Compartimos una mañana mágica en el hogar de Illapa, rodeados de elementales naturales, historias surreales, la hojita de coca con su bicarbonato para el buen akulliku Astoria (el cigarrito) para acompañar la charla y las buenas vibras, junto a Lilí (la canina), compañera de Diego Gómez, vocalista y director de la banda Illapa, con quien conversamos de los pormenores del nuevo disco, escuchando un adelanto del próximo material que se prepara con dedicación y pasión para salir pronto a la luz.
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Illapa, Reggae andino boliviano
Gracias por la charla y confianza para LaCarne Magazine. ¿Cómo te inicias en la vida musical?
Todo empieza en mi familia. Mi abuela es música, mi viejo es músico, mis hermanas… Entonces siempre he tenido esa cercanía a los pianos, a los instrumentos, siempre he estado escuchando música a mi alrededor. Mi viejo me llevaba a sus tocadas y me hacía entrar a Thelonious cuando no podía entrar de pequeñito.
Siempre he estado expuesto a este mundo, siempre ha sido parte de mí. En su momento ha sido innegable, el instante que he agarrado un instrumento y ya era una parte de mí, una extensión de cuerpo, de mi alma.
Entonces, no he podido negar esa experiencia tan real que he tenido en mi vida, y, bueno, me he aferrado a ella hasta el día de hoy.
¿Qué influencias has recibido para llegar a dedicarte al arte?
Yo creo que el arte tiene una profundidad emocional, un origen emocional en el que se pueden cambiar muchas cosas, empezando por uno mismo y las personas que te rodean.
A mí la música en lo personal me ha cambiado la vida, mi perspectiva de ver el mundo y las cosas, a vibrar de otra forma. Entonces es como una misión, así es como lo he concebido. Lo que la música ha hecho conmigo es lo que mi música va a hacer por los demás.
¿Qué grupos o artistas han marcado tu influencia musical?
Culture, Burning Spear, Steel Pulse, Skatalites, Delroy Wilson, Jacob Miller, Black Uhuru, Dennis Brown, The Gladiators, entre miles más.
Pienso que las influencias van más allá de un género en específico, y que la inspiración puede provenir de muchas fuentes diferentes.
Actualmente te encuentras con el proyecto musical Illapa preparando un segundo disco, del cual he tenido el honor de escuchar tres o cuatro canciones. ¿Cómo anda este proceso? Lo has producido durante la “cuarentena rígida”? (realmente un trabajo loable para todos los músicos). Coméntanos, ¿cómo va este nuevo material de Illapa?
En este nuevo material hemos adquirido más consciencia del “poder” que tiene la música realmente.
Hemos trabajado mucho con el Rez P, y siempre nos hemos enfocado en expresarnos de la forma correcta, de no contaminar las letras con cosas que puedan dañar el proceso de los demás, muy cuidadosos con lo que hemos dicho, con cada nota que hemos tocado.
En cada momento, en cada edición, ha sido una lucha, un sacrificio para poder concretar y materializar este anhelo de nuestros espíritus, y, bueno, estamos comprometidos con “la Guerra Espiritual” (la musical), y la música es como nuestra lanza y flecha.
¿Cómo les fue con el disco debut Illapa, que nació un par de años atrás, dándole un aire nuevo y fresco a la Cultura Reggae de nuestro querido país?
Ese disco fue un trabajo más grupal, en el que han participado más personas, y siempre hemos tratado, desde el principio del grupo, “ritualizar” la situación musical, hacerlo de una forma más sagrada, y creo que hemos podido concretar (en ese disco) esa fusión con nuestra esencia andina, sin forzarla, si no como parte del “Todo”, y en ese aspecto ha tenido un impacto importante porque ha sido algo nuevo, algo fresco para nuestra música andina.
Estoy muy agradecido por la recepción que ha tenido con la gente, las puertas que se han abierto con ese trabajo musical, que también ha llevado un sacrificio bien grande (mental, emocional, físico, espiritual).
Hemos podido plasmar lo que queríamos, y estamos ayudando a través de ese material a muchas personas que buscan conectarse con el “Origen”, con el conocimiento ancestral.
¿Quiénes conforman en la actualidad Illapa?
Ahorita están RezP en los teclados, vientos andinos y en la producción, haciendo un trabajo increíble porque es un gran músico, un gran artista, pero también es un gran productor, y en su mayoría hemos ido guiando esta producción con él.
