Bo Diddley, el hombre de la guitarra cuadrada

No se podría empezar este artículo de otra manera: sin Bo Diddley no existiría el Rock And Roll. Vamos a hablar de una artista imprescindible, que marca el paso entre el Blues y el Rock de manera magistral y elegante. Vamos a hablar del hombre de la guitarra cuadrada, vamos a hablar de Bo Diddley.

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Bo Diddley, el hombre de la guitarra cuadrada

bo diddley

Nacido el 30 de diciembre de 1928 como Ella Bathes en una granja algodonera entre McComb y Magnolia, Misisipi, fue el único hijo de Ethel Wilson, una adolescente de 16 años, y Eugene Bates (padre al que nunca conoció).

A los pocos meses fue dado en adopción a la hermana de su madre, Gussie McDaniel, de quien tomaría el apellido (parece que el nombre de Bo Diddley se lo pondría años después en referencia al arco Diddley, un instrumento casero de una sola cuerda usado en los campos del Sur por los negros).

Al morir su padre adoptivo, en 1933, la familia se marcha a Chicago en busca de un poco de prosperidad. No debemos olvidar que en esta época Chicago era una ciudad emergente gracias a la industria del motor, y mucha gente del Sur marchaba en busca de mejores oportunidades de vida. Esto hizo que a la ciudad llegaran muchos ritmos sureños (ya hemos hablado de Muddy Waters y otros artistas que trajeron el Blues sureño, y lo adaptaron al ritmo frenético de la ciudad creando sonidos nuevos).

En este ambiente tan ecléctico crece nuestro joven Bo, que pronto tiene contacto con la música a través de la Iglesia Bautista Misionera de Chicago Ebenezer, donde comenzó dando clases de trombón y violín. Fijaos si tenía dones, que al poco tiempo se convirtió en miembro de la orquesta de la Iglesia, donde estaría tocando hasta los 18 años, aunque él reconocería que el verdadero influjo en su música vendría de la musical pentecostal (Góspel), más que de estos ritmos bautistas.

Su hermana le regaló una guitarra y también tomaba clases del profesor O. W. Frederick, muy inspirado por las actuaciones que había visto en la calle o colándose en clubs, sobre todo de John Lee Hooker y Muddy Waters.

Conforme van pasando los años, cada vez se liga más a la música. Entre trabajo y trabajo siempre se le podía encontrar tocando en las esquinas de la ciudad, o los clubes más cutres del sur de la ciudad, casi siempre junto a Jerome Green, con quien hacían una suerte de espectáculo donde se tiraban puyas entre canción y canción. La asociación con Green es imprescindible para entender el cambio que realiza Bo en la música, pero lo explicaremos un poquino más adelante.

En 1951 consiguió un trabajo “regular” en el 708 Club, con un repertorio muy influenciado por Louis Jordan, Nat King Cole o Lee Hooker entre otros.

En 1954 ya tenía su propia banda de acompañamiento, compuesta por La Duquesa (su hermanastra) como segunda guitarra, Billy Boy Arnold en la armónica, Franz Kirkland a la batería, Otis Spann al piano, y Jerome Green con las maracas y voz de acompañamiento. Fue el primer artista negro en incluir mujeres en su grupo, y no por feminista ni nada de eso, no os flipéis, sino porque era muy consciente de que la tradición musical del Blues tenía también mucho de matriarcado.

Ese mismo año conseguía un contrato con la filial de Chess Records, Checker Records. En 1955 salía a la luz su primer disco con dos temas: Bo Diddley y I’m A Man. Este disco marca un antes y un después en la música. Con un potente torrente de voz y un sonido inconfundible de guitarra, Bo se mete a todo el mundo en el bolsillo entrando directamente en las listas de éxitos de R&B del momento. Fue invitado al programa de Ed Sullivan (donde él mismo contaba que no le trataron muy bien), y su popularidad creció bastante.

https://youtu.be/bH2BKex_fLs

Bo Diddley, el Arquitecto del Rock

La época de mayor éxito de nuestro artista fue entre 1950 y 1965. Fijaos que entre 1958 y 1963 lanzó nada más y nada menos que 11 álbumes completos. Además, se abrió paso como artista cruzado, pues triunfaba tanto entre público negro como blanco, además sus letras no eran polémicas, todo lo contrario. Normalmente adaptaba temas tradicionales en clave humorística.

https://youtu.be/Ehlmy8prG5c

Hubo una época en la que se hizo bastante comercial, incluso coqueteó con la música surf que se estaba desarrollando en la costa Oeste lanzando dos álbumes bastante curiosos: Surfin’ with Bo Diddley y Bo Diddley Beach Party. Sin embargo, este experimento no era para Bo, cuyos sonidos desafiaban los ritmos limpios y sin distorsionar de las Fender del Surf. La música de Bo sonaba pesada, distorsionada, y con un particular sonido propio que se acerca incluso a Psicodelia.

