Meshuggah y el sueño secreto de Fredrik Thordendal

Tanto si sois fieles seguidores de la escena metalera como si no, el nombre de Meshuggah posiblemente os suene, y si no es así, no estáis estudiando el Metal lo suficiente, pues están considerados como los precursores del Djent y el Math Metal.

Meshuggah es una banda con un sonido de complejos ritmos, un característico sonido de cuerdas bien gordas, y una afinación grave a más no poder, sonidos de los que fueron precursores y que influyeron enormemente en el Metal, pues éste es el sonido de base que podemos esuchar de las actuales bandas de Metal.

Para aquell@s fieles seguidores de la banda, y por si estabais desconectados de ellos, deciros que Meshuggah han anunciado que muy pronto regresarán al estudio de grabación para trabajar en los nuevos temas de su próximo disco. Además, la banda contará nuevamente con su guitarrista más emblemático. Sí, amigos, notición! Fredik Thordendal ha vuelto a la banda!

Pero antes de hablaros de la actualidad de Meshuggah, haremos un recorrido por su historia para recordar los comienzos de la banda. Repasaremos algunos de sus trabajos discográficos, y haremos especial mención a ObZen, considerado por muchos de sus seguidores como el mejor trabajo de la banda. Vamos a darle un poquito al Metal de Meshuggah!

Quizás también te interese leer:
Trivium, su viaje desde In Waves al Olimp
Mike Portnoy, y su legado en grupos musicales
Ronnie James Dio, un gigante del Heavy Metal

Meshuggah, precursores del Math Metal y el Djent

meshuggah
Foto: Olle Carlsson

Los comienzos de Meshuggah se remontan a finales de los años 80, concretamente se originaron en el 87, en Suecia. Desde sus comienzos comenzaron muy pronto a llamar la atención por ese sonido que siempre les ha caracterizado, esa mezcla de Thrash Metal, Metal Progresivo y Death Metal, aderezado con veloces tempos.

Pero Meshuggah no se quedaba sólo en el sonido, pues era una banda a la que le ha gustado siempre jugar con complejas estructuras polirítmicas, rítmicos y graves riffs, y el uso de las 8 cuerdas. A lo largo de su carrera han ido haciéndose con un amplio número de fieles seguidores, y se han ganado su merecido puesto en lo más alto como una de las bandas más reconocidas de la escena under.

Después de varios años ensayando, componiendo y trabajando en su sonido, en 1991 Meshuggah deciden dan el primer paso en su carrera discográfica lanzando su primer trabajo, Contradictions Collapse. La banda nos da en este trabajo una pista de lo que estaba por llegar, un disco complejo, orientado a sonidos más cercanos a Thrash Metal, con algunos elementos de Jazz Fusión que podemos apreciar en las guitarras.

Meshuggah aún no llegaba a ese público objetivo, y siguieron trabajando aún más en su sonido. En el año 94 publicaron un Ep al que titularon None, material con el que la banda llamó un poco más la atención del sello que les representaba. Parecía que pronto sacarían un nuevo disco, pero una serie de sucesivos accidentes hizo que el trabajo se retrasara.

No os vais a creer lo de las catastróficas desdichas de Meshuggah! El guitarrista Fredik Thordendal, además de tocar la guitarra, era carpintero profesional, y mientras trabajaba se cortó la yema del dedo corazón de la mano izquierda, una faena para un guitarrista. Por suerte pudieron cosérsela, y hoy en día puede dar gracias por poder seguir tocando con la yema de ese dedo.

Pero como suele decir el dicho, «las desgracias no vienen solas», y algo así le pasó a la banda, porque otro de sus componentes también sufrió un pequeño percance. Tuvo un pequeño accidente con una máquina de moler, lo que viene a ser un molinillo. Así estaba el panorama, así que todo se tuvo que retrasar desde los ensayos al lanzamiento del nuevo trabajo.

Tras un periodo de recuperación física, nuevos ensayos, y una puesta a punto, Meshuggah regresan en el 95 con una pequeña gira europea. A su regreso, comienzan a grabar su disco Destroy Erase Improve, y nuevamente se embarcan en una extensa gira por Europa. Pero de nuevo, la banda sufre algunos percances nada más dar comienzo el viaje, su bajista comenzó a sufrir vértigos y tuvo que darse la vuelta.

Meshuggah estaba a punto de dar comienzo a la gira y no tenían bajista. Hubo opciones para contar con un bajista sustituto, el de Machine Head se ofreció a cubrir el puesto, pero la banda decidió tirar para adelante sin bajista. Ahí, con un par. Para ponerle un parche a esta situación, su guitarrista Fredik Thordendal se las ingenió para tocar el bajo en algunos temas, y en el resto, pues con dos guitarras y batería y sin más. Unos valientes que no lo tuvieron nada fácil para que la banda sonara como es debido en los directos.

