El primer disco de Kiss, titulado simplemente Kiss, fue lanzado el 18 de febrero de 1974 en Estados Unidos, y un año después en Reino Unido. Esta banda estadounidense, formada por Paul Stanley, Gene Simmons, Peter Criss y Ace Frehley, había estado tocando en pequeños clubes de Nueva York desde 1973, año de su formación, donde empezaban a ganar cierta notoriedad gracias a su llamativa apariencia y un estilo musical que combinaba rock con elementos teatrales.
Con su primer álbum, la banda buscaba capturar la energía de sus presentaciones en vivo, caracterizadas por el uso de maquillaje, pirotecnia y un enfoque de espectáculo pocas veces visto en el rock.
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Kiss y su Primer Disco: Medio Siglo de Éxitos y Revolución Musical
El sonido de Kiss refleja influencias del hard rock y del glam rock de la época, con toques de lo que más tarde se conocería como heavy metal. La banda se había formado en 1973 después de que Paul Stanley y Gene Simmons decidieran reinventar el sonido que habían trabajado en su proyecto anterior Wicked Lester.
Es así que se unieron a ellos Peter Criss en batería y Ace Frehley en guitarra, y el cuarteto rápidamente desarrolló una química única, que se vería no solo en su música, sino también en su imagen, con cada miembro adoptando un personaje: Stanley era The Starchild, Simmons The Demon, Criss The Catman y Frehley The Spaceman.
Este trabajo fue grabado en los estudios Bell Sound en Nueva York, y producido por Kennie Kerner y Richie Wise. Aunque el álbum no fue un éxito comercial inmediato, sí logró establecer las bases del sonido distintivo de la banda. El disco fue lanzado por Casablanca Records, un sello discográfico relativamente nuevo en ese momento, lo que implicaba que la promoción y distribución del álbum fueron limitadas. Aun así, el álbum comenzó a atraer la atención de los fanáticos del rock más aguerrido.
50 Años del Disco que Cambió la Historia del Rock
El disco abre con Strutter, una de las canciones más emblemáticas de la banda y un claro ejemplo de su estilo de rock directo y sin complicaciones. Le sigue Nothin’ to Lose, donde Criss toma el co protagonismo en la voz principal junto a Simmons. Luego viene Firehouse, una canción que en sus presentaciones en vivo incluiría efectos visuales como fuego, consolidando la reputación teatral de la banda.
Otro tema destacado es Cold Gin, escrito por Frehley pero cantado por Simmons. Esta canción, con su riff pesado y su tema sobre el alcohol, se convirtió en uno de los favoritos en los conciertos. Deuce, otro de los clásicos del disco, es una muestra del sonido crudo de la banda, y ha sido una de las canciones más interpretadas en vivo a lo largo de los años.
El álbum cierra con Black Diamond, una canción que comienza con una introducción suave de Paul Stanley. para luego transformarse en una potente pieza con Peter Criss a la voz y un final épico y caótico.
Kiss no tuvo un impacto inmediato en las listas de ventas, alcanzando solo el puesto 87 en el Billboard 200 en su lanzamiento original. Sin embargo, con el paso del tiempo, el disco ha sido reevaluado y hoy en día se considera un disco fundamental en la carrera de la banda. Muchas de las canciones que aparecen en este álbum siguen siendo elementos clave en los conciertos de Kiss.
A pesar de la tibia recepción inicial, el primer álbum de Kiss sentó las bases para lo que sería una de las bandas más influyentes y exitosas en la historia del rock. Con un sonido único y una imagen revolucionaria, Kiss comenzaba a construir el imperio que los convertiría en íconos globales.
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