No todas las bandas emergentes logran dejar huella tan pronto, pero lo de FIVE es otra historia. Este quinteto barcelonés de Rock Metal alternativo ha conseguido en apenas unos años lo que muchos persiguen durante toda una carrera: reconocimiento, público fiel y una identidad sonora propia. Tras sorprender con la crudeza y frescura de su primer EP Madness, el grupo regresa en 2025 con Fairy Tales, un trabajo más maduro, ambicioso y lleno de matices, donde la potencia convive con melodías más cuidadas.
El impacto de FIVE no ha pasado desapercibido fuera de nuestras fronteras: la banda fue nominada recientemente a “Mejor Banda Internacional” por la emisora británica Wigwam, quedando en un impresionante segundo puesto frente a más de 5.000 proyectos de todo el mundo. Una prueba de que su propuesta está calando fuerte dentro de la escena alternativa europea y que lo suyo no es solo una promesa, sino la realidad de un viaje imparable de Barcelona al Mundo.
Orígenes y sonido de la banda

Detrás de cada banda hay una historia que no siempre empieza con un riff, sino con una conexión humana. En el caso de FIVE, esa unión parece haber estado presente desde el principio. ¿Cómo os conocisteis y qué os llevó a formar la banda?
FIVE, tal como la conocéis hoy, tomó forma en 2020, aunque la chispa se encendió mucho antes. Todo comenzó cuando Miki, con la idea de formar una banda de blues, se reunió con su amigo Jordi al bajo. Poco después, Miki invitó a su hermana Nury a asumir el rol de vocalista, y Héctor se sumó a la batería. Sin grandes pretensiones de consolidar una formación definitiva, el plan inicial era incorporar una segunda guitarra, y así entró Rick en escena.
Con el paso del tiempo, la banda fue evolucionando: Quim tomó el relevo de Jordi en el bajo, Edgar dejó el proyecto y, tras una etapa de transición, Marc se incorporó a la batería. Desde entonces, la alineación se ha mantenido estable. Llevamos en el ADN influencias del Blues, rock alternativo, el metal y el grunge. Lo curioso es que, a pesar de que todo empezó con la idea de tocar blues, nunca lo hemos hecho jajaja, y quizá ahí está la clave: FIVE no nació de un género, sino de una conexión. Lo que nos define no es un estilo cerrado, sino la energía que compartimos y la libertad de explorar nuestro propio sonido.
Basta escuchar unos segundos de cualquiera de vuestros temas para sentir una mezcla de fuerza, melodía y profundidad. Un sonido que remite al rock de los 90, pero con una producción moderna y muy personal. Vuestro sonido mezcla rock alternativo, metal y grunge. ¿Cómo definiríais vuestra propuesta para alguien que aún no os ha escuchado?
Es el eco de los 90, pero con cicatrices nuevas. Mezclamos la crudeza del grunge, la potencia del metal y la introspección del rock alternativo para crear algo que no busca encajar, sino resonar. Cada tema es una conversación entre la rabia y la belleza, entre lo que duele y lo que libera. No nos interesa sonar ‘correctos’, nos interesa sonar reales. Another Life es el reflejo más claro de eso: una canción que habla de segundas oportunidades, de romper con lo que te ata y volver a respirar. Mezcla la crudeza del grunge, la intensidad del metal y la emoción del rock alternativo porque es lo que nos mueve, lo que nos representa.
Toda banda es, en parte, la suma de lo que escucha. Pero también de lo que decide dejar fuera. El sonido de FIVE parece moverse con equilibrio entre la nostalgia de los 90 y la contundencia del metal actual. ¿Qué influencias musicales han sido clave en la evolución del sonido de FIVE?
Cada uno de nosotros llega con una mochila distinta: hay quien viene del blues, quien ha mamado metal —tanto el Old School como el moderno—, quien trae el punk en la sangre, y quien se ha empapado de grunge desde siempre. Bandas como The Cult, Alice in Chains, Riverside, Whitesnake, Black Sabbath…, son tantas que es difícil resumirlas en tan pocas líneas. Han sido verdaderos pilares para nosotros, pero también nos inspiran artistas menos evidentes, desde propuestas más melódicas hasta sonidos más experimentales.
Lo esencial es que todo lo que entra en nuestro universo musical pasa por el filtro FIVE: lo desarmamos, lo reinterpretamos y lo reconstruimos hasta que suena a nosotros. No se trata de copiar influencias, sino de transformarlas en algo que nos represente. Ese equilibrio entre la nostalgia y la fuerza actual es lo que define nuestra evolución.
El sonido de FIVE no parece construido por piezas sueltas, sino por una maquinaria bien engrasada donde cada integrante aporta algo esencial. Una banda es tan fuerte como su cohesión interna, y en vuestro caso, esa química se escucha. ¿Cuál es la mayor fortaleza que aporta cada miembro al conjunto del sonido de FIVE?
