Conozco a Duende Josele, musicalmente hablando, de toda la vida, desde que cayó en mis manos su primera maqueta, que me encantó, como todos los sucesivos.
Por ello, y porque está estrenando disco, le hago esta entrevista a mi paisano Duende Josele, que espero que la disfrutéis como yo he disfrutado haciéndola.
Duende Josele ¿Cuándo decidiste o sentiste que querías dedicarte a la música? ¿El “Duende” se tiene o se crea con los años? ¿O ambas cosas?
En mi vida llegó mucho antes la poesía que la música.
Empecé a escribir poemas en el colegio, con once o doce años, pero no sentí la necesidad de componer y cantar mis canciones hasta que llegué a la universidad. Fue todo bastante paulatino.
Creé mi primera banda, El Desván del Duende, en el año 2000. Fue una etapa de mucho aprendizaje, de muchas dudas, de mucho trabajo para grabar los primeros discos y hacer las primeras giras nacionales.
Pero en 2014 ya no era la misma persona que cuando empecé, ni siquiera me interesaba la misma música. Debía ser sincero conmigo mismo y replantear mi carrera.
Disolvimos El Desván, y comencé a dar forma al proyecto Duende Josele con una nueva banda y una idiosincrasia mucho más personal y libre. Desde entonces sigo en lucha, aprendiendo, evolucionando con cada disco.
Respecto al duende, fue un sobrenombre que surgió de forma espontánea. Empezaron a llamarme así algunos compañeros, y después el público.
Creo que, en mi caso, no es un rasgo solamente musical, sino de actitud ante la vida. La idea del duende va vinculada a un espíritu de imaginación, de travesura, de cierta rebeldía…
Personalmente pienso que hay duende en todo lo que se hace con personalidad, con verdad, con amor.
¿Cuáles son tus influencias a la hora de componer?
Mis influencias son lo que veo, lo que me duele ver, lo que me asombra, lo que me emociona, lo que refleja y logra sacar el mundo que tengo dentro de mí, que casi siempre es bastante distinto del mundo real.
Te defines artísticamente como un “Artesano de minorías”. ¿Qué es un “artesano de minorías”?
Me he definido alguna vez así porque son dos términos que me parecen muy complementarios: el artesano es un artista a escala interior, digamos, de expansión espiritual más que masiva, que crea desde un punto de vista universal pero siempre a través de elementos individuales: su forma de ser, de hablar, de pensar, de relacionarse con el medio y los demás.
La minoría a la que me refiero es un oyente o, en general, un receptor que sabe apreciar el boca-oído que mi obra trata de defender, alguien que recibe lo que hago con cierta pureza e independencia en sus gustos, fuera de modas y de grandes medios, tal y como yo trato de expresarla.
En resumen: somos pocas personas haciendo arte para pocas personas. Así me gusta sentirlo.
Recientemente has sacado un comunicado sobre lo ingrato que han sido contigo algunas organizaciones, personas, etc, aprovechándose de tu buena fe y de tu obra para luego no ser correspondido en su apoyo. ¿Hay algo que quieras aclarar o ahondar más en el tema?
Todo lo que sentía (sobre todo, desilusión) lo traté de expresar con la mayor claridad y sinceridad en ese comunicado.
Sin embargo, quizá hay ideas que algunas personas no entendieron y que también tu pregunta deja entrever, pudiendo llevar a equívocos: yo no esperaba que mi apoyo fuera correspondido, sino respetado, es muy distinto.
Hablaba de algo tan básico para cualquier músico como ser respetado, no necesariamente correspondido o apoyado, que eso nunca está en nuestra mano sino en la de quienes reciben nuestra música.
Vivimos tiempos donde el artista, el músico, el poeta, si no sale en la tele o en la radio, suele ser tratado casi siempre como un ciudadano de segunda, al que la gente le suele preguntar: ¿Y a qué te dedicas realmente? ¿No tienes ningún otro oficio? ¿Puedes vivir con la música?
Nuestro trabajo suele ser considerado un producto de simple entretenimiento, de disfrute casi siempre ocioso y gratuito, incluso de hobby o pasatiempo para quien lo ejerce, no sólo para quienes lo reciben.
Justamente de eso me quejo. Y justamente eso trato de dignificar con mi comunicado y, a fin de cuentas, con cada libro o disco que publico.
No obstante, hay algo que quiero dejar muy claro: no me gusta generalizar, ni sobre este tema ni sobre ningún otro.
No todos los ayuntamientos, ONG´s o empresas que piden colaboración a un músico buscan, por supuesto, beneficiarse de nuestro trabajo (o, simplemente, de nuestra imagen) sin un mínimo de respeto, pero algunos claro que lo hacen, siendo conscientes de ello o no.
Quizá ésta es una de las muchas consecuencias del bajo perfil cultural de nuestra sociedad. Se ha acostumbrado a la gente a creer que si no cantamos en OT o en La Voz o en los 40 principales, por decir tres plataformas reconocibles, no somos dignos de cierto trato.
