¿Deberías asegurar tu instrumento musical?

asegurar tu instrumento

A todos los músicos nos pasa. Todos tenemos mucho aprecio por nuestro instrumento, lo cuidamos, nos gusta tocar con él, nos encanta al fin y al cabo. Puestos a pensar, también debería preocuparnos por ejemplo, si nuestro instrumento cae al suelo, si le haces un roce, etc. ¿Y si te lo roban? ¿Deberías asegurar tu instrumento?

Recientemente he conocido a una banda que ha sufrido el robo de varios instrumentos y ahora se están planteando asegurarlos.

Si eres de los que se preocupan por el estado de su guitarra, batería, etc., y estás pensado en asegurar tu instrumento, primero debes hacerte algunas preguntas para saber si vale la pena el tiempo y dinero que vas a invertir. En primer lugar la pregunta que debes hacerte es quién necesita un seguro para su instrumento. La respuesta es bastante sencilla: si utilizas tu instrumento para ganarte la vida entonces deberías considerar asegurar tu instrumento.

Dependiendo de los seguros, algunos de ellos cubren el robo, daños ocasionados en el instrumento por cualquier circunstancia, reparaciones, etc. Cada póliza de seguros cubre distintas eventualidades, así que asegúrate de elegir bien el tuyo.

Si viajas de forma regular con él, también es conveniente asegurar tu instrumento. En los aviones hay cambios de presión y temperatura, por no hablar del trato que las compañías hacen del equipaje… He visto a músicos que llevaban sus instrumentos de viaje, pero cuando han ido a recoger el equipaje se han encontrado con el instrumento totalmente destrozado. Evidentemente, si esto te sucede puedes poner las quejas oportunas a la compañía con la que has volado, pero podrás cubrirte las espaldas si ya tienes controlado el asegurar tu instrumento.

Si eres un músico aficionado, también deberías tenerlo en cuenta. Imagina que tienes una guitarra muy valiosa o rara, que se cae del soporte y que se parte el mástil. Sería una catástrofe con la consiguiente inversión para arreglarla. Para estos y poder cubrir los gastos de reparación también es aconsejable tener un seguro.

Quizás antes de hacerte un seguro quieras ampliar tu equipo o comprarte una nueva guitarra. Para ello te dejamos un par de artículos que seguro te ayudarán a orientarte:

Elige el mejor amplificador para tu guitarra acústica
Qué debes saber antes de comprarte una nueva guitarra

Ventajas y desventajas de asegurar tu instrumento musical

Tanto si eres músico aficionado, profesional o coleccionista, debes tener en cuenta si por ejemplo vives con niños, animales de compañía o simplemente eres propenso a tener accidentes; también es aconsejable asegurar tu instrumento.

Algunos piensan que no vale la pena pagar una póliza de seguros porque no suelen viajar con su instrumento o que tu instrumento no tiene el valor suficiente. ¿Deberías asegurar tu instrumento?

La decisión es personal y cada uno hace lo que cree más conveniente. Ahora bien, hay muchas ventajas de asegurar tu instrumento. Yo tengo mi Les Paul asegurada y cuando viajo o voy a tocar en directo, voy más tranquilo. Si algo le pasa a mi instrumento, sé que el seguro va a cubrirlo, y que no voy a tener que hacer gastos extras en caso de algún contratiempo.

Hay muchas compañías aseguradoras, pero cuando se trata de instrumentos no todas están preparadas para ello. En mi caso tienen un departamento especializado en músicos y si en algún momento tengo que llamarles para dar parte porque mi Les Paul ha sufrido algún daño, la compañía sabe de qué estoy hablando. Es importante que haya una buena comunicación y entendimiento con la compañía, que cuando le hables de tu Stratocaster sepan que es una guitarra y no piensen que es la marca de tu lavadora. Asegurar tu instrumento no tendría que ser algo complicado.

La ventaja de tener detrás a un especialista es que saben en todo momento qué canal utilizar para notificar cualquier parte que hagas al asegurar tu instrumento.

Pero seamos sinceros, no todos los músicos pueden permitirse asegurar tu instrumento. Es una gasto más al que hay que hacer frente y muchos no pueden afrontarlo.

Algunas aseguradoras pueden que te suban la cuota si has dado algún parte al seguro, lo cual puede significar que tengas que hacer un desembolso con el que no contabas. Por suerte, esto no pasa en todas las compañías, ya que muchas de las políticas de las aseguradoras no tienen este tipo de cuotas extras por dar un parte, y por lo general si te dejan asegurar tu instrumento, suelen ser bastante bajas.

Si vas a asegurar tu instrumento, ojo con la letra pequeña. Hay algunos seguros que no cubren todas las eventualidades o contratiempos que puedas tener con tu instrumento. Por ejemplo, si has guardado tu instrumento en un lugar húmedo y se estropea, si en la aduana de un país te han confiscado el instrumento, o por desgaste; la mayoría de los seguros, no lo cubren.

