Monitores de un Home Studio

En un artículo anterior ya vimos qué eran los cables y los conectores, y cuáles eran sus tipos y características principales.

En esta nueva entrega vamos a hablar de una parte muy importante de cualquier Home Studio: los monitores de estudio o de referencia.

En algunos sitios también se pueden encontrar con el nombre de monitores de respuesta plana.

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Monitores de estudio

monitores

En cualquier estudio que se precie, sea cual sea su tamaño, presupuesto o categoría, los monitores de estudio o de referencia son una pieza fundamental de su equipamiento, y probablemente una de las más importantes.

Estos no van a mejorar el sonido de ninguno de los instrumentos o voces que vamos a grabar en nuestro proyecto,  y eso es un aspecto a tener muy en cuenta, pero sí van a influir enormemente en la percepción que vamos a tener del sonido, y en cómo los vamos a tratar y procesar.

Los monitores son nuestros “ojos” en lo que a percepción auditiva se refiere; la última puerta, el último paso a través del cual llega la música a nuestros oídos y sobre todo, el resultado en base al cual tomamos todas las decisiones en lo que a monitorización, mezcla y mástering se refiere.

Dicho todo esto, son un elemento muy importante a tener en cuenta, ya que si queremos tener una buena monitorización de lo estamos grabando, o por lo menos lo más fiel posible a la realidad, son una adquisición obligatoria.

Sin entrar en muchos detalles técnicos, diremos que básicamente son un tipo de altavoz que tiene una respuesta plana en frecuencias, es decir, reproducen todas las frecuencias del espectro del sonido, sin elevar ni atenuar ninguna de ellas, y las reproducen todas aproximadamente en niveles cero de ecualización.

Y digo aproximadamente, porque no existe ningún monitor que ofrezca una respuesta absolutamente plana en todas las frecuencias del espectro.

Dependiendo de la marca, el precio, el modelo y el presupuesto del que dispongamos, todos estos parámetros de respuesta en frecuencia pueden variar, pero con casi todos los modelos existentes actualmente en el mercado, nos aseguraremos una audición fiable, objetiva y sin “engaños” auditivos.

La principal diferencia entre un monitor de referencia y uno Hi-Fi  es básicamente que los últimos suelen incorporar un realce o un recorte en frecuencias que hacen que la música sea más agradable al oído y con más musicalidad, pero no están indicados para labores de mezcla y monitorización, ya que no escucharemos por ellos lo que en realidad está sonando.

Tipos de monitores

Dependiendo del tamaño, potencia y distancia a la que se sitúan con respecto a la persona que está escuchando, podemos clasificar los monitores en tres tipos principalmente:

Monitores de campo cercano

Son monitores pequeños, de dos vías normalmente,  con un woofer que oscila entre las 5 y las 9 pulgadas, y con una respuesta de frecuencia en graves por debajo de 60/70Hz.

Su potencia no suele ir más allá de los 150 watts y se utilizan a una distancia muy cercana de los oídos, normalmente a no menos de un metro de distancia, para restar gran parte de la acústica del estudio, de forma que se oiga mayor parte de la mezcla como sonido directo, y no tanto como sonido reflejado.

No suelen ecualizarse, aunque últimamente hay marcas que están sacando algunos modelos con una ecualización activa.

Monitores de campo medio

Son de un tamaño mayor que los anteriores y normalmente de tres vías, aunque puede variar.

Su woofer es de entre 10 y 18 pulgadas, con lo que nos entrega prácticamente todo el espectro de frecuencias,  ofreciendo una respuesta en graves hasta 20/35 Hz, lo que nos permite poder apreciar prácticamente todo el espectro y puede ofrecernos un monitoreo más fiable que los de campo cercano.

Su potencia suele ir mucho más allá de los 150 watts, y se utilizan a una distancia en torno a los dos metros y medio o tres.

Monitores de campo lejano o main

Suelen ser de un tamaño bastante superior a los anteriores y normalmente están empotrados en la pared, ya que tienen un peso bastante grande. No suelen estar al alcance de los Home Studios, ya que su precio es elevadísimo.

Además, hay que disponer de una sala de control muy grande para poder escuchar todo el espectro de frecuencias que reproducen estos altavoces; de ahí que solo suelen verse en los grandes estudios.

Son los monitores que mejor suenan y más se acercarían a una respuesta plana “real”. Hay que utilizarlos a mucho volumen, ya que es necesario mover woofers de 18 pulgadas o más.

En general, suelen ecualizarse para corregir algún problema de acústica de la sala del control room. Además del tipo de tamaño, y espectro en frecuencias que pueden reproducir; los monitores de estudio pueden ser de dos clases, dependiendo del tipo de alimentación eléctrica que emplean para amplificar las señales.

Activos

Son altavoces que tienen incorporado un amplificador de señal, lo cual los convierte en mas versátiles y fáciles de instalar, pues se conectan directamente a la mesa de  mezclas o tarjeta de sonido.

Pasivos

Son altavoces que no tienen incorporado un amplificador de señal, lo cual hace necesario conectarlos a un amplificador externo que recibirá las señales del la mesa de mezclas o la tarjeta de sonido.

Son más delicados y menos versátiles, pero al no llevar la amplificación incorporada, son más baratos que los anteriores.

Por el contrario necesitamos una etapa de potencia para hacerlos funcionar. La calidad de sonido que entregarán los mismos, será directamente proporcional a la calidad de la etapa, es decir, cuanto mejor sea la etapa, mejor sonarán los altavoces.

Encontrarás más consejos AQUÍ.

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