Simple Minds, un viaje a través de su evolución sonora

En el vasto panorama de la música rock, algunas bandas tienen el don de trascender el tiempo y las generaciones, dejando una marca imborrable en la historia musical. Una de estas leyendas es la banda escocesa Simple Minds.

Con su talento único, energía arrolladora y letras profundas, esta icónica agrupación ha cautivado a audiencias de todo el mundo desde sus humildes comienzos en la década de 1970 hasta la actualidad.

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Simple Minds, un viaje a través de su evolución sonora

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Simple Minds se formó en 1977 en Glasgow, Escocia, por el cantante Jim Kerr, el guitarrista Charlie Burchill, y el baterista Brian Mc Gee. El nombre de la banda proviene de la canción Jean Genie de David Bowie.

Más tarde se sumarían a la banda Tony Donald en el bajo, reemplazado ese mismo año por Derek Forbes, y Mick Mc Neil en teclados. A medida que los años 80 avanzaban, la banda comenzó a labrarse un lugar destacado en la escena musical, definiendo su estilo y sonido característico, que fusionaba el rock alternativo, el post-punk y toques de new wave.

Su primer álbum, Life in a Day, fue lanzado en 1979 y, aunque tuvo una recepción modesta, sentó las bases para lo que vendría a continuación. Fue producido por John Leckie, y las canciones que destacaron fueron los dos simples: Chelsea Girl y Life in a Day.

Su segundo álbum publicado en noviembre de ese mismo año, Real to Real Cacophony (1979), producido también por Leckie, resultó más oscuro y menos comercial que su antecesor. Sus ventas no fueron buenas, pero obtuvo buenas críticas en general. Del mismo trabajo se destacan temas como Premonition y Changeling

Al año siguiente son convocados por Peter Gabriel como teloneros de su gira por Europa. La banda ya estaba a estas alturas definiendo su sonido acercándose al New Wave, y dándole más protagonismo a los sintetizadores. El resultado de esto es su tercer disco, Empires and Dance (1980), con el cual la banda comenzó a ganar reconocimiento en el Reino Unido con temas como I Travel y Celebrate.

Para 1981 Simple Minds graban con el productor Steve Hillage los discos Sons & Fascination y Sister Feelings Call. Este último estaba incluido en las primeras 10000 copias del vinilo del Sons & Fascination. Más tarde fueron vendidos los dos por separados. Este trabajo incluía la canción Love Song del primer disco y The American, perteneciente al segundo disco, ambos éxitos a nivel internacional. 

Al terminar la grabación de estos discos, el baterista Brain Mc Gee abandona la banda y es reemplazado por Kenny Hyslop.

A principios del año siguiente se publica un recopilatorio llamado Celebration, que incluye material de sus tres primeros disco más un tema nuevo, Kaleidoscope, que no había sido incluido en el disco Real to Real Cacophony de 1979.

Fue en 1982 cuando Simple Minds logró un avance significativo con el álbum New Gold Dream (81-82-83-84), que les otorgó éxito comercial y los impulsó a la fama internacional. Con temas como Someone Somewhere in Summertime, Promised You a Miracle y Glittering Prize, el disco se convirtió en una sensación en Europa y Estados Unidos. Este trabajo fue producido por Peter Walsh, quien había trabajado antes con grupos como Heaven 17 y China Crisis.

En 1984 se publica otro disco interesante en la carrera de la banda, Sparkle in The Rain, con la producción de Steve Lillywithe y con temas como Waterfront, Up On The Catwalk y Speed Your Love to Me. 

Sin embargo, fue en 1985 cuando Simple Minds alcanzó su punto más alto con el lanzamiento de Once Upon a Time, con la producción de Jimmy Lovine y Bob Clearmount. Este álbum incluía éxitos como Alive and Kicking y Gosthdancing.

Don’t You (Forget About Me), esta última conocida por su inclusión en la banda sonora de la famosa película The Breakfast Club, no estaba incluida en la versión original del disco, aunque más tarde sí lo incluyeron en la versión Deluxe. 

En 1987 se publica el disco en vivo Live in The City of Light, grabado en París durante su gira presentación de su anterior disco en 1986.

Bajo la producción de Trevor Horn y Stephen Lipson, Simple Minds publican en 1989 el disco Street Fighting Years. Un trabajo con una temática claramente política y social con temas como Mandela Day, dedicado al líder sudafricano Nelson Mandela, y Belfast Child, inspirado en los incidentes en aquellos años en Irlanda.

En 1990 abandona Simple Minds el tecladista y compositor Mick McNeil, quedando reducida a Jim Kerr, Charlie Burchill y el baterista Mel Gaynor. Con esta formación graban el disco Real Life con la producción de Stephen Lipson, dando como resultado un disco con críticas negativas y bajas ventas.

Este trabajo consistió en nuevas versiones de temas anteriores y de nuevas canciones como Let There Be Love, See The Light y Stand By Love, que fueron lanzadas como simples.

En 1992 se publica un nuevo disco recopilatorio llamado Glittering Prize 81/92 con bastante éxito comercial, pero a pesar de eso la banda termina separándose momentáneamente hasta 1995. En ese año, el cantante Jim Kerr y el guitarrista Charlie Burchill, miembros originales, se vuelven a reunir para grabar el disco Good News The Next World, con buenas críticas y ventas gracias a temas como She’s a River y Hypnotised.

Para 1998 se publica un disco nuevo, Neapolis, con críticas bastante positivas. Ese mismo año sale una nueva recopilación de sus primeros demos llamada The Early Years 1977-1978.

En 2001 Simple Minds publican un disco con versiones de temas de otros músicos y bandas llamado Neon Lights. En este trabajo se incluyen The Man Who Sold the World de David Bowie, Neon Light de Krafwerk y For Your Pleasure de Roxy Music, entre otros. 

Para 2002 Simple Minds vuelven a realizar una gira mundial presentando además de sus grandes éxitos, el disco nuevo llamado Cry, el cual contiene canciones como Spaceface y New Sunshine Morning, entre otras.

En 2004 publican un box set llamado Silver Box, que incluía además de demos, grabaciones en vivo inéditas y ensayos de la banda, también incluía un disco nuevo, Our Secrets Are The Same, que había sido grabado en 1999 y que no se había publicado hasta ese momento. 

Desde 2005 a la fecha Simple Minds ha grabado seis discos más con buenas críticas en general, demostrando una capacidad innata para reinventarse y evolucionar su estilo musical. Desde sus inicios más oscuros hasta las producciones más accesibles y comerciales, la banda siempre mantuvo una identidad artística única y una habilidad para conectar con su audiencia a través de letras sinceras y emotivas.

Su música ha sido la banda sonora de momentos cruciales en la vida de muchas personas, y su influencia se ha dejado sentir en numerosas bandas posteriores que han seguido sus pasos.

A lo largo de su carrera, Simple Minds ha continuado actuando en conciertos y festivales alrededor del mundo, mostrando que aun después de décadas, su pasión y energía siguen intactas. Además, la inducción al Salón de la Fama del Rock and Roll en 2018 fue un merecido reconocimiento a su impacto duradero en la música.

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