Marvin Gaye, sensibilidad, dulzura y suavidad

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En esta entrega os voy a contar una historia triste, muy muy triste, rodeada de sexo, música, drogas, culpa, y mucho fanatismo religioso; vamos a hablar de la trágica historia del gran Marvin Gaye.

Preparáos porque es un camino tortuoso y que no acaba nada bien.

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Marvin Gaye y sus primeros pasos en la música

Marvin Pentz Gay (añadió un E a su apellido en honor a su ídolo musical Sam Cooke) nació el 2 de abril de 1939 en la ciudad de Washington D.C., en el seno de una familia marcada por el fanatismo religioso.

Su padre, ministro en la secta cristiana The House of God, una congregación ultraconservadora, era una suerte de personaje despótico, violento, abusador, maltratador y envidioso que marcó la vida y la muerte de nuestro artista, consiguiendo transmitirle una fe enfermiza, y unos códigos de conducta tan estrictos que llevaron a Marvin Gaye a ser un hombre atormentado y contradictorio, que vivió siempre entre la liberación y la culpa moral, y que nunca consiguió conciliar esas dos partes de sí mismo.

Siendo niño, su pasión eran los deportes, incluso quiso dedicarse profesionalmente al atletismo, sueño que su padre truncó rápidamente. Así empezó cantando en el coro de la Iglesia, buscando un escape de su casa.

Con 15 años formó su primer grupo, D.C. Tones, al que seguirán The Rainbows (grupo de doo wop), The Marquees o The Moonglows, con quien sacó su primer sencillo publicado Mama Loocie, en 1959, con la compañía Chess Records (que os tiene que sonar o estáis con los deberes atrasados).

Animado por el éxito de este primer sencillo, se marchó a Detroit, donde comenzó trabajando para la compañía de Berry Gordy Tri Phi, que años más tarde sería absorbida por la archiconocida Tamla Motown.

Aquí comenzó como batería y piano de acompañamiento, y poniendo voz de coros para otros artistas, como The Marvelettes o Smokey Robinson.

El debut le llegó en 1961 con el disco The Soulful Moods of Marvin Gaye. Sin embargo, este disco apenas tuvo éxito. Dos años después se casó con Anna Gordy, la hermana de Berry Gordy.

A mediados de los 60, la compañía usaba mucho la técnica comercial de hacer duetos con sus artistas, así comenzó una época de ellos para Marvin. Primero fue con la estrella femenina del momento, la increíble Mary Wells.

También hizo alguno con Kim Weston, pero sin duda el éxito le vendrá con las interpretaciones junto a Tammi Terrell, con quien tendrá un feeling increíble no sólo encima del escenario.

Se convirtieron en grandes amigos, y ella siempre fue una vía de escape y apoyo para nuestro atormentado artista. Éxitos como Ain’t No Mountain High Enough dan prueba de lo mágicos que eran estos dos interpretando juntos.

Marvin Gaye y su carrera como solista

La historia de Marvin Gaye siempre parece tener una sombra funesta esperándole a la vuelta de la esquina, y en 1967 tienen su primer encontronazo.

Ese año, estando en un ensayo de los conciertos, Tammy se desmayó, literalmente, en los brazos de Marvin. Tenía un tumor cerebral no diagnosticado que se la llevaría 3 años más tarde.

Marvin Gaye nunca se repondría de esta pérdida, su bajada a los infiernos comenzaba con la muerte de su amiga, e incluso años después declaraba: “Siento que, de alguna manera, he muerto con ella”. Pues no te quedaba nada, amigo…

En 1968 da el salto como solista y tiene un éxito rotundo, convirtiéndose en Nº 1 de las listas de R&B, vendiendo más de 4 millones de copias de su disco I Heard It Through The Grapevine, el mayor éxito comercial de los 60 para la compañía Motown.

Sin embargo, nuestro Marvin tenía una mente muy curiosa, y pronto empezó a alejarse de los sonidos Motown, metiéndose de lleno en los 70 y en su contracultura.

Así empezó a componer música con temática social y política, y así es como nos regaló en 1971 el DISCAZO What’s Going On, considerado por muchos como el mejor disco de Soul de la historia.

