Decir que Pat Metheny es un excelente guitarrista no es ninguna novedad, como no lo es que el revolucionario músico sea una de las grandes figuras del Jazz universalmente reconocida.
Pero esta primavera, el intérprete y compositor nacido en Kansas City se nos ha revelado no ya como el magnífico creador que es, sino como un compositor que acogeríamos además de manera rotunda en el campo de la música clásica. Y lo hemos descubierto en su Road To The Sun, uno de los discos más importantes que ha lanzado la industria musical esta primavera.
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Pat Metheny y su disco Road To The Sun
En Road to The Sun, editado por BMG, Pat Metheny se manifiesta no como intérprete, sino como compositor. La manera en la que Pat Metheny solía relacionarse como creador lo hacía desde un punto de vista meramente jazzístico. Es decir, prácticamente no empleaba el papel pautado. Ya se sabe que el Jazz es meramente improvisación, por eso le bastaban unas pautas para desarrollar después las ideas en las que él daba a su fantasía imaginativa el cauce a través de las cuerdas de su guitarra.
En el trabajo con el que nos ha sorprendido a primeros de marzo, el compositor ha escrito totalmente las partes de los intérpretes. Pat ha pensado su música para otros guitarristas. Guitarristas de estilo clásico, a quienes admira y a quienes ha regalado su música que ha plasmado en esta grabación.
Los afortunados son el guitarrista Jason Vilaux y la agrupación Los Ángeles Guitar Quarter (LAGO), que han hecho una aportación excelente en cada una de sus prestaciones.
Pat Metheny, seguido por todo el mundo como se sigue a uno de los grandes, y cuyas presentaciones en público son esperadas siempre y multitudinariamente acompañadas, no en vano es ganador de 20 Grammys (galardón que sólo recogió una vez).
Se encuentra en estos momentos, a sus 66 años (aunque nadie viendo su aspecto lo diría), en la madurez artística, tanto como intérprete como músico total. En este nuevo álbum, de su ya numerosa producción, en su Road To The Sun mira hacia los nombres que han afianzado la literatura en la que se apoya la guitarra clásica, y, haciendo un giro, para asombro de sus seguidores a quienes Pat Metheny de alguna manera asombra siempre, se adentra en una parcela hasta hoy nueva en su trayectoria, aún cuando hizo en el pasado algún guiño, y definitivamente bebe en las fuentes de los guitarristas clásicos.
El resultado es una vez más magnífico. En el disco suena la guitarra clásica de Jason Vilaux por un lado, y las de la agrupación LAGO, y él tan sólo se otorga como intérprete una de las obras, a titulada “FÜR ALINA”. En ella emplea su famosa guitarra acústica de 42 cuerdas y cuatro mástiles, la Pikasso, que le fabricó la lutier canadiense Linda Mauzen.
Pat Metheny tiene proyectado concierto en Madrid en el mes de junio. Es seguro que ya estarán las localidades vendidas. Para sus admiradores está este nuevo álbum, que ya disfrutamos y recomendamos.
