guitarrista que es francamente brillante David Soler, que es muy reconocido en la escena del rock, del jazz, del jazz-fusion. Empecé con ellos y poco a poco fui añadiendo instrumentos, y ahora ya somos 7 u 8, porque he hecho algún concierto con dos bateristas. Voy cambiando un poquito el formato. El formato del disco somos 7.
La instrumentación es muy variada, y me hace escribir cada vez más contrastado, porque de la misma forma que hay guitarras eléctricas, trompeta con efectos (que puede ser realmente muy rockera la cosa, bueno más que rockera yo diría que tiene algún punto de psicodelia), también hay acordeón, clarinete, flauta. O sea que también me gusta mucho seguir siendo yo misma. Me gusta mucho escribir y trabajar con capas sonoras.[mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Lo que me gusta de Líbera, es que ahora mismo ya tiene una identidad. Auna lo mas vanguardista, lo más delirante e incluso tiene ramalazos psicodélicos, y técnicamente es muy intenso.»[/mks_pullquote]
Lo que me gusta de este grupo, de Líbera, es que ahora mismo ya tiene una identidad. Auna lo mas vanguardista, lo más delirante e incluso tiene ramalazos psicodélicos, y técnicamente es muy intenso.
El otro día hicimos la presentación de Líbera. Y fíjate, somos los únicos locos que hacemos la presentación del disco tocando repertorio nuevo. Creo que esto no lo hace nadie! Jejejeje. Sin embargo, para mí es bueno esto porque parece que haya una frescura en la música. Sobre todo si el disco ha sido grabado hace dos años, como es el caso, trasciende más porque ya has evolucionado. Dos o tres temas eran del disco, pero los otros cuatro temas eran composiciones nuevas.
Ahora cada vez voy tirando más hacia otras atmósferas, y lo bueno de este grupo es que me permite todo este ranking de posibilidades sonoras. Desde cosas muy melódicas, muy impresionistas incluso, hasta cosas de corte más radical.
¿De ahí un poco que tanto el grupo como el disco se llame Líbera, que en italiano es Libre? ¿Es este el concepto?
Desde luego es una oda a la libertad absoluta. Realmente es una música muy difícil de catalogar. No sigo ningún esquema concreto. Lo único que sé es que el resultado mola y que le gusta a la gente, y eso ya me tranquiliza.
También es verdad que me gusta titular los discos o los grupos o lo que sea, con palabras que sean bastante… cómo decir, internacionalizables, que vaya más allá de la palabra. Líbera también puede abarcar “Íbera”. A mí me gusta esa palabra. Creo incluso que una persona que no sepa que Líbera es “Libre” en italiano se queda con ese nombre. La gente se tiene que quedar con el nombre del grupo en la cabeza.
De todas formas, siendo un grupo de muy alta división, digamos, con músicos extraordinarios, etc, etc, ha costado bastante. Llevarlo adelante no está siendo fácil, también porque hemos atravesado momentos muy difíciles. La crisis se ha cargado la cultura, ha sido lo primero que ha saltado por los aires, y luego también que la gente no estaba con ánimos. Es verdad que cuando hay momentos de crisis profunda, de valores también, etc, nos hemos quedado todos como idiotizados. Yo lo primero que hice fue quitar la tele de mi casa, quitar todo lo que pueda contaminar.
A la gente le gusta escuchar cosas fáciles, y también es verdad que con un proyecto así, en un momento en el que la gente lo que quiere es canción fácil… GUAU!! ha sido arriesgado.
Pero yo creo que ahora es el momento. Vamos a trabajar también con una compañía de danza bastante reconocida, que es la Compañía Senza Tempo, y vamos a hacer una cosa muy chula. Ahora estoy escribiendo más con esta idea coreográfica.
Claro. Es que el jazz es la música del s.XXI, es la buena música del s.XXI. El problema del jazz es que es una palabra muy estigmatizada, porque la gente muchas veces la asocia a una cosa demasiado intelectual. El intelecto tiene que estar al servicio del arte, y de la música, y de llegar a los sentimientos. Por mayor o menor que sea, tiene que haber un equilibrio entre el corazón, la cabeza y las tripas. Si hay demasiada cabeza y poco corazón y pocas tripas, va a ser una cosa que a lo mejor es de una calidad muy elevada pero que no va a llegar al público. Si hay demasiado corazón y demasiada tripa, pero nada de conocimientos, va a ser una cosa pobre.