Es muy triste, en nuestro país, y en pleno siglo XXI, que los creadores sigamos teniendo que cargar con el estigma de que el nuestro no es un oficio respetable; y no digo ni siquiera digno de cierta compensación económica o de cierto prestigio público (tal y como ocurre en muchos otros países y sociedades), sino de simple y justo respeto hacia lo que hacemos, es decir, hacia lo que somos.
Al final de dicho comunicado, haces un llamamiento a toda persona, organización, etc, que quiera colaborar en el disco para que lo haga. ¿De qué formas pueden apoyar tu disco?
Hay muchas formas de apoyar el trabajo de un artista, pero fundamentalmente, como todo el mundo debería ya saber, hay dos: comprando su obra y yendo a sus conciertos, porque los músicos independientes curramos muchísimo, pero por desgracia casi todo ese trabajo se hace en la sombra y en absoluta soledad…
Y no tenemos un sueldo mínimo, ni unos horarios fijos, ni casi ningún apoyo social al que recurrir en los malos momentos.
Mis dos últimos discolibros los vendo directamente por mi web. No quiero intermediarios que se lo encarezcan al comprador, ni que, a su vez, se aprovechen de mí, por eso puedo ofrecerlos a 15€ con dedicatoria y envío a domicilio.
Un precio que cualquiera que lo haya escuchado y leído sabe bien que es un precio equitativo con respecto a su valor.
También estoy haciendo muchos conciertos últimamente a after-pay o taquilla inversa: la gente entra gratis al concierto y al salir paga lo que cree que mi espectáculo vale.
Así trato de ser justo con mi público y, en algunas ciudades, suelo ganar tanto o más que por entrada a taquilla.
En la actualidad es muy difícil crecer sin promoción, sin visualización en redes, en medios, etc., por muy bueno que sea tu trabajo.
Por eso yo creo en el boca a boca como fórmula coherente para que la calidad de un disco pueda también ser respaldada con cantidad de público y ventas.
Lo que ofrecía en mi comunicado es que muchas ONG´s y asociaciones con las que he colaborado a lo largo de 20 años, a su vez, colaboren conmigo ayudándome a promocionar mi obra. Muchas cuentan con cientos o miles de socios…
Mi propuesta es que esos socios puedan conocer y valorar el trabajo de los artistas que colaboramos con ellos por medio de una nota de prensa o un comunicado interno, algo muy sencillo y sin coste económico; exactamente igual que yo suelo dar a conocer a mi público los proyectos y causas con los que colaboro.
Se trata de generar redes comunes, no ser siempre los artistas los que colaboremos cuando se nos pide ayuda, sino tender puentes y cooperar en las dos direcciones. Creo que es lo más justo y lo más inteligente para ambas partes.
Próximamente va a salir a la venta el segundo disco-libro de Duende Josele titulado “Desnudos Integrales” a través del mecenazgo (crowdfunding) ¿Cuál es el significado del título del disco? ¿Qué puedes contar sobre su producción, temática, composición, etc?
Llevo 20 años desnudándome en mis libros y discos como persona, como individuo social, como creador…, pero creo que nunca me he desnudado tanto como en este discolibro, por eso lo he titulado “Desnudos integrales”.
Será un disco totalmente autogestionado, como “La Semilla”. Formado por 12 canciones y 39 poemas de muy diversas temáticas y estilos musicales, con producción de dos grandes músicos y amigos: Diego Pozo “El Ratón” y Lele Leiva.
Su edición y fabricación ha sido posible gracias a la colaboración económica de más de 200 mecenas.
Creo, sinceramente, que es el trabajo, de los 5 discos que he grabado hasta ahora, que mejor me define creativamente.
Saldrá en febrero del 2019, aunque ya he dado por Youtube un adelanto de la canción “Incoherente colectivo”, que canto junto al rapero Sharif.
Has colaborado con multitud de artistas (Los Delinqüentes, Albertucho, Poncho K, Luis Pastor, Bebe, La Cabra Mecánica, La Excepción, Gecko Turner, Pedro Guerra, etc). ¿En esta ocasión cuentas también con colaboraciones en el disco?
Por supuesto. Creo que los verbos colaborar y compartir son ineludibles en nuestro oficio para avanzar, para crecer, para unir formas de creación. Hay colaboradores en varias canciones de este disco.
Quizá los cantantes, como el rapero Sharif o el cantautor Luis Pastor, entre otros, sean los más reconocidos para el gran público, pero también hay instrumentistas, arreglistas y hasta productores que han trabajado codo a codo conmigo por pura amistad y generosidad.
Duende Josele, eres músico, poeta, escritor, has protagonizado espectáculos musicales, etc., pareces un artista del Renacimiento. ¿De dónde sacas el tiempo para hacer todo lo que haces? ¿En qué faceta te encuentras más cómodo?
Pues, aunque me interesa bastante esa época histórica, no soy un artista del Renacimiento, ni mucho menos.
Casi todos ellos trabajaban al amparo de algún mecenas ricachón que les hacía escribir o pintar o componer lo que más les convenía.