Luis Daniel Iturralde, que está en la batería (ha grabado percusiones, baterías), que también ha puesto toda el alma, toda la fuerza, y es muy experto en percusiones africanas, ha estudiado en diferentes partes del mundo.
Entonces hemos podido integrar esa esencia de la percusión realmente como esperábamos y como estábamos proyectando, y, bueno, al momento que vemos el producto es mucho más de lo que esperábamos. Es esencial la participación de Luis Da en este proyecto.
Actualmente están también Mauricio Murillo en el saxo, Hernán Álvarez en el saxo barítono, el Gary Gato en la trompeta, Mariela Jordán en los coros, Jobím Jara en la guitarra, Ronax se encuentra en el bajo interpretando la música (que igual es muy importante para nosotros su energía, su lucidez).
¿Illapa es una comunidad musical?
Al final esto es una comunidad, es un trabajo en conjunto de todos, y tenemos que mantener el equilibrio. Cada una de estas personas trae el equilibrio necesario para concretar la música en su pureza, en su forma verdadera, porque pienso que una persona que no está consciente de lo que logra hacer en un grupo, puede desequilibrar a todos los demás.
Así que es un trabajo de mucha conexión entre todos, además que todos tienen esa intención psico-energética. Hay una fuerza que se ha creado ahí, que es parte del “Espíritu de la Música”, y que es esta comunidad llamada Illapa.
¿Cómo se logró ensamblar Illapa?
El trabajo lo hacemos entre pocos, pero la música se concreta entre todos y con la energía enfocada en esto. Lo hemos trabajado mucho en la parte ritual, ceremonial. Invocar al “Espíritu de la Música”, como lo llamamos nosotros en su momento, es un trabajo también de conexión, meditativo.
Creo que todas las personas que son parte ahora del proyecto son conscientes de eso, y esto es lo más importante, es lo más hermoso de toda esta conexión que tenemos todos juntos.
¿Cuál es la situación actual y real del Reggae boliviano desde tu punto de vista?
En general se ha perdido esa conexión con el origen de la música, con el origen del sonido.
De todos modos, hay muchos artistas que no tienen la posibilidad de estar presentes en la escena musical, pero que tienen un trabajo muy profundo y hay muchísimo talento aquí por explotar.
¿Cuáles son los riesgos de un músico en su carrera de autor? ¿Cuáles son las buenas vibras que uno recibe acá en Bolivia siendo autor e intérprete?
En el momento que tú creas música y estás proyectando tu interior, estás haciendo un sacrificio inmenso, estás entregando algo que no sabes hacia dónde va a ir, pero que tiene un origen en tu corazón, en tus emociones.
Cuando tú estás empezando este camino de la música, te encuentras completamente solo, sin nadie que escuchó ni un tema de ti, ni siquiera saben si has tocado temas de otros. Creo que la constancia, que la templanza en estos momentos de creación es lo que hacen grande a un autor, a un artista.
El autoconocimiento, el poder proyectarse hacia afuera a través de las notas, de las emociones, de las palabras, del sonido. Yo pienso que, si lo haces de corazón, lo haces honestamente. Eso también lo sienten las demás personas, y en ese momento es cuando conectas con los demás y se sienten identificados con lo que haces porque es real, porque es auténtico, porque dices la verdad, no maquillas la verdad.
Hay muchos autores que se dedican a crear música que confunde, creo que el “Origen” está en la honestidad con la que lo haces, y la perseverancia ante todas las adversidades y situaciones que te pueden poner, desde tocar en los lugares más pequeños hasta llegar a tocar en lugares grandes.
¿Cómo va creciendo esa energía? ¿Cómo vas alimentándola? Poco a poco, como una wawa decíamos nosotros. El primer disco hemos tardado 9 meses en grabar, y gestamos una wawa en ese tiempo. El momento de presentarlo realmente estábamos “pariendo”.
¿Cómo ves el mundo desde tu canto y música?
El mundo lo veo como un receptor de las emociones, de la energía, de las proyecciones. Siento que artistas y músicos somos canales de la “Creación Divina”, del origen del Universo que es el sonido.
Pienso que se pueden cambiar muchas cosas a través de la energía personal, a través de la música, desde pensamientos, tabúes, emociones, falsas creencias, ataduras. Yo creo que la música es un canal de liberación en ese aspecto.