El jazz, bien entendido, es una música que a día de hoy abarca todas las músicas que han existido, todas. Hay músicos de pop muy famosos que trabajan con músicos de jazz. Sting, David Bowie (que acaba de hacer un disco) trabajan con músicos de jazz, además jóvenes, gente de la vanguardia neoyorkina. Hay todo un ranking, hay músicos de hip hop que colaboran con músicos de jazz, hay músicos de rock, hay Disc Jockeys que colaboran con músicos de jazz, etc… Es una música que lo abarca todo. No es como en el clásico que a lo mejor dices “yo quiero tocar música barroca” o “quiero tocar música antigua”. El jazz es la música que se está haciendo ahora.
Hablando hace unos días con David Pastor, nos comentaba que el público está respondiendo bastante bien en cuanto a la aceptación del jazz, ¿qué opinas?
Yo creo que el público va a buscar a ese artista que le gusta, pero no es un público masivo. Nosotros ayer hicimos soldout, hubo gente que no pudo ni entrar en la sala y eso es una satisfación. Pero ¿cuánta promoción se tuvo que hacer para que esto sucediera? ¿cuánto trabajo se tuvo que hacer? ¿Cuánta gente está dispuesta a salir un domingo por la tarde de su casa para ir a un concierto de jazz? Bueno, para ir a ver un concierto de lo que sea. Desde luego hay una crisis en la música en general brutal.
Hay cosas de jazz que llenan mucho, el business es el que manda si lo que tienes detrás y te empuja es un equipo de managers, diseñadores, directores artísticos, etc…
Si en este país se apostara más por los artistas que hay aquí seguro que el jazz llegaría a más gente. Pero bueno, sigue habiendo gente que tiene ganas de ir a escuchar música en directo. Yo me quito el sombrero.
Hemos tenido el privilegio de escuchar el disco antes de su salida a la calle, (lo cual te agradecemos) y nos ha parecido un trabajo increíble en todos los sentidos. Todos los temas están compuestos por ti, pero en Líbera (proyecto) te acompañas de grandes músicos. Para los conciertos y espectáculos ¿cómo os organizáis para los ensayos?
Muy difícil, es desquiciante. Yo lo que no entiendo es cómo hace la gente para tener una Big Band. Creo que la solución es pagar los ensayos, esta es la política que voy a llevar a partir de ahora. En serio, yo voy a empezar a pagar los ensayos y ya verás como la gente al final vendrá.
Es muy complicado encontrar horarios que le venga bien a todo el mundo y cuadrarlos. El problema-suerte que tenemos es que el músico de jazz sabe, y rápidamente entiende la música y rápidamente puede tocar. Como tiene oficio, tiene estudios y sabe de música, pues más o menos las cosas se pueden apañar bastante rápido y muy fácilmente. El problema es que mi música es bastante difícil, técnicamente es muy compleja. Es una música que todos la entendemos y la procesamos, pero no es una música fácil.
Lo que esta banda necesita es un rodaje, necesitamos un rodaje, queremos rodajes, merecemos un rodaje. Y creo que ahora lo vamos a tener, la posibilidad de tener una cierta estabilidad actuando y poder actuar en diferentes sitios. Esto es lo que nos va a hacer crecer como grupo. Esta es la única cosa que te puede hacer crecer como grupo.
Los ensayos ya están hechos. De todas forma, siempre se hacen pocos ensayos. He hecho dos o tres ensayos para ir a grabar el disco. Porque somos así, porque todos tenemos mucho lío siempre y es muy difícil juntar a tantas personas. Es difícil para todos.
El día del concierto siempre va a ser diferente de un ensayo. Tú piensa que ya por el hecho de escucharte en un monitor va hacer que el sonido sea muy diferente al de un ensayo. Cuando vas a tocar el directo siempre es diferente.
Si tienes que hacer todo el trabajo en tres ensayos, y hablamos de una música complicada, procurar que haya un líder. Desde luego, tiene que haber alguien que dirija los ensayos, que sabe lo que hace falta mirar, etc, que se los graba y luego los escucha, y dice “aquí creo que la batería podía tocar a la mitad”, en fin: alguien que dirija los ensayos.
