La Opinión de Alonso Torres – COSAS CLÁSICAS DE MI EXTREMADURA

A ver cómo y sin decir nombres, fechas y tipo de celebraciones (por aquello de la elegancia) cuento lo que quiero contar (en la nocturnidad que me ocupa acabo de beberme un sabroso, salado, petroleado y yodado Lagavulin, sin hielo y en vaso grande, y creo que podré con la paupérrima empresa).

A este humilde servidor (el burro delante pa que no se espante), que se dedica a la cosa clásica “free lance” (uuff, qué trabajito… ya, ya lo sé, los mineros de Asturias lo van a pasar muuucho peor) en el Lejano Oeste Peninsular que es Extremadura, le llaman para que ofrezca un “sin par” recital lírico, exclusivo, diferente, divertido -¿divertido? Sí, si, divertido, ahora todo tiene que ser lúdico y divertido- y barato (a los “proff” les sonará esto, “barato, que estamos en crisis”, te dicen… ¡¡quiero ser rescatado como Bankia!!). Ofreces lo que tienes, subes un poco el caché por las personalidades que van a asistir al evento (o lo bajas por las mismas razones: como ellos ya se han reducido la nómina, solidaridad con el contratante), y presentas el proyecto, o “proyectino”, como te dicen desde el despacho desde el que te llaman. Dos párrafos de mierda para que se tenga constancia de que se ha pedido algo y alguien ha contestado a la llamada. Total, que lo presentas y lo desestiman. “No, no, oye, que puedo ser más barato todavía, que te hago precio no de crisis, sino de guerrilla, colega”, les dices. “No, lo siento –te comunican los téssnicos-, hemos pedido a Celestes Albino* que venga para el asunto”.

Como uno es masoka (ay, el amor cortés, o la pareja infernal) acude al evento en el que no va a participar, conoce al contratado, y después de las canciones, y en el vino de honor (honor y gloria a la pólvora real, que se termina ya), habla con el que se lo va a llevar vuelta y vuelta (crudo se lo llevan otros)… y con los patronos. “No, le hemos traído a él –que cuesta 12 veces más que mi caché, sin coña- porque ha ganado el último Concurso Ciudad de Flamboyán*”. El colega mira alternativamente a los de la pasta (gansa) y a un humilde servidor, parpadea, y al final dice, “sí, eso es cierto, pero él -refiriéndose al humilde servidor de ustedes y afincado en Extremadura- lo ganó en el 2001”.

En fin, pelillos a la mar (océana), ¿se han enterado de lo de la Banda Municipal de Badajoz y la estrella bolinga invitada? Je, je.

* Nombres modificados

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