Creo que el mundo siempre ha estado receptivo al sonido. La confusión está, la programación está, el control está. No pueden controlar la música, no pueden controlar esa materialización de la energía.
Vienes de una generación con papá músico, abuela artista… ¿Cómo se siente haber nacido y haberse hecho en la vida cultural?
Me siento bendecido por siempre de haber estado expuesto a este lenguaje del alma que es el arte, y entender la sutileza desde la que se proyecta. He tenido experiencias muy hermosas trabajando con músicos de todo el mundo, entender otras perspectivas, otras proyecciones que te ayudan a crecer.
Cada experiencia musical para mí es un aprendizaje, con cualquier artista, con cualquier persona que he llegado a conectar. Es una oportunidad de crecimiento, de aprendizaje, de proyección real y de magnificación de esta proyección, que se expande y se magnifica el momento que unimos intenciones, unimos las mentes, y los corazones.
¿Qué resumes de la historia del Reggae en Bolivia?
Pienso que lo más importante del Reggae en Bolivia ha sucedido en los principios en nuestro país.
Hubo bandas que han podido realmente proyectar el sonido, proyectar la música, proyectar la esencia africana, que han respetado los estilos (el Rub-a-Dub, el Reggae), que ha sido muy original en su momento. Ahorita hay mucha gente empezando a surgir en este ámbito.
¿Qué frase, lema, o texto memorable llevas como filosofía de vida?
Sonido, palabra y poder. Ahí se resume.
¿Cuál es el impacto dentro de nuestra sociedad e idiosincrasia al ver a un Rastaman boliviano?
La gente no está acostumbrada a ver algo que es diferente. Siempre siento que hay un impacto grande hasta el momento que empezamos a fluir, a hablar, a conectar.
En ese instante se descubre el ser real. Pienso que hay muchos tabúes en nuestra sociedad, siento que hay muchas cosas que están bloqueadas por esas formas viejas de pensar, por esa programación que se viene desde nuestros padres o nuestros abuelos.
Las nuevas generaciones están más receptivas a nuevas formas de pensar, nuevas formas de proyectar la realidad y el mundo.
Para los músicos y compositores, los discos son como hijos. Hemos disfrutado canciones en exclusiva del nuevo disco para comentar un poco qué está cocinándose. ¿En qué etapa de producción se encuentran? ¿Cómo anda el nuevo material de Illapa? ¿Ya está bautizado?
Se encuentra actualmente en la etapa de producción. Está siendo producido en Studio B, la productora de mi hermano Rez P. Esperamos tenerlo completo próximamente, y poder exponer en vivo este trabajo que vamos ensayando para compartirlo con el público en general.
¿Qué consejo le das al público que piensa dedicar su vida al arte, a la música?
Que sean perseverantes, que sean fuertes, que sean constantes. Para mí la música es un “arte marcial”: aprendes movimientos poco a poco, los entrenas tanto que salen de una forma natural para que fluyan con tu alma y con tu ser.
Yo creo que la perseverancia, y la fe en uno mismo son los pilares fundamentales para una creación artística y su proceso.
¿Cuáles son tus palabras de despedida y mensaje final en estos tiempos de pandemia que nos ha tocado vivir?
Pienso que nacemos puros y nos contaminamos en el proceso, nos programan para ser serviles a los fines de la oscuridad.
Pienso que tenemos que tener mucha claridad y lucidez para ver el camino que vamos a tomar en adelante, pero sobre todo mucha fortaleza para enfrentar todas las situaciones y emancipar nuestras mentes, así que fuerza. Sonido, palabra y poder.
Tuve el gusto de escuchar el primer tema en exclusiva titulado “Rastafari”, con una fuerte y profunda energía de Reggae Roots combativo que te hace bailar y pensar. Escuchamos otro tema dedicado al “orden del Estado” y a los policías que pierden su alma. Al parecer es un disco con harta consciencia para despertar a la humanidad en este letargo que nos ha tocado atravesar. Felicitarte por el nuevo trabajo, ¿cuáles son tus palabras finales?
Gracias, hermano querido. Gracias, Sekas. Siempre un honor tenerte en mi casa. “One love, one aim, one destiny” ahora y siempre en los corazones de toda la humanidad.
Un gustazo conversar contigo para LaCarne Magazine, sellando un pacto y un ritual entre hermanos. Cambio y fuera.
Más información sobre Illapa en los siguientes enlaces:
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