Haken, entre lo extraño y lo contemporáneo

El pasado 3 de marzo la banda inglesa de Metal Progresivo Haken sacó al mercado el que viene siendo su séptimo trabajo discográfico hasta el momento.

Se trata de Fauna, un álbum que pasa de lo conceptual a lo temático, con influencias del Rock Progresivo de la vieja escuela, combinando el estilo Djent y líneas melódicas modernas que contrastan entre sí con arreglos de primera, de manera tal que pareciera una reivindicación con sus fans, ya que en el pasado no les había ido tan bien con sus últimos álbumes, Vector y Virus, que, aunque musicalmente son muy buenos, no fueron bien aceptados por la crítica en general.

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Haken, entre lo extraño y lo contemporáneo

Si bien The Mountain fue el álbum que impulsaría su carrera y el que es considerado el mejor hasta el momento, creo que había que darle algo más de tiempo a Haken para que en su continua exploración encontraran de nuevo ese camino y no cayeran en el cliché de autocopiarse, el ejercicio de tratar de reinventarse o crear algo nuevo o diferente a lo que vienes haciendo sin descuidar ese sonido propio que ya se ha logrado no es tarea fácil, y es por ello que en ocasiones las bandas tienen pequeños tropezones en su proceso creativo; sin embargo, en el caso de Fauna se ve un claro intento de volver a las raíces pero con ese toque de modernidad en su continua exploración.

Haken en la actualidad es considerada la banda más relevante de lo que viene a ser el rock progresivo de nuestros tiempos, es por ello que se esperaba mucho de este nuevo álbum que a mi parecer no decepciona, por el contrario, nos deja en claro que habrá Haken para mucho más tiempo.

Fauna, el nuevo trabajo de Haken

Entrando ya en materia, Fauna es un álbum con una temática interesante, parte de la premisa de que cada canción tiene un animal asignado. El concepto lírico es el de crear un paralelismo entre el mundo animal que se conecta con características del mundo humano, eso fue lo que explicó su vocalista Ross Jennings.

Añade que cada canción contiene capaz y algunas son más obvias que otras. Además de ello, es importante resaltar que con el regreso de su teclista Peter Jones a la banda, su sonido ha tenido un impacto significativo, cosa que refresca el sonido de Haken.

Antes de ir a la música, quisiera que dieran un vistazo a la caratula. Visualmente llama la atención, si observas con detenimiento, encontrarás que aparecen todos los animales del disco en la caratula, todo el arte hace parte coherente con el concepto que han querido plantear en Fauna. El diseño es bastante sobrio, elegante, con colores vintage y lleno de detalles sutiles.

Ahora sí, el álbum inicia con Taurus. En los primeros segundos podemos apreciar un riff al estilo Djent, con armónicos sucios en la guitarra, apoyado de tonalidades graves en el bajo, acompañada de ritmos sincopados que se entrelazan con la voz suave y melódica que le imprime Jennings con cierto toque melancólico.

Y no es para menos, esta canción trata sobre el ñu, haciendo una apología a la destrucción y desplazamiento en comparación con los efectos devastadores que deja la guerra.

Continuamos con Nightingale, una canción que connota el sonido clásico de la banda. Ésta es más accesible e incluso radial, con líneas melódicas bien elaboradas y cortes rítmicos que la hacen interesante de escuchar. Me gustó mucho las dinámicas de esta canción.

Tras el minuto 5:05, después de un estallido en la cúspide del tema, llega la relajación total, como cuando vas navegando por un rápido y luego desembocas en un río tranquilo que luego te lanza al mar en una subida de olas que te llevan finalmente a salvo y te dejan en el puerto sin aliento.

Por su parte, The Alphabet Of Me tiene un aire moderno combinado con ese estilo melódico del progresivo ochentero. El bajo de Conner Green se luce en esta pieza. Al final unos coros de voces hacen juego con las partes instrumentales que adorna una trompeta muy a lo Miles Davis, dándole un toque jazzero que encanta.

De esta manera desembocamos en Sempiternal Beings, un tema que va de menos a más, con crescendos y decrescendos que hacen que sea bastante dinámica. Rítmicamente es bastante equilibrada, con métricas irregulares y riff potentes, que juega un contraste interesante con la canción que sigue, Beneath The White Rainbow, con una estructura sólida.

Demuestran a un Haken pesado y agresivo si se quiere, destaca en particular la sección del puente en cuyos staccatos de piano, bajo y batería van perfectamente sincronizados.

Entre tanto, Island of Clouds es un claro ejemplo del progresivo, una canción muy bien concebida, buenas armonías, arreglos vocales de lujo, riffs potentes y la batería contundente de Raymond Hearne, que sabe bien en qué momento detenerse para que la canción respire y cómo incorporarse de nuevo, dándole importancia al silencio, esa pequeña pausa que le da aire propio a una canción y evita la fatiga en el oyente. Definitivamente, éste es el tema a nivel compositivo mejor estructurado.

Lovebite es una remembranza del Rock Progresivo de antaño, incluso se alcanzan a colar algunos arreglos muy Funky que solían usar las bandas en los ochentas. La canción es bastante pegajosa, se te queda en la cabeza. Tiene unos ambientes increíbles, refresca muy bien el álbum con ese ambiente optimista. Me encantó el trabajo de las guitarras de Charles Griffiths y Richard Henshall. De hecho, el solo de guitarra corto, pero sustancioso, fue lo que más me atrapo.

Nos vamos acercando al final del álbum con Elephants Never Forget. Ésta es la canción más larga del álbum, con 11:07 minutos de duración. Es la pieza más épica de Fauna, prácticamente enmarca el concepto del álbum.

Es un tema lleno de matices, la majestuosidad de las guitarras de Griffiths y Henshall hacen que el oyente disfrute de principio a fin, mientras van navegando por las melodías contrastantes de Jennings, que se apoyan en las atmósferas y arreglos de Jones. Y ni que hablar de los fills de batería que Ray Hearne pone en el momento exacto, dándole lo justo al tema en su composición, y haciendo de esta pieza una obra maestra con la que quedas encantado.

Finalizamos con Eyes Of Ebony, una canción nostálgica, emocional y llena de melancolía, que trata sobre la extinción del imponente rinoceronte blanco, y contrasta con el fallecimiento reciente del padre de Hensall, y quien en los inicios de la banda fuera un gran apoyo ayudándolos a promover, y participando activamente durante los años de formación y arduo trabajo que posicionó a Haken en donde hoy se encuentran.

En definitiva, fue muy bien elegida esta canción para cerrar el disco, es un digno final que te deja queriendo más. De hecho, cuando lo terminé de oír por primera vez lo repetí inmediatamente. En mi segunda apreciación empecé a descubrir nuevos detalles que me llamaron aún más la atención, pero eso ya lo dejaré para que cada quien a priori tenga la oportunidad de analizarlo, y tener su propia opinión personal.

Lo que sí puedo decirles es que recomiendo mucho a Fauna. Eso sí, cuando lo vayan a escuchar, háganlo con el mejor sonido que tengan a la mano, bien sean unos parlantes óptimos o audífonos de buena calidad, para que logren captar cada detalle. Por lo pronto, los espero en un próximo articulo y les recuerdo estar inscritos en LaCarne Magazine.

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