El sonido de FIVE no nace de piezas ensambladas, sino de una conexión real entre cinco personas. Cada uno empuja desde su lugar, con su lenguaje y su energía, pero todos compartimos la misma visión. Lo más valioso es que no hay lucha de egos, hay escucha. Cada uno sabe cuándo tomar el protagonismo y cuándo dejar espacio, y esa química no se fuerza, se cultiva.
Nuevo disco: Fairy Tales y proceso creativo
Tras la buena acogida de Madness, había dos caminos posibles: repetir fórmula o arriesgar hacia una nueva identidad sonora. Fairy Tales deja claro que optasteis por lo segundo. Fairy Tales marca una nueva etapa para la banda. ¿En qué momento sentisteis que era hora de crear un nuevo EP?
Después de Madness sabíamos que quedarnos en la misma fórmula sería cómodo, pero no fiel a lo que somos. FIVE siempre ha sido una banda que se mueve por impulso creativo. Fairy Tales empezó a tomar forma cuando las nuevas canciones comenzaron a exigir espacio propio. No eran una continuación, eran otro universo: más oscuro, más melódico, más pesado y más visceral. Sentimos que estábamos entrando en una nueva etapa, y había que capturarla con honestidad.
Queríamos un sonido más grande, más definido, con más carácter. No se trataba solo de evolucionar, sino de atrevernos a romper con lo anterior sin perder nuestra esencia. Cada tema de Fairy Tales tiene su propia atmósfera, pero todos comparten ese ADN que nos une como banda.
Más allá de la tecnología, el ambiente de grabación puede influir mucho en la creatividad. ¿Qué papel jugó Wheel Sound Studio y la colaboración con Txosse en el proceso artístico de este EP?
Wheel Sound Studio no fue solo el lugar donde grabamos Fairy Tales, también ha dado vida a Madness. Fue el sitio donde nuestra música empezó a latir. Txosse fue nuestro cómplice en todo el proceso: nos retó, nos sacó de la zona de confort y nos llevó al límite. Cuando pensábamos que ya lo habíamos dado todo, él nos hacía ir una vuelta más. No por capricho, sino porque sabía que ahí estaba la magia. Y tenía razón. Con él, grabar no es solo apretar “Rec”, es una experiencia que te cambia.
En comparación con Madness, el nuevo EP suena más pulido, más definido y más ambicioso en lo sonoro. Da la sensación de que cada textura ha sido cuidadosamente pensada. ¿Qué elementos técnicos o artísticos queríais resaltar en esta ocasión?
Con Fairy Tales queremos dar un paso más allá: construir un sonido más pulido y potente, sin sacrificar la crudeza que nos define. También exploramos el espacio sonoro. Jugamos con panorámicas, reverbs y delays para que cada canción tuviera su atmósfera propia, como si entraras en una habitación distinta con cada track. La intención es que el oyente no solo escuche el EP, sino que lo viva. Que, al cerrar los ojos, sintiera que está dentro del local, rodeado por el sonido, por la energía, por nosotros. Fue un proceso meticuloso, pero nunca frío. Cada textura fue pensada pero también sentida. Porque al final, lo técnico solo tiene sentido si amplifica lo que quieres expresar.
Con el primer EP, muchas veces se aprende sobre la marcha. En el segundo, uno ya sabe qué quiere y cómo lograrlo. Fairy Tales suena a un proyecto más intencionado y menos impulsivo. ¿Qué diferencias sentís entre este proceso creativo y el del anterior EP Madness?
Con Madness todo fue más instintivo, casi visceral. Estábamos descubriendo nuestro sonido, aprendiendo mientras grabábamos, y eso le dio una energía muy cruda, muy directa. Fue como lanzarse al vacío con la adrenalina a tope.
En cambio, con Fairy Tales llegamos con las ideas mucho más claras. Sabíamos qué queríamos transmitir y cómo construirlo. Hubo más trabajo previo: más tiempo para componer, para probar arreglos, para afinar cada detalle. Fue un proceso más consciente, más intencionado, y creemos que eso se refleja en el resultado. El EP tiene más cohesión, más atmósfera, pero sin perder la intensidad.
Hoy en día, el diseño gráfico no solo acompaña al disco: lo representa, lo comunica y lo posiciona. En una banda como FIVE, con una identidad tan definida, la imagen también habla. ¿Qué importancia le dais al aspecto visual en relación con el sonido que proponéis?
