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[mks_dropcap style=»letter» size=»52″ bg_color=»#ffffff» txt_color=»#dd3333″]A[/mks_dropcap]ntes de que el gran Ruvenigue se fuese para Irlanda quisimos dejar un último trabajo grabado entre los dos. Nos encerramos durante varios días con los trastos de grabar y con los instrumentos, y nos dispusimos a crear una última obra con dúos de instrumentos doblados (me refiero a algunas piezas donde suena el clarinete y la trompeta tanto por el lado izquierdo como por el derecho. Pero son dos piezas independientes una de otra, simplemente es que están tocadas al unísono // un experimento inspirado por alguna de las películas de Andy Warhol), y con textos delirantes y cargados de ironía y de humor. Así nació la obra cuyo título encabeza este artículo. Fue editada por una netlabel catalana llamada La Gramola:
http://gramolanetlabel.blogspot.com.es/2011/10/arin-dodo-es-vd-arin-dodo-o-el-enigma.html http://gramolanetlabel.blogspot.com.es/2011/10/arin-dodo.html https://archive.org/details/ArinDodo-esVd.ArinDodoOelEnigmaDelInfiernoConvertidoEnPerro
Empieza con un curioso blues (algo insólito en la discografía arindododiana) donde se cuenta la historia del Sr. Arín Dodó y se explica la procedencia de su nombre. Un tipo bastante peculiar, con acento centroeuropeo y que se toma a risa que lo confundan con un dictador africano devorador de niñatos. También está la música que hicimos para el vídeo “Comunicaciones Subjetivas”, de Xisco Fernández:
“La contradicción y la libertad son condiciones indispensables para que la creatividad se dispare. En el arte hay un impulso irracional hacia la perfección, que nunca se ve colmado por la presencia de restricciones implícitas en el individuo. Esto genera (causa) dolor, que será eliminado si nos adentramos en la nada; esto es, en la privación total de armonía. Sólo hay timbre y ritmo. Me refugio en el silencio parcial para ausentarme de la angustia que produce la música perfecta”. Todo esto lo dice también el Sr. Dodó.
Toda esta palabrería fue escrita con ironía para reflejar la idea que tienen los arindododianos sobre el arte, especialmente el contemporáneo y conceptual. Algo pomposo, lleno de muchas palabras y que en algunas, o en muchas, ocasiones está vacío de contenido. Como ese fragmento anterior. Lo escribió el Sr. Dodó por la orden que le venía de un ente superior (El Cazo). Arín Dodó sólo es un mero transmisor, tiene su cerebro vacío. Solo aporta la voz y su físico. Cuando escribió ese párrafo no tenía ni idea de lo que decía. Ahora que lo lee de nuevo confirma esa percepción. Muchas palabras para decir algo sin significado y sin trascendencia ninguna. Arte efímero y residual. Tal y como les gustaba a los Kobolds.
Que disfruten este viaje por los sueños de un individuo repletos de coleópteros, de niños y de insectos varios.
Atentamente, J.G. Entonado & Arín Dodó (contacta desde aquí)