No asegures tu instrumento con la primera compañía con la que te cruces. Investiga un poco y tómate el tiempo necesario para elegir la que más se adapte a tus necesidades. Hay algunas aseguradoras que pueden ofrecerte diferentes planes para diferentes tipos de instrumentos. Por ejemplo, hay aseguradoras que cubren los amplificadores, las guitarras eléctricas, instrumentos acústicos u orquestales. Cada aseguradora podrá ofrecerte un paquete a medida para cubrir distintos equipos o instrumentos. Algunas aseguradoras incluyen en ese paquete el daño ocasionado a accesorios más pequeños como pedales de efecto, cables, micros, etc; lo cual en algunos casos puede valer la pena.

Es importante también que sepas en qué sitio se encuentra tu aseguradora. Algunas compañías sólo te cubrirán si tienes algún percance en tu país de origen. Infórmate bien sobre esto, sobre todo si vas a viajar con tu instrumento a otro país. Asegúrate de comprobar que estarás cubierto donde quiera que vayas.

Si no sueles viajar con tu instrumento y tu equipo no es particularmente especial, raro o de gran valor, puedes considerar hablar con una compañía de seguros del hogar. Puedes especificar qué elementos quieres que cubra tu seguro fuera de casa. La cuota puede ser más baja que si le haces una póliza de seguro independiente.

Si tocas en directo frecuentemente en espacios públicos (salas, festivales, etc) piensa que quizás valga la pena hacer un seguro de responsabilidad civil para toda la banda. Imagina que le das a alguien con el mástil de la guitarra, o lanzas una baqueta al público y le haces daño a alguien… Estas cosas suelen pasar, pero si tenéis un seguro de responsabilidad civil os ahorraréis el coste de las reclamaciones a terceros por los daños ocasionados.

Buscar una compañía que se adapte a tus necesitades a veces puede ser algo tedioso. Pero es fundamental que te informes de los términos y condiciones de tu aseguradora así como de la violación de ellos para que después no haya sorpresas.

Piensa si necesitas realmente asegurar tu instrumento y si puedes económicamente permitírtelo. Recuerda que la aseguradora debe ofrecerte un paquete que se adapate a tus necesidades. Por ejemplo ¿deberías asegurar tu instrumento cuyo valor es de 250€? ¿puedes permitirte gastarte 45€ al mes en el seguro de tu instrumento? Debes analizar bien estos puntos, saber cuánto te va a costar y si puedes afrontar esos gastos.

Que tengas un seguro no quiere decir que puedas actuar sin consideración. Debes almacenar, mantener y transportar tu instrumento correctamente, ya que es muy difícil reivindicar que los daños causados en tu instrumento han sido ajenos a ti. Así que ya sabes, cuidad de tu equipo lo mejor que puedas.

También es importante que tengas una buena comunicación con tu compañía aseguradora. Si vas a cambiar de dirección, teléfono o cualquier otro cambio, deberás notificarlo a la compañía. De este modo, si tienen que comunicarse contigo por cualquier circunstancia podrán hacerlo sin problemas.

Antes de firmar con cualquier compañía aseguradora, tómate el tiempo que necesites para calcular el valor total de tu equipo o de tu instrumento, así como la cantidad que te costaría reemplazarlo. A veces nos sentimos tentados en bajar la cifra para que la prima no suba mucho, pero no es recomendable porque no se ajustaría a la cantidad real si alguna vez necesitas hacer una reclamación. No subestimes el valor de tu equipo o instrumento.

De hecho algunas compañías requieren hacer una valoración inicial de los instrumentos, sobre todo si son de gran valor. Para ello vale la pena revalorizarlo cada tres años para asegurarse de que el seguro de tu instrumento sea insuficiente

Ojo también dónde guardas tu instrumento. Si vas a guardar tu instrumento en un vehículo, la mayoría de políticas de las aseguradoras requieren que las puertas puedan bloquearse y que mantengas tu instrumento fuera del alcance de la vista. Debes tener cuidado con los lugares donde aparques el vehículo, las puertas deben estar cerradas con llave y si vas a guardar los intrumentos en una sala, ésta debe estar custodiada. Estas especificaciones son requeridas por algunas aseguradoras antes de aceptar cubrir el seguro de tu instrumento.

Si a pesar de todo decides que no vas a asegurar tu instrumento, es conveniente que lo protejas. Hay muchas opciones que pueden reducir el riesgo de sufrir algún contratiempo desagradable.

Una de las formas más seguras para proteger tu instrumento es hacerte con una buena funda o carcasa. Así, si vas a viajar con tu instrumento estará protegido y podrás evitar daños en él. Etiqueta todo el equipo con el nombre de tu grupo, incluso puedes añadir datos de contacto (correo electrónico, dirección, teléfono, etc). Todavía existe buena gente en el mundo y si, por cualquier motivo, has extraviado algo, pueden ponerse en contacto contigo.

Si vas a tocar a cualquier sitio o vas a viajar a otro país, y no tienes seguro, nunca, nunca, nunca dejes tu equipo desatendido en los lugares públicos. Da igual si estás en una sala, en un aeropuerto o en una estación, tu equipo debe estar siempre vigilado.

Si guardas tu equipo en casa o en el local de ensayo no estaría de más tener algún tipo de disuasión visible, como por ejemplo, una alarma antirrobo, que el sitio esté cercado o que sea de difícil acceso, etc. Cualquier forma de disuasión siempre es buena para evitar a los amigos de lo ajeno.

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