Para nosotros, la imagen no es un complemento: es una extensión del sonido. El arte de Fairy Tales está pensado para provocar la misma sensación que la música. Esa mezcla de crudeza y belleza, de oscuridad y luz, está presente tanto en las canciones como en la portada. Queremos que, al ver el diseño, ya empieces a entrar en el mundo del EP. Que te genere una emoción, una inquietud, una expectativa. La estética de FIVE siempre ha sido parte de nuestra identidad, y en este caso, cuidamos cada detalle visual para que hablara el mismo idioma que las canciones
Directos y próximos planes
Hay bandas que suenan bien en disco y otras que crecen sobre el escenario. En vuestro caso, la energía del directo parece ser una extensión natural del estudio, pero también un espacio donde conectáis de forma más visceral con el público. ¿Cómo trasladáis el sonido de estudio al directo?
En directo no intentamos replicar el estudio al milímetro, buscamos ir más allá. Queremos que las canciones respiren, que se expandan, que se transformen con la energía del momento. En otras palabras, en directo no replicamos el estudio, lo desbordamos.
No todos los días una banda emergente española se cuela entre las finalistas de un premio internacional, y menos aún logra el segundo puesto. Más allá del mérito, debe haber sido un impulso emocional muy potente para el grupo. ¿Qué ha significado para vosotros alcanzar ese segundo puesto en los premios Wigwam, compitiendo con bandas de todo el mundo?
Alcanzar el segundo puesto en los premios Wigwam ha sido un hito significativo para nosotros. Competir con bandas de distintos países y obtener ese reconocimiento internacional nos permitió validar nuestro proyecto desde una perspectiva externa. Más allá del componente emocional, que sin duda ha sido muy estimulante, este logro nos ha servido como indicador claro de que nuestra propuesta artística tiene capacidad de impacto global. Nos ha reforzado la confianza en nuestra dirección creativa, y nos ha motivado a seguir desarrollando nuestro sonido con ambición y coherencia.
Una nominación internacional como la de Wigwam no solo reconoce vuestro trabajo artístico, también os sitúa en el radar de nuevos públicos, medios y promotores fuera de España. ¿Cómo ha impactado esa nominación internacional en vuestra proyección como banda?
No ha sido algo que nos haya cambiado la vida de un día para otro, pero sí nos ha dado un pequeño empujón y algo de visibilidad fuera. Algunos medios y gente de otros países se han interesado por lo que hacemos, y eso siempre anima. Más que abrirnos todas las puertas, ha sido una motivación extra para seguir trabajando y creciendo.
Hay conciertos en los que la energía entre la banda y el público fluye de forma natural, como si se tratara de una conversación sin palabras. De esas noches que no se olvidan fácilmente. ¿Qué conciertos recientes han sido especialmente significativos para vosotros?
Los conciertos en el Festival Rubí Rock, la Festas de Poblenou y Sabadell, así como el Festival de PDF Music, Live Music in Cubelles, han sido especialmente significativos para nosotros. En cada uno de ellos se generó una conexión inmediata con el público, desde el primer acorde. La energía fue constante, y todos los elementos —la respuesta de la audiencia, la cohesión de la banda, el sonido y el entorno— contribuyeron a crear experiencias memorables. Este tipo de actuaciones no solo fortalecen nuestra presencia en directo, sino que también consolidan nuestra relación con el público local y refuerzan nuestra identidad como banda en crecimiento.
Fairy Tales representa una nueva etapa para FIVE, y sería natural que esa transformación también se celebrara en vivo. El directo puede ser el broche perfecto para cerrar este ciclo creativo. ¿Hay gira o presentación especial en camino para acompañar el lanzamiento de Fairy Tales?
Sí, estamos preparando una serie de fechas para presentar el EP como se merece. Queremos que cada concierto sea una experiencia, no solo un setlist. Habrá sorpresas, algún tema que nunca hemos tocado en vivo y, por supuesto, toda la energía que FIVE lleva al escenario
Fairy Tales parece marcar el cierre de un ciclo y, a la vez, la apertura de uno nuevo. Con una identidad más consolidada, es inevitable preguntarse hacia dónde se dirige el proyecto ahora. Ha sido genial conocer vuestra música!
Fairy Tales es gasolina para lo que viene, es un punto de inflexión en el recorrido, el cierre de una etapa de consolidación artística, y, al mismo tiempo, el inicio de una nueva fase de exploración creativa. Seguir componiendo, experimentar con nuevos sonidos, pisar escenarios que aún no hemos tocado y llevar nuestra música a todos los rincones posibles. Esto es solo el principio de una etapa más ambiciosa, más intensa y más libre. El objetivo sigue siendo el mismo: que la música de FIVE crezca, que llegue a más oídos, y que siga tocando corazones
Un abrazo enorme a LaCarne Magazine y a todo su equipo por apostar por la música con garra y por dar voz a proyectos como el nuestro.
Gracias por acompañarnos en este viaje. Nos vemos en los escenarios, o donde la música nos lleve.
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