La musicoterapia es una forma de tratamiento que utiliza la música como herramienta para ayudar a las personas a mejorar su salud física y emocional. La misma se ha utilizado para tratar una amplia variedad de problemas, incluyendo trastornos mentales, trastornos del desarrollo, problemas de aprendizaje, trastornos emocionales, dolor crónico y problemas de salud relacionados con el envejecimiento.
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Musicoterapia, el poder de la música y sus propiedades terapéuticas
Algunas de las propiedades terapéuticas que presenta la música incluyen:
Reducción del estrés: La música puede ayudar a reducir los niveles de cortisol, una hormona del estrés, y mejorar la respuesta del cuerpo al estrés.
Alivio del dolor: La música puede ayudar a disminuir el dolor crónico y el dolor agudo, ya que puede actuar como un analgésico no farmacológico.
Mejora del estado de ánimo: La música puede ayudar a mejorar el estado de ánimo, ya que puede aumentar la liberación de serotonina, un neurotransmisor que juega un papel importante en la regulación del estado de ánimo.
Mejora del sueño: La música puede ayudar a mejorar la calidad del sueño, ya que puede ayudar a relajar el cuerpo y la mente, y a reducir la ansiedad.
Mejora de la memoria: La música puede ayudar a mejorar la memoria a corto y largo plazo, ya que puede ayudar a mejorar la plasticidad cerebral y aumentar la conectividad entre las redes neuronales.
Mejora de la capacidad cognitiva: La música puede ayudar a mejorar la capacidad cognitiva, ya que puede ayudar a mejorar la atención, la concentración, y la capacidad de procesamiento de la información.
Mejora del rendimiento: La música puede ayudar a mejorar el rendimiento, ya que puede ayudar a aumentar la motivación y la concentración.
Terapia de comunicación: La música puede ayudar en la terapia de comunicación, ya que ayuda mejorar la expresión verbal y no verbal, aumentar la confianza y la autoestima, y fomentar la interacción social.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la música es solo una herramienta y debe ser utilizada en conjunto con otros tratamientos para obtener mejores resultados.
La historia de la Musicoterapia se remonta a la antigüedad, cuando se utilizaba la música en rituales religiosos y curativos. En la Edad Media, los monjes utilizaban la música como parte de sus prácticas de curación. Durante el siglo XVII y XVIII, el uso de la música como terapia se volvió más sistemático en hospitales y asilos para enfermos mentales.
En el siglo XIX, el psicoanalista Carl Jung y el médico Edwin Dwight Bowers promovieron el uso de la música como terapia para tratar trastornos mentales. A partir de la década de 1940, se comenzó a desarrollar la Musicoterapia como disciplina independiente, y se establecieron programas de formación y certificación. Actualmente, la Musicoterapia se utiliza en una variedad de contextos, incluyendo hospitales, escuelas, hogares de ancianos, y programas de tratamiento para adicciones y también en cuidados paliativos.
Con respecto a la Musicoterapia, hubo investigadores clave en la historia y desarrollo de esta disciplina, cuyos conocimientos teóricos, metodologías y técnicas innovadoras han permitido el crecimiento y consolidación de la Musicoterapia como una práctica clínica y terapéutica reconocida en todo el mundo. Estos investigadores han demostrado la efectividad de la música como un medio para mejorar la calidad de vida de las personas con diferentes problemas de salud mental, físicos y emocionales. Su trabajo ha sido fundamental para establecer la Musicoterapia como una disciplina respetada y rigurosa.
Entre ellos destacamos a Paul Nordoff y Clive Robbins. Estos dos músicos y terapeutas musicales británicos son reconocidos como los fundadores de la musicoterapia clínica para niños con discapacidades. Desarrollaron una técnica innovadora llamada Nordoff-Robbins Music Therapy, que combina música y juego terapéutico.
Augusto Torres: Este psicólogo y músico argentino es considerado el fundador de la musicoterapia en América Latina. Desarrolló una metodología única que combina la psicoterapia y la música para tratar trastornos emocionales y psicológicos.
Carl Jung: Este psiquiatra suizo es conocido por ser uno de los padres del psicoanálisis. Jung vio la música como un medio para acceder a las emociones y pensamientos inconscientes, y utilizó la música como parte de su terapia.
Helen Bonny: Esta terapeuta musical estadounidense desarrolló el Bonny Method of Guided Imagery and Music (BMGIM), una técnica terapéutica que combina imágenes dirigidas y música para ayudar a las personas a explorar y procesar sus emociones y experiencias.
No solo la música, que en definitiva es el arte de combinar los sonidos, como lo dice su definición, sino también un solo sonido o simplemente un ruido nos puede llevar a un momento de nuestra vida, y utilizando ese recuerdo, el terapeuta, en este caso el musicoterapeuta, puede utilizarlo para trabajar con el paciente.
A grandes rasgos, las técnicas de la Musicoterapia se dividen en Receptivas, también llamadas auditivas, y Activas, también conocidas como creativas.
Las primeras tienen que ver con la receptividad por parte del paciente al escuchar la música que interpreta el terapeuta, o que se reproduce en un receptor de audio. La actitud del paciente es más pasiva.
En cambio, en la segunda técnica sobresale la improvisación, ya que el paciente puede tocar algún instrumento, hacer movimientos corporales, y hasta utilizar su propio cuerpo como instrumento de percusión. Es una forma de que el paciente exprese sus conflictos internos exteriorizándolos de esta forma.
Con solo escuchar música experimentamos un efecto (en realidad es nuestro cerebro el que experimenta ese efecto) que nos puede motivar, alegrar, relajar, y hasta nos puede entristecer y sentir melancolía. Es indudable que la música como tal está apuntalada en nuestros recuerdos, y nos hace volver a esos momentos vividos, y esto es campo fértil para el musicoterapeuta.
A continuación un par de links de playlist de música para relajarse y disfrutar:
Spotify
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