Vamos a hablar un poco de ese sonido propio que tanto repito. Denominado “el Beat de Bo Diddley” (esto no es fácil de explicar con palabras, creo que en cuanto escuchéis una canción de Bo Diddley no harán falta explicaciones, pero voy a intentarlo…), se trata de un patrón de campana, bastante común en la música africana que se centra en el sonido sincopado. Son composiciones donde es más importante el ritmo que la armonía, que normalmente se reduce a lo más simple.

Para que os hagáis una idea, las canciones de Diddley no tienen ningún cambio de acorde, los músicos tocan el mismo acorde durante todo el tema, así el fuerte de la canción es creado por el ritmo y no por la armonía, a diferencia del Blues y sus punteos y rasgueos de guitarra.

Parece súper complicado, lo sé, pero las canciones de Bo Diddley siempre tienen un golpe de guitarra constante que será eternamente repetido por artistas de Rock de todo el mundo, porque este Beat de Bo Diddley es lo que marca el real inicio del Rock&Roll, separándose del Blues, y lo vais a escuchar en infinidad de artistas posteriores.

Otra de las innovaciones de Bo fue la introducción de una especie de ritmos latinos gracias a las maracas de Jerome Green, que más que acompañar hacían de base percusiva de los golpes de guitarra de Bo.

El sonido que Bo Diddley creó también tenía mucho que ver con su guitarra, instrumento que él mismo desarrolló. Se trataba de una Twang Machine, única en el mundo. Era de cuerpo rectangular (solución que él mismo inventó al hacerse daño con una guitarra convencional cuando se cayó en un concierto). Con el tiempo ideó muchas otras guitarras, de hecho tenía una enorme colección, siendo muy famosa la Cadillac y la Turbo de 5 velocidades.

Bo Diddley siguió y siguió creando y tocando. Compuso para muchos artistas famosos. En 1963 marchó a una gira Europea junto a Everly Brothers, y unos apenas conocidos Rolling Stones. Después de la gira se instaló en Chicago, donde creó su primer estudio de grabación en el sótano de su casa. Allí grabó su mítico Bo Diddley Is A Gunslinger, además produjo y grabó a varios grupos, como The Marquees, un grupo de Doo-Wop local donde cantaba un joven Marvin Gaye.

Los años siguientes siguieron entre conciertos, colaboraciones y reconocimiento (aunque nunca el suficiente). Bo Diddley fue un trabajador incansable que estuvo en activo casi toda su vida. En 1996 sacaría su último álbum de estudio, A Man Amongst Men, con colaboraciones como Keith Richards o The Shirelles.

Sus últimas actuaciones fueron en varios conciertos benéficos a favor de los damnificados por el Katrina en diferentes zonas. Su última interpretación con la guitarra fue una actuación junto al grupo New York Dolls en 2006 para el álbum de estos One Day It Will Pleased Us To Remember Even This.

Moría el 2 de junio de 2008 en su casa de Archer, Florida y el mundo del Rock le rendiría pleitesía por siempre jamás.

Pero como casi siempre ocurre con los músicos negros, Bo Diddley ha sido un artista más venerado en muerte que en vida, a pesar de la revolución que significó su música. La industria musical le maltrató. Grabó más de 20 álbumes con Chess Records, de los cuales apenas vio ganancias a pesar de que casi todos fueron éxitos, pues se vio obligado a vender los derechos de sus canciones, ya que casi no le pagaban las actuaciones en directo.

Además, muchas de sus canciones, incluso su propio ritmo, fueron explotados por artistas (blancos) de todo el mundo consiguiendo más éxito que él, algo de lo que Bo siempre se quejó. Y es que el mundo es así de injusto. Ya lo hemos visto con muchos de los artistas negros que revolucionaron la música, y su nombre se perdió en el olvido hasta que alguien los sacó de ahí para colocarlos en su pedestal más que merecido, pero siempre tarde…

Se dice que Elvis Presley fue el Rey del Rock&Roll, Chuck Berry el Poeta y Bo Diddley el Arquitecto. Algo innegable, pues Bo Diddley ya hacía Rock&Roll cuando los blancos no sabían ni que existía esa música. Así pues, ¡Alabado sea el Arquitecto del Rock!

Puedes escuchar a Bo Diddlye en Spotify.

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Un comentario

  1. El ritmo fundamental de Bo Diddley es el que se conoce como «clave cubana», esos cinco golpes divididos en acentos de 3 y 2 que enfecto llegan de África pero que resultan comunes e imprescindibles en la música de la isla a través de estilos como el Son, la Guaracha o la Trova Tradicional. Lo interesante en Bo Diddley es que lleva ese ritmo a un primer plano con la guitarra sobrecargada de Trémolo y Reverb, de ahí esa fuerza interpretativa y esa invitación a mover las caderas.
    Creo que los ejemplos más claros de la transmisión e internacionalización del estilo de Bo Diddley en el rock tiene ejemplos claros en temas como Not fase away de Rolling Stones y My Generation y Magic Bus de The Who.
    Gracias por este artículo tan necesario y explícito.

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