Diez temas muy maduros que combinan todavía mejor lo masculino con lo femenino resultante de la ecuación perfecta entre las puntiagudas guitarras de Jave con la voz cada vez más sobrada de Eva.
Siempre me he imaginado a Idealipsticks como una banda neoyorkina de garito. Sonando frescos e inmediatos, pero sudando rock clásico con algunos restos de purpurina glam en la chupa. En Surreal as Reality los Ryjlen han robado a punta de navaja un Mustang cargado de armas a la puerta del CBGB y se dirigen a toda velocidad hacia Nueva Orleans.
Este disco huele a cuero desde el demoledor riff con el que arranca ‘Supreme Machine’. El sonido de Idealipsticks es mucho más grueso, oscuro y contundente, y el blues se les ha metido hasta los huesos. ‘On the run’ supura vudú eléctrico que florece en un estribillo redondo para el verano del ‘67. Con los Ryjlen nunca se sabe, lo mismo te montan un guateque pasado de voltios en ‘Under your bones’ o ‘Backtown Rd’, que te invitan a fumar un cigarrillo a la fresca con su productor, Paul Grau, en ‘Sick of this’. O igual te aplastan sin piedad bajo una pared de ladrillos en ‘The black Saints path’, así que no te fíes.
Les ha tenido que resultar difícil elegir un single. La elección recae en ‘Black hole’, un tema incontestable a dos voces, muy al estilo Ryjlen, con el que la banda se deja salpicar por los sonidos más en boga de unos Jack White o Black Keys. Sin embargo podrían haber sido perfectamente la trepidante ‘Running through the jungle’ o la absolutamente impecable ‘Sinner’ las elegidas para convertirse en hits indiscutibles.
Idealipsticks siguen fieles a su estilo de rock clásico y visceral (resulta imposible no imaginarse a Hendrix tocando el inicio de ‘Cathouse’ ) han cambiado la latitud y temperatura de sus composiciones, pero mantienen la clase el estilo y un sonido perfectamente reconocible. Una delicia que nadie se cansará de escuchar una y otra vez.