Mi consejo sería que ensayaran porque ensayar nunca viene mal. Lo que hace crecer realmente al grupo es el escenario. Tú coges a un grupo que ha hecho por ejemplo 50 días de ensayos, y coges a un grupo que ha hecho 4 días de ensayo pero 20 días de conciertos, y sonará mucho mejor el de 20 días de conciertos.
Volvamos de nuevo al disco. La postproducción de Líbera ha sido un poco larga, de dos años. ¿Puedes contarnos por qué razón? ¿había aún mucho trabajo por hacer?
Sí, ha sido muy larga. Bueno, me lo tomé con calma, nadie me estaba apuntando con una pistola en la yugular diciendo “saca el disco”. Al final lo que pasó fue que conté con un chico muy joven que trabaja realmente muy bien, un técnico de estudio muy jovencito que se llama Joel Condal.
Le propuse que si quería trabajar conmigo en la postproducción y en las mezclas, y él aceptó. Lo que pasa que este chico está muy, muy ocupado. Lo que hacíamos eran tandas de tres o cuatro días, en los que tanto él como yo estábamos libres y quedábamos. Pero luego igual interrumpíamos la producción durante seis meses.
Esta postproducción no es que haya estado durando dos años con una intensidad de trabajo semanal, ni mucho menos. Ha durado mucho pero en el fondo ha sido positivo, porque luego te daba tiempo a digerirlo hasta la próxima sesión de mezclas. Pero bueno, igualmente fue larga y se trabajó mucho. Además, siendo dos nada más, lo montábamos aquí en mi casa. Él se traía la mesa de sonido, los altavoces, etc y lo hacíamos todo aquí. Pero recuerdo unas tandas de trabajo de doce o catorce horas al día.
Ya has presentado muchos trabajos y has recibido muchos premios, sólo por mencionar parte de tu curriculum. Pero ahora que llega el momento de la presentación ¿sigue habiendo nervios como si fuera la primera vez?
Sí. Estaba nerviosa. Eran muchas cosas. Todos los conciertos que hago, los hago con mi grupo y tocando mi música y haciendo todo lo que en cierta manera yo decido. Esto es maravilloso, pero por otro lado implica una energía brutal, porque si yo no estoy enchufada al 200% en la historia no voy a conseguir que los demás estén ni a un 80%. Tengo que estar el doble de enchufada. Y el día del bolo hay muchas más cosas a tener en cuenta.
En la presentación de ayer había, prueba de sonido, prueba de luces, estaba la tele, dos fotógrafos, el otro que viene a preguntarte si has dejado una entrada en la puerta para fulanito…Tienes que estar en todo, en todo y más.
Luego tienes escasos minutos para pintarte los ojos y maquillarte un poco, y mientras tanto tienes que repasar la estructura de los músicos, del tema tal… es absolutamente de una intensidad arrolladora. Pasas nervios. Yo paso nervios. Pero es bueno que pase nervios. El día que no estás un poco nervioso es que algo va mal. [mks_pullquote align=»right» width=»200″ size=»18″ bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#ffffff»]«Siempre intento salir al escenario con una sonrisa puesta. Todo lo que hago en música es bonito, es intenso» [/mks_pullquote]
Siempre intento salir al escenario con una sonrisa puesta, porque si no, te comería la situación. Es bonito salir al escenario cuando hay mucha gente, todo el mundo aplaude, salen los músicos, etc, todo eso es guay.
Todo lo que hago en música es bonito, es intenso. Incluso las clases me gustan mucho y yo paso nervios con todo. Es un desgaste de energía y lo quieres hacer bien. Cuanto más “importante” es lo que haces, más nervios pasarás. Y como yo considero que todo lo que estoy haciendo a día de hoy tiene una cierta relevancia en la música, desde las clases que doy, los conciertos que hago, los discos que produzco, etc, siempre hay nervios. Tienes muchos frentes abiertos y es un poco estresante, pero bueno, tengo la satisfacción de haber podido generar eso, y haber podido llegar a las emociones de la gente que está sentada y escuchando. Eso es maravilloso. Merece mucho la pena.
Estamos seguros de que Líbera va a dar mucho que hablar a todos los amantes de jazz. Esperamos poder verte en directo algún día. Un placer poder hablar contigo y esperamos que haya más veces.
Me alegra mucho que me digas esto! Muchísimas gracias. Espero que sí. Un abrazo!