En él nos habla de los anhelos de una igualdad social, de la protección al medioambiente, de sexo, del contraproducente abuso de las drogas (que nos lo dijera él…), la Guerra de Vietnam o el racismo (se vio afectado por los disturbios de Watts en 1965).

Inolvidable, por siempre, será la canción Mercy Mercy Me (The Ecology). Además, este disco traspasaba musicalmente los límites del Soul tal y como se conocía.

Será el precursor de sonidos Neo-soul, Softsoul o el Rnb (menudo caminito abriste Marvin, tío…) influyendo mucho en artistas como Steve Wonder (efectivamente, sí) o Curtis Mayfield.

Curiosamente este disco tuvo muchos problemas para salir a la luz, pues los todopoderosos presidentes de la compañía consideraban que era poco comercial. Mucho sabían, sí…

En 1973 fue el turno de Let’s Get it On, un álbum donde Marvin Gaye nos muestra sus obsesiones sexuales. De hecho, si no has practicado sexo alguna vez a su ritmo es que no estás haciendo las cosas muy bien.

Marvin va saltando entre susurros y jadeos, con esa voz tan suave y aguda suya con ritmos que hacen mover la cadera casi de manera subconsciente.

Se divorcia de Anna y su relación con Berry empieza a deteriorarse. Es el momento del disco tal vez más íntimo de Marvin Gaye: Here, My Dear.

Adicciones, amantes por todos lados, problemas económicos…, Marvin empezaba a perder el control.

El lado más oscuro de Marvin Gaye

Los años 80 llegan en una vorágine de sentimientos para nuestro artista. Se marcha a Europa y allí graba In Our Lifetime, un disco muy complicado e íntimo con el que finalmente rompe con Motown. Será también el momento del genial Sexual Healing.

Ésta es una época muy complicada para Marvin Gaye. Ya sabéis que había crecido rodeado de complejos y frustraciones impuestas, y dominado por el carácter de su padre.

Siempre fue un hombre complicado con una carga moral que no le permitía ser feliz.

Por un lado tenía inculcado hasta lo más profundo una religiosidad extrema, por otro lado le encantaba el sexo, las drogas y hacer todo lo que tenía interiorizado como que estaba mal.

Pronto empezó a encerrarse en sí mismo, y apenas tenía relación con nadie, incluso entraba en estados de paranoia.

En alguna ocasión declaró: “Me siento triste porque soy un esquizofrénico desgarrado entre multitud de pasiones, deseos y amantes”. Vivía desbordado por el sentimiento de culpa.

Completamente enganchado a la heroína y a la cocaína, y prácticamente arruinado (muchos problemas con hacienda), intenta varias veces desintoxicarse sin ser capaz (y también suicidarse), así que decide volver al hogar familiar para intentar reponerse.

El trágico final de Marvin Gaye

Esto, como veréis, será la tumba (literal) de nuestro artista. La relación de Marvin y su padre nunca fue buena, y con los años estaba más que viciada.

Marvin, sabedor de sus arranques de paranoia e ira, regaló un revólver a su padre por si algún día se ponía agresivo.

La mañana del 1 de abril de 1984, los padres de Marvin estaban teniendo una bronca de las grandes, y él fue a intervenir, momento en que su propio padre le pegó dos disparos a quemarropa, uno en el hombro y otro fatal en el pecho. Marvin hubiese cumplido al día siguiente 45 años.

Sí, sí, habéis leído bien, matado por su propio progenitor, que, por supuesto, declaró el acto en defensa propia. Su mujer declararía en su contra.

Marvin Gaye representa la revolución del Soul, haciéndolo más íntimo y personal. Innovó en arreglos.

Por ejemplo, incluía su voz varias veces a modo de eco, e incluso bajaba su tono para meterse más en la mente del oyente, como si fuese un predicador sexual.

Además, tenía una voz…, una voz dulce y sensual que hacía suya cualquier canción que interpretara.

Ay, Marvin, qué historia tan triste. Menos mal que tus canciones nos dejan una estela de sensibilidad, dulzura y suavidad.

Así que a modo de homenaje, hoy todo el mundo a acurrucarse y/o magrearse a ritmo de Marvin Gaye.

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