Once temas cargados de energía componen este Entre la niebla, y vienen a confirmar lo que estos riojanos se traen entre manos: un sonido a medio camino entre el heavy metal clásico y el hard rock más oscuro.
Ya en LaCarne Magazine nº27 os adelantábamos lo que fue su primer Ep, Despertar, carta de presentación de esta joven banda, que promete un futuro muy alentador. Pues bien, este trabajo, grabado y producido por Dan Díez en los Rock Lab Studios, se compone de once temas llenos de buenas melodías, grandes armonías vocales, una buena base rítmica y unas guitarras bien afiladas. Las composiciones son sencillas pero muy resultonas.
Los primeros temas ““Sed”, la genial “Cada despertar” (que imprime potencia a los primeros temas), “Billy el niño” (atención al solo), y especialmente “Cruce de caminos” beben del heavy más clásico e imprimen gran energía al trabajo. También hay cabida para temas más tranquilos de corte acústico como la versión acústica de “Hacia ningún lugar”, preciosa balada con una gran ejecución y mucho misticismo.
El trabajo baja en intensidad, recuperando un sonido algo más rockero con la tremenda “La cárcel de cristal” o “Acero contra acero”, y vuelve a rebosar de energía con “Hacia ningún lugar”, con una gran melodía de guitarra.
Me sorprende la versión de “Un beso y una flor”, que suena fantástica, pero me resulta un poco fuera de lugar, aunque sé que los riojanos la han hecho marca de la casa y no falta en ningún setlist de sus conciertos. Aún así, con este tema consiguen darle fin a un trabajo bastante correcto.
Van sobraos en:
El combo demuestra tener los mimbres suficientes para buscarse un hueco en el panorama metal. Sonido muy cercano a bandas del estilo como Motley Crue, Skid Row, o Whitesnake.
Lo que yo cambiaría:
Aunque el sonido está bastante conseguido, siempre se puede mejorar. En algunos momentos el disco resulta plano, aunque eso también les pasa a los más experimentados.
La Sentencia:
Gran propuesta de heavy rock la de esta joven banda, demostrando un gran talento tanto en la composición como en la ejecución. Cuarenta minutos de buen heavy rock sin florituras ni artificios, con unas letras muy personales y un sonido muy potente. Escuchadlo porque merece la pena.