Chaosphere llegó después de algunos retrasos en el año 98, otra de las grandes obras de la banda, en la que encontramos nuevamente esa combinación perfecta de la complicada técnica que caracteriza a la banda y un poderoso Thrash Metal.

Hubo diferencia de opiniones entre algunos críticos y seguidores. Muchos de ellos aceptaban de buena gana esa evolución natural de la banda en cada trabajo, mientras que otros hablaban sobre la poca atención que la banda prestaba a los sonidos más progresivos.

Meshuggah y el nuevo milenio

A finales de los 90 ya tenía una gran cantidad de fans a sus pies, y nuevamente, sí, así es, de gira, en esta ocasión con Slayer. Con esta gira ganaron nuevos adeptos a sus filas, y que la prensa de Estados Unidos hablara muy bien de ellos. Siguieron con algunos conciertos más en su país natal, y también por otros países de Europa.

Con el nuevo milenio, tod@s sospecharon que posiblemente Meshuggah sacaría nuevo material, pero la banda anunció durante el verano de ese mismo año (2000) que la salida del nuevo material no saldría ese año, pues el proceso no iba tan rápido como ellos pensaban. Pero para que los seguidores no se pusieran nerviosos, y como regalo, publicaron un disco que contenía algunas de las rarezas de la banda y varias demos, una colección a la que llamaron Rare Trax, aunque tardó casi un año en salir (lo hizo en 2001).

La cosa mejoró para el año 2002, cuando en la prensa ya comenzaban a hablar de un nuevo disco de Meshuggah, y un tiempo después salió por fin Nothing, un trabajo en el que la banda demuestra su fuerza y madurez. Este trabajo superó con creces a lo anteriormente publicado por la la banda, caracterizado por el brutal y profundo sonido de las 8 cuerdas.

Como suele ocurrir, este trabajo trajo consigo diferentes opiniones acerca del sonido de la banda, muchos aceptaban y con muy buenas críticas esa evolución de la banda, pero hubo también algunas decepciones. Para demostrar en directo cómo sonaba este trabajo, dieron una gira por Estados Unidos jungo a otra gran banda, Tool.

En 2004 sacan un Ep con un título minimal y sencillo, I (por si lo dudáis, es una i), y Meshuggah se quedó con todos nosotros con un disco que consta de una única canción que dura alrededor de veintiún minutos. Puede que al principio, y sobre todo si es la primera vez que la escucháis, penséis que son varios temas que la banda ha sabido hilar de manera magistral, pero no, es una sola canción.

Con este Ep de 21 minutos la banda estaba probando sonidos, y fue este disco/canción el que sentó las bases del trabajo que estaba por llegar. Catch Thrity Three llegó en 2005, un álbum conceptual con un sonido que sigue la línea de el Ep ya mencionado, demostrando una vez más que eran capaces de superarse a ellos mismos con cada disco.

Aquí nuevamente y, aunque el disco está dividido en trece cortes, es un trabajo de una sola pista. Un trabajo de tintes experimentales en el que la banda deja atrás los sonidos de Thrash Metal de sus comienzos.

Después del experimento de Meshuggah, la banda retoma sus orígenes en uno, obZen, considerado como uno de los mejores trabajos de la banda. Como en otras repetidas ocasiones, el lanzamiento de este trabajo estaba previsto para 2007, pero Meshuggah no serían Meshuggah si no se retrasaran, jeje. Finalmente el disco salió en el 2008, un disco de puro Metal con ese toque de complejas técnicas que caracterizan a la banda.

Tras varios años de silencio y la publicación de un Ep, Meshuggah vuelve a reaparece en 2012 con nuevo material bajo el brazo. Su disco Koloss muestra nuevamente una vuelta más de tuerca con respecto al sonido de la banda, y recibió muy buena acogida por parte de la crítica y seguidores.

El 2016 fue el año en el que la banda publicó su trabajo The Violent Sleep of Reason, el último disco de Meshuggah hasta la fecha. Este trabajo sigue la línea sonora de su anterior disco, caracterizado por solos muy agudos y pesados riffs de guitarras.

Este trabajo está compuesto por diez temazos cargados de una potente energía, mucha rabia, y una técnica salvaje. Una vez más, una muestra de la constante evolución sonora de Meshuggah.

