Tras su sorprendente primer album “The Monkey Howler Times”, con el cual irrumpieron en la escena de la música negra, el jazz y el movimiento tropical, pasando por festivales como Weekend Beach, Imagina Funk o Sonidos Líquidos, llamaron la atención de los espectadores por su auténtica forma de tocar a base de loops orgánicos, sonando en escena como si fueran trescientos músicos, de ahí su nombre de pila.
Ahora, Los 300, regresan con “The Fighting Kangaroo”, un disco más festivo y maduro, compuesto por 13 ganchos musicales cada cual con su intensidad que dejarán KO al oyente.
Los primeros compases del disco presagia que estamos efectivamente ante una gran obra con una propuesta muy diferente, “Jack, The Fighting Kangaroo” abre el nuevo album con mucho swing y al galope del groove, parodiando la lucha entre el Professor Linderman y Jack, el canguro boxeador. Con el segundo corte entramos de lleno al calor de su música, cómo un volcán en erupción, irrumpe “No lo ves” a ritmo de afro salsa y rumba negra.
El canguro cobra vida con “Friday”, un boogaloo de taberna que nos incita a saltar constantemente hasta tocar el cielo. Con cadencia sambera, wah wahs y un hipnótico crossover, Los 300 nos desconciertan con “Fuma del Bong”, narrando una historia llena de surrealismo, cotidianidad y humor, acompañados por Tony Moreno de la banda hermana Eskorzo, a la cual también pertenecen.
Con la pista cinco “I’ve never been in Mardi Gras” le ponen su peculiar banda sonora a Nueva Orleans y a su fiesta más popular, el carnaval. Con “El Pollo” llega la fábula, Manuel Collados saca toda su alma latina, de nuevo nos sorprende con su peculiar timbre y el humor que le caracteriza en sus composiciones, y a todo guaguancó lían el pollo. “Rojo intenso” marca el ecuador del disco con una deliciosa canción instrumental que nos transporta, hasta amanecer en Marte bailando un nuevo jazz, estelar.
Sigue sonando el disco y seguimos viajando para llegar al Puerto de Lagos, Nigeria, con “Marea y Sal”, una bella canción con un claro espíritu afrobeat y agridulces melodías que peinan el océano. De costa a costa, llegamos al litoral gaditano con “Gran Baba”, canción compuesta e inspirada en el mítico chiringuito el cual da título a esta salvaje pieza afrolatina que enloquecen al más cuerdo.
El número 10 es para “What a Girl”, donde Los 300 rinden homenaje a Joe Cuba, con una potenciada versión del “What a Baby”, boogaloo en estado puro. Sorpresa tras sorpresa, nos embelesan con “Chupito de Rana”, sobre un groove roto y canalla, Collados rapea con sabor, mucha guasa y en Spanglish.
El ritmo vuelve a acelerarse y entramos en la psicodelia más funkera con “Conductor”, un corte instrumental digno de pertenecer a cualquier film de Tarantino, dando paso a “Reverse”, la pista 13 y última de este completo trabajo, donde yacidos sobre el encanto del fliscorno de Jimi García, los cristalinos acordes de Collados y el beat seductor de Zeke Olmo; terminamos la escucha con ganas de darle la vuelta al disco e iniciar una nueva.
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