La música y su relación con las drogas – Introducción
En esta serie de artículos vamos a analizar los usos que grandes artistas daban a las drogas y la relación del tipo de droga consumida asociada al estilo musical.
No queremos hacer ningún tipo de apología a la droga, es más, desaconsejamos su abuso, desde el tabaco hasta el krokodril o la escopolamina.
Tampoco generalizar sobre el tema, no por hacer un género concreto o ser oyente de ese género, tienes que consumir drogas o hacer lo que tu artista favorito hace, es sólo un artículo de investigación y opinión, nos gustaría que tuvieses personalidad propia.
Desde siempre la música ha estado relacionada con el consumo de drogas, dependiendo de la época que se estuviese viviendo había más o menos libertad de expresión, ligada a la prohibición; como el tango escrito en 1926 “La cocaína” por Gerardo Alcázar, toda una oda a al consumo de esta sustancia, ya que hasta los años 30 el uso terapéutico de compuestos de cocaína, morfina y opio eran legales, lo que nos recuerda una frase de Carlos Lenzi para otro tango: “hay de todo, como en botica cocó”.
Más adelante con las prohibiciones, los músicos tienen que dar otro giro a sus letras para poder relatar sus visiones o experiencias, en plena psicodelia, The Beatles, reyes de la ambigüedad en las letras de sus canciones para este tipo de cosas, estrenan el tema “Lucy in the Sky with Diamonds” un título sin mucho significado, hasta que juntas las iniciales de las palabras (LSD) y escuchas su psicodélica lírica, te das cuenta de la clase de globazo alucinógeno que gastaban los de Liverpool.
También en su canción “She Said She Said” relatan un gran viaje psicodélico, es posiblemente la primera canción sobre alucinógenos de la música pop.
Pero los tiempos cambian, ahora que estamos viviendo una época de prohibiciones hay grupos que sacan a la luz su identidad y forma de vida, atrayendo a un público acorde a sus ideales como; Banda Hachís, Los Porretas, Soziedad Alkoholika, El Drogas y un largo etc…
También en títulos de canciones como: Special K (Ketamina) de Placebo, E Talking (Éxtasis) de Soul Wax, Animal Nitrate (Popper) de Suede, Un caballo llamado muerte (Heroína) de Miguel Ríos y muchos más.
Pero algo que nos llama la atención en la música moderna es como “artistas” cuentan directamente sus experiencias o las de otros con las drogas sin cortarse, mandando al oyente un mensaje ambiguo al oyente, en la que se idolatra al más malo, al más drogadicto, solamente por el hecho de haber tenido esas experiencias y alardear de ello, y eso no tiene ningún mérito.
El subgénero musical de narcocorridos son un ejemplo; se cuentan las vivencias de un capo o de una banda, lo que hizo para acabar con sus enemigos (mandando un mensaje indirecto de que puede pasarte a ti también) y dándole promoción y un aire de heroicidad. Hay canciones como; “Por Morfina y Cocaína” de Manuel Cúellar o “El Cártel de a Kilo” de los Tucanes de Tijuana.
En géneros musicales más recientes como el Trap (traducción de trampa, lugar donde se vende droga) ocurre algo parecido, donde es el propio cantante quien narra sus aventuras o las de su pandilla, y lo qué por norma general, lo que prima es la actitud de mafioso que lleves y que te dé igual que todo el mundo sepa de tus hazañas, algo que es muy contraproducente.
Nuevos estilos musicales con nuevos hábitos de consumo, y nuevas drogas de las que hablaremos más a fondo en los próximos artículos de este tema.
Próximos artículos:
Musica & Drogas (II) Rap, Trap, Reggaetón, Dancehall, Reggae. Música Urbana.
Musica & Drogas (III) Rock, Pop, Psicodelia, Punk
Musica & Drogas (IV) Dance, House, D&B, Rave. Música Electrónica
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