ObZen, uno de los mejores discos de Meshuggah

Foto: Anthony Dubois

Ya veis que la producción discográfica de Meshuggah no está nada mal, pero hemos decidico prestarle una atención especial a uno de sus trabajos, ObZen, publicado en el 2008, y considerado uno de los mejores trabajos de la banda.

Este trabajo destaca porque supuso un paso más dentro de la evolución de la banda en cuanto a creatividad y complejidad técnica, y en el que recuperan algunos de los sonidos de sus orígenes que habían ido diluyéndose a lo largo de sus trabajos.

El disco tardó en grabarse alrededor de seis meses, y es que el trabajo está tan mínimamente cuidado que no es de extrañar que tardaran tanto. Seis meses a tope y sin descanso, claro, si no la cosa se hubiera alargado aún más. Durante todo ese tiempo hubo que hacer muchos arreglos y que cada nota sonara en cada momento, que todo encajara perfectamente.

A todo ello hay que sumarle las dificultades de llevar los temas de este disco al directo, temas que eran bastante complejos y exigentes. Requerían mucha técnica y mucha concentración para que todo sonara perfecto, y por eso Fredik Thordendal, Hangstrom y Haake se dieron una buena sesión de ensayos para conseguirlo, ni más ni menos que cinco meses para que todo sonara clavado.

El trabajo al completo se merece más de una escucha, aunque hay algunos temas que destacan sobre los demás. Tal es el caso del primer corte Combustion, con sonidos muy cercanos al Black e incluso al Hardcore, y un estilo agresivo, rabioso y enérgico. Preparaos para una apisonadora de guitarras, y peinad vuestras melenas porque este temazo os va a pedir caña!! A ver si podéis seguir esa batería!

Otro temazo que comienza con unas cuerdas bien gordas es Lethargica, a la que sigue una potente voz gutural de su cantante Jens Kidman. Meshuggah juega aquí con sonidos más cercanos al Doom, pero con ese toque reconocible de la banda.

A mitad del tema hay una atmósfera un tanto inquietante que parece hacer venir a menos el tema, pero no os confiéis, que la caña aún no ha terminado. Un tema muy pero que muy trabajado con cambios de tempo, de ritmos y de atmósferas, que, cuanto menos, te sorprenden.

Bleed es posiblemente el tema más famoso y más conocido de este trabajo de Meshuggah. Un tema muy complicado en cuanto a complejidad técnica, que costó a su batería Thomas Haake varios meses para aprender a tocarlo y a interiorizarlo. Bueno, en realidad fue un disco muy complicado para todos sus componentes, requería de una gran precisión y concentración para que quedara clavado.

De hecho, esta canción ha sido objetivo de numerosos retos y concursos en los que muchos han probado a ponerse en la piel de Haake. Prestad atención a la batería en este vídeo, en el que podréis ver desde la perspectiva de Haake y cómo se lo clava el amigo! Está supercentrado! Menuda máquina!

ObZen obtuvo muy buenas críticas en los medios especializados que elogiaron este trabajo de Meshuggah, y con muy buenos resultados en cuanto a ventas en Europa y Estados Unidos.

Tanto este trabajo como el resto de su discografía, así como su forma de entender la música, han sido fuente de inspiración de otras muchas bandas de Metal, entre las que podemos nombrar a Tool, Lamb of God, Deftones, o Lacuna Coil, entre otras muchas.

El regreso de Meshuggah

Han pasado cinco años desde el último trabajo de la banda, y por fin Meshuggah rompe su silencio anunciando su regreso este mismo año 2021. Parece ser que durante todos estos años de silencio, la banda ha estado trabajando y acumulando nuevo material, y, desde el punto más positivo, el confinamiento durante la pandemia del Covid19 les ha permitido rematar algunos detalles.

Está previsto que la salida de un nuevo trabajo se retrase, pues, debido a las circunstancias en las que vivimos y las restricciones por la situación actual, lo que antes se podía hacer en horas, en estos momentos llevan días de trabajo.

Ya sabíamos que los retrasos en cuanto a publicaciones por parte de Meshuggan suelen ser frecuentes, pero a todo ello hay que sumarle el retraso por la pandemia.

No nos queda más remedio que esperar, así que no olvidéis visitar su Website, ahí tienen las fechas de sus próximos conciertos, aunque no sabemos si se llevará a cabo o no. También podéis estar al tanto de todas las novedades de la banda en sus redes sociales Facebook, Twitter, Instagram y YouTube.

Valora este contenido

¡Haz clic en una estrella para puntuarlo!

Promedio de puntuación 0 / 5. Recuento de votos: 0

Hasta ahora ¡no hay votos! Sé el primero en puntuar este artículo.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *