<![CDATA[[mks_button size=»small» title=»Quiero verlo!» style=»rounded» url=»http://issuu.com/lacarne/docs/lacarne_magazine_n34/26″ target=»_blank» bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#FFFFFF» icon=»fa-eye» icon_type=»fa»] por Javier Entonado (Arín Dodó) Todo lo aprendido durante la etapa arindododiana me sirvió mucho para comenzar otra nueva. La base de la música fabricada en Arín Dodó era la improvisación libre, con una única regla, la escucha. A comienzos de 2013 me había quedado solo en Madrid porque todos mis antiguos compañeros de andanzas y de arindodeces se habían ido a otro lugar. En enero de ese año me hice socio de la asociación Musicalibre ), asociación dedicada a la difusión de la libre improvisación musical que existe desde octubre de 1995. Yo no tenía ni idea de su existencia hasta el mes de noviembre de 2012, que fue cuando me puse en contacto con ellos y me invitaron a tocar en unas sesiones. Ahí conocí a Gregorio Kazaroff, que por esas fechas estaba organizando un ciclo llamado Raras Músicas. En marzo de 2013 me dijo que me pasara por una de esas sesiones raras y fue cuando conocí a Ivor R. Tamplin, socio de Gregorio y persona esencial en ese ciclo. Me di cuenta de que la música que había estado haciendo con Arín Dodó no se diferenciaba mucho de todo lo que rodeaba a MusicaLibre y a Raras Músicas. Me sentía como pez en el agua y vi que ese era el sitio que debía ocupar a partir de ese momento. Me puse a tope con todo eso y colaboré en varias sesiones; Ivor y Gregorio no tardaron en ofrecerme un puesto en la organización del ciclo, labor que desempeño desde entonces. A partir de ese momento me puse a hacer una serie de colaboraciones y de sesiones de improvisación con gente muy distinta, decidido a mezclarme con cualquier músico que tenga ganas de hacer improvisación libre musical. Nos conocíamos en el acto en el escenario, sin saber con qué te vas a encontrar o con qué formación tocarás esa noche. Un reto continuo y una experiencia que hace que siempre estés alerta y te obliga a ser rápido y elástico en cualquier momento. Porque eso es lo que pasa, el momento te va llevando y cambia constantemente. Vas vagando por ahí sin saber dónde llegarás. Eso no pasa con otras formas de hacer música y es precisamente lo que atrae de ésta. La primera sesión de Raras Músicas en que participé está resumida en este vídeo: https://www.youtube.com/watch?v=vbtXo9RWPUo En esa ocasión Gregorio Kazaroff (electrónica y objetos) e Ivor R. Tamplin (live sampling) formaron un trío junto a Ged Barry, saxofonista procedente de Liverpool. Después nos fuimos añadiendo varios músicos más. Todas estas sesiones me dan oportunidad de ir probando con diferentes instrumentos. En esa ocasión utilicé la trompa y la voz. En este tipo de sesiones hay una exploración continua. En cada momento puedes ir descubriendo algo nuevo del instrumento que tienes entre las manos, y da oportunidad, al menos a mí, para que vayas intentando obtener un lenguaje propio con diferentes instrumentos; que los puedes tocar de forma poco o nada ortodoxa, y eso te proporciona la obtención de herramientas y de recursos que no se enseñan en ningún sitio, lo encuentras tú solo, mediante la interacción con los demás músicos y la interacción íntima con tu propio instrumento musical. Atentamente, J.G. Entonado & Arín Dodó (contacta desde aquí)
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