Previos para un Home Studio

En esta nueva entrega vamos a hablar del siguiente eslabón en la cadena de audio, obviando los cables y conectores, que veremos en una entrega aparte: los previos.

En el artículo anterior vimos de forma muy superficial qué eran los micrófonos y cuáles eran sus tipos y características principales. Pero vayamos al grano, veamos los previos para un Home Studio.

Previos para un Home Studio

previos

Un previo de micro es un dispositivo que se encarga de adecuar el nivel de la señal procedente de un micrófono (u otros elementos) al nivel de trabajo de otros equipos, como puede ser una mesa de mezclas, un conversor AD, un ecualizador, un compresor, etc…

La señal que produce un micrófono tiene un nivel demasiado pequeño para poder trabajar con él, por eso necesita una amplificación previa a su grabación o procesado; necesita tener nivel de línea.

Normalmente esta amplificación puede variar entre +30 y +60 dB. Al ser éste un cambio tan drástico en el volumen de la señal, se imprime en el sonido un “color” característico, que depende de la electrónica usada para amplificar.

La circuitería interna del previo interactúa con la señal proveniente del micro, y aspectos como la impedancia, válvulas, transistores, etc… pueden conferir a este elemento un “color” u otro.

Este “color” no siempre es agradable para todos los oídos y hay quien prefiere que el previo refleje lo más fielmente posible lo que el micrófono está captando. Dependiendo del tipo de circuito que integre el previo tendremos ese “color” o esa “transparencia”. Podemos así clasificar así los previos en dos tipos principales: a válvulas y a transistores.

¿Cuáles son mejores? Todo depende de lo que se busque. En principio si el previo está bien construido, es de calidad y tiene una buena relación señal-ruido, tanto si es de válvulas como de transistores (también llamado de estado sólido) debería amplificar nuestra señal de micro adecuadamente y con buenos resultados.

En general los previos a válvulas suelen generar, a niveles altos de amplificación, unos armónicos pares que suelen ser bastante agradables al oído. Estos armónicos suelen dar una sensación de “calidez”, que es buscada intencionadamente para según que instrumentos o voces.

En cambio a altos niveles de amplificación, los previos a transistores, no producen estos tipos de armónicos pares, si no que son impares, y se perciben generalmente como menos agradables al oído.

Contestando a la pregunta anteriormente formulada debo decir que dependiendo de lo que se busque, elegiremos uno u otro previo.

Si necesitamos carácter y “color” en alguna de nuestras pistas, o simplemente nos gustan esos armónicos o “color” que produce, elegiremos el previo a válvulas. En cambio si queremos transparencia y la máxima fidelidad al sonido original, elegiremos transistores o estado sólido.

Entre los controles de un previo de micro encontraremos siempre un control de ganancia, que en su forma más sencilla será un potenciómetro de recorrido continuo, que puede tener marcas indicando los decibelios de amplificación (o puede ser más sencillo aún con marcas que vayan de 1 a 10).

Otra forma de controlar la ganancia es con dos potenciómetros: el primero es similar al que acabamos de conocer, y el segundo es un simple atenuador, normalmente con un recorrido que va de -∞ a 0 dB o hasta +6 dB en algunos casos. También pueden tener recorrido simétrico alrededor de 0dB, llegando por ejemplo a +6 dB y -6 dB.

Cuando se usan dos potenciómetros es muy común que el primero no sea de recorrido continuo, sino que ofrezca solo unos cuantos pasos con ganancias prefijadas (y normalmente indicadas), de forma que con el segundo potenciómetro se pueda acceder a los puntos intermedios.

Los previos de micro también incluyen un circuito de alimentación fantasma (Phantom) que permite enviar +48 V de corriente continua para los micrófonos de condensador. También es normal encontrar un filtro pasa altos (HPF) destinado a evitar que golpes de aire molesten con un exceso de nivel o de graves.

Es normal que éste filtro tenga una pendiente y una frecuencia de corte fijas, aunque hay muchos modelos donde se puede variar la frecuencia de corte (cosa que aumenta la versatilidad del filtro). Otro control casi obligatorio es un interruptor para invertir la fase o la polaridad de la señal, muy útil en la grabación de tomas multi-microfónicas, donde la relación de fase entre los micros puede ser un problema.

La entrada de los previos es en XLR, y la salida de línea puede ser también en XLR o en jack balanceado. Es muy común que un previo de micro incluya también un circuito de inyección directa (DI) que se suele encontrar en las cajas de inyección.

Además de todas estas características y dependiendo de la calidad y el precio del previo, también podemos encontrar otros controles. También podemos encontrar un PAD para atenuar señales que tengan mucha ganancia de entrada.

Los previos más completos suelen tener también tres tipos de entrada: micro, línea e instrumento. Además podemos encontrar previos con ecualizador y con compresor. Incluso existen en el mercado algunos con de-esser o limitador. Estos tipos de previos suelen llamarse comúnmente canales de grabación.

Encontrarás más consejos AQUÍ.

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