Ya está disponible «Una Canción De Cuna Entre Tempestades», el nuevo disco de The New Raemon.
La labor del observador es sencilla cuando a quien se observa deja tantas pistas para que le entendamos.
Y quizás no tenga nada que ver, pero da la sensación de que el verso con el que se cierra ‘Cielos Estrellados’, la canción colocada en cuarto lugar en la lista definitiva, resume sin querer el estado de ánimo actual del artista catalán: «A la mierda con todo, a ver qué pasa».
Lo bueno de hacer lo que uno quiere es que cuando tu obra tiene ya un tamaño considerable, y en el caso de Raemon (así le tengo agendado en mi teléfono, mitad por la broma y mitad para diferenciarlo del resto de ramones que conozco) empieza a ocupar un espacio reservado en exclusiva a los que persisten, uno acaba convertido en su única referencia.
Y eso es justo lo que ocurre aquí: que las once canciones que dan forma a «Una Canción De Cuna Entre Tempestades» solo recuerdan a The New Raemon. Ese dato ya bastaría para celebrar, pero hay más.
En este nuevo capítulo encontramos al Raemon más agudo, tanto en la voz como en las letras, y quizás no tenga nada que ver, pero da la sensación de que lleva preparándose todos estos años para el momento que ahora se descubre ante él: poner un pie en una multinacional sin perder el equilibrio, sin que falle el relato ni el argumento.
Estamos ante un disco que no se podría haber escrito sin haber fallado, sin haber acertado, sin haber amado, sin haber mentido, sin haber especulado, sin haber soñado, sin haber renunciado, sin haberse boicoteado a sí mismo, sin haber aprendido que la vida, al final, hace siempre su trabajo.
Sin intención de hablar de más y desvelar los momentos clave en los que este disco se convierte en un alfiler y va pinchando diferentes partes de nuestra memoria o de nuestro corazón, la sola existencia de ‘Wittgenstein’ y el dueto deslocalizado y animal con la espectacular Rocío Márquez en ‘Un Posible Final’, justifican la edición de «Una Canción De Cuna Entre Tempestades», porque hay canciones que necesitan rodearse de otras buenas canciones para destacar sobre el conjunto, que necesitan de un vehículo más grande para emprender su viaje hacia la memoria colectiva, igual que sucedió en su día con ‘¿Por qué me llamas a estas horas?’ en «Viva la guerra» (Buena Suerte, 2006) de Standstill o ‘El día de mañana’ en «Juego entrópico» (BCore, 2005) de Nueva Vulcano.
Grabado a principios de 2018 en tres lugares diferentes, rodeado de sus músicos habituales y producido por Raúl Pérez de La Mina (Sevilla), «Una Canción De Cuna Entre Tempestades» desvela que, de todas las caras que hemos conocido de The New Raemon hasta hoy, es probable que estemos por fin ante la mejor.
Texto: Pepo M. Observador freelance
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