Yo, por desgracia, no tengo ese respaldo económico en pleno siglo XXI, pero por suerte soy libre, independiente y feliz con lo que hago, al contrario que muchos de aquellos artistas renacentistas.
Personalmente, la palabra artista me da mucho respeto. Me considero simplemente un creador, un creador comprometido con mi tiempo. Alguien que siente, piensa y crea principalmente desde la poesía.
Nada de lo que hago y canto tendría sentido sin poesía.
Ésta es la faceta en la que me siento más cómodo, y en la que creo que mejor me expreso, aunque al final la termine desarrollando en un disco, en un libro, en un espectáculo en directo, en un relato corto, o en un artículo de prensa. La poesía es mi idioma esencial.
El tiempo lo saco del día, de la noche y sobre todo de los viajes. Como no tengo (ni quiero) carnet de conducir, suelo moverme en tren, bus o avión. Me queda mucho tiempo para crear, proyectar, corregir y pensar en los viajes.
Tras 20 años de carrera, ¿qué balance harías de toda tu trayectoria? ¿Cuáles son los pros y contras del mundo de la música?
Esta pregunta es muy difícil de responder con justicia. Además, siempre me ha gustado más mirar hacia delante que hacia atrás, pero en general creo que vivo un excelente momento creativo, aunque seguramente no es mi mejor época, comercialmente hablando, quizá porque pienso más en cantar lo que me apetece cantar que lo que se espera de mí que cante.
Hacer música exige vivir continuamente en la cuerda floja, buscando el equilibro entre lo que eres y lo que quieres ser, entre lo que quieres ser y lo que los demás quieren que seas, entre la expresión y la comercialización, entre el éxito personal y, casi siempre, el fracaso comercial…
El gran pro de la música, en mi caso, es que me da la posibilidad de abrir fronteras a mi poesía y expresarme frente a un público más plural y heterogéneo que el público, más minoritario, que lee mis libros.
Y el gran contra que encuentro es que mi música avanza, en gran parte, contra las modas y los cauces oficiales, por eso me cuesta tanto esfuerzo sacar un disco, hacer una gira y, a veces, llegar a fin de mes.
Soy muy consciente de que he elegido un camino difícil, pero también me siento un privilegiado por haber llegado hasta aquí sin traicionarme en ninguno de mis principios.
¿Consideras que a día de hoy se apoya al artista, o, al contrario, cada vez se ponen más trabas a la producción artística?
Se apoya, básicamente, lo que ya responde a una fórmula comercial clara y probada, lo que se sabe de antemano que va a funcionar y a vender, o lo que, por el contrario, se puede modelar hasta crear el producto deseado (no sólo musicalmente, sino también en la forma de vestirse, de peinarse y hasta de mostrarse frente al público y los medios).
Yo pertenezco a un tipo de músicos independientes que huye de todo eso, por esta razón solemos ser incómodos para las grandes compañías y los productores que buscan más la rentabilidad económica que el valor puramente artístico.
Y, además, canto mis propias canciones con mi propio acento y con mi propia voz, que casualmente no recuerda a la voz de nadie.
Por eso, seguramente, hay tan pocas personas, compañías y productoras que se han atrevido a apoyar mi música verdaderamente en estos 20 años. No soy fácil de encasillar. Y a mucha honra.
Sólo hay que echar un vistazo al panorama musical general y se puede comprobar que la creatividad, la originalidad y lo distinto brilla por su ausencia en los grandes medios, en los grandes festivales y en las grandes discográficas: triunfitos, bandas tributo, grupos de los noventa que regresan, modelos y bailarines a ritmo de reguetón, hijos de, sobrinos de, duetos firmados a golpe de talón, tetas, culos y mucha gomina…
Nada de eso tiene que ver conmigo ni con mi música, evidentemente. La música que admiro y la música que hago tienen más que ver con esencia que con apariencia.
Todos aquellos que quieran adquirir el material de Duende Josele, ¿dónde pueden adquirirlo?
Pueden encontrarlo en mis conciertos y recitales, o pedirlo a través de info@duendejosele.com o por cualquiera de las redes de Duende Josele: Youtube, Spotify, Facebook, Instagram o Twitter. Se lo haremos llegar a domicilio muy gustosos.
¿Tienes programado conciertos para la presentación del disco? ¿Cuándo y dónde van a ser?
Sí, a partir de febrero los anunciaremos. Habrá, prioritariamente, en Extremadura, Madrid, Barcelona y Andalucía.
Quienes quieran estar informados de la gira a tiempo real, pueden darse de alta en la newsletter de nuestra web o a través del mismo correo electrónico.
Duende Josele, agradeciéndote enormemente la entrevista, ¿quieres dejar un mensaje a los lectores?
Que sean felices. Que huyan de la mediocridad que el mundo nos ofrece habitualmente.
Que sean exigentes con los libros que leen y con los discos que escuchan, porque esos libros y discos, a fin de cuentas, les harán mejores personas.
Que le den una oportunidad al asombro de lo desconocido, al menos una vez al día. Y muchas gracias por el interés, a los que hayan llegado leyendo hasta aquí.
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