¿Qué debes saber sobre los derechos de autor?

Si has escrito una nueva canción y crees que puede tener el potencial para ser un éxito, hay una cosa que debes de tener en cuenta y es que debes protegerla si quieres sacar provecho de ella y hacerla pública. Hay algunas preguntas que te tienes que hacer como por ejemplo, ¿cómo funcionan los derechos de autor?, ¿qué se requiere para tenerlos? y ¿cuáles son las licencias para obtener ingresos de los derechos de autor?, ¿por qué tienes que registrarla?, etc.

Según un libro editado por un abogado español, el cual trata sobre el negocio y lo que genera la propiedad intelectual, dice que el derecho de autor tenía antes  un monopolio de duración determinada  cuando se estableció por primera vez en la propiedad intelectual.

Tenían una duración limitada de 14 años pero hoy en día se ha ampliado,  asi es que actualmente si registras tu canción adecuadamente, tienes tú y tus herederos el control exclusivo para toda la vida.

Quizás también te interese leer:
Opciones para facturar un concierto
Claves para encontrar un abogado en la industria musical
Cómo samplear música de forma legal

Preguntas que deberías hacerte sobre los derechos de autor

derechos de autor

Aunque la mayoría de los compositores y editores registran las canciones con todas las leyes del copyright, en el momento que registres tu canción en cualquier medio, grabándolo o el simple hecho de escribirla en un procesador de texto e imprimirla, has creado una copia tangible y desde ese momento está protegida por los derechos de autor.

Sobre el copyright debes saber que la forma correcta de registrar una canción es registrando ese trabajo en el registro de la propiedad intelectual, del Ministerio de educación, cultura y deporte, o usar una empresa gestora como Copyright o SafeCreative.

Ellos tienen todas las formas correctas de registrar el trabajo. Una de las razones más importantes para registrar tu canción a través del registro de la propiedad intelectual es que ellos registran una fecha oficial en el copyright. LEER MÁS

Entonces te preguntarás ¿para qué registrar la canción? Pues porque una vez que la has registrado oficialmente, tienes muchísimas más protecciones del copyright que los propios derechos de autor que se hayan adquirido solamente con una copia tangible en cualquier medio.

Asi es que  registra tu canción y tendrás todos los beneficios de la propiedad intelectual y tendrás todas las protecciones que el derecho de autor aporta y beneficia.

La primera y más importante consecuencia de registrarla, es que se ha establecido una fecha permanente. Si tu canción es utilizada sin tu consentimiento, esta fecha será utilizada por el tribunal de justicia para alegar que la adaptaron y la usaron desde la fecha que la registrastes.

Tal uso no autorizado se le denomina Infracción. Una vez que la has registrado, nadie puede hacer uso de ella sin su consentimiento y si lo hacen, el tribunal de justicia recurrirá y se impondrá una sanción administrativa.

Las multas pueden oscilar entre 750€ y 30000€ por cada infracción y si el acusado sabía que la canción tenía derechos de autor y aún así, lo hizo intencionadamente, la multa legal que le impondrá el Tribunal de Justicia se elevaría a 150000€. Con todo ello, el infractor también correría con los gastos del juicio, además de los daños y perjuicios.

Una vez que tengas registrada tu canción, tienes derechos exclusivos sobre ella y le puedes sacar bastantes beneficios y explotarla para ganar dinero. Los propietarios de las canciones tienen los mismos derechos que un escritor, guionista, pintor u otro trabajador intelectual.

Una vez que ya tienes todos los derechos de autor de una canción,  puedes reproducir la obra, distribuir el trabajo, realizar la obra en público y dejar que haya una versión de la misma (se aplica sobre todo a los medios visuales y a las obras de arte).

Toda persona que realice copias, distribución o permita la muestra en público sin autorización tuya, sin pedir permiso de tu trabajo, sin tu permiso y sin el pago correspondiente de los derechos de ejecución pública, está violando uno de tus derechos de autor exclusivos.

En la práctica,  para que te rente más el dinero, asigna los derechos de autor de tu canción a un editor de música y así aumentarás las oportunidades de ingreso y el número de autorizaciones de tu canción tanto como sea posible.

Así, el editor se encargará de incluir versiones de tu canción, el uso de tu tema en spots publicitarios, cine, video o en un álbum recopilatorio. A cambio, compartirás los ingresos al 50% con el productor. Siempre que tu canción se emita en la radio o en la televisión, se genera una imagen pública de rendimiento.

Antes del año 1972, el grabar un tema no estaba protegido por derechos de autor, aunque la base de la canción como las letras y la música sí estaban cubiertas por ley. A partir de ahí, el Congreso cambió la ley para extender la protección del derecho de autor a las grabaciones sonoras.

Esto significaba que los artistas que habían firmado con anterioridad en los sellos discográficos, las grabaciones sonoras que habían hecho en el estudio por lo general, pasaron a ser propiedad de la compañía discográfica basándose en que ellos habían financiado la grabación y por consecuencia el autor no tenía ningún derecho.

Las discográficas pronto se dieron cuenta que estos derechos presentaban una nueva fuente de ingresos y comenzaron a explotarlos.

Cuando se escucha un tema de un clásico como “I Heard It Through the Grapevine” de Marvin Gaye en una película, la empresa cinematográfica, en este caso Universal, se le concede un Licencia Maestra por incluirla en la película, mientras que el sello discográfico donde pertenece el autor, la cual es Emi Music Publishing, concedió una licencia para que se usara el tema en la película.

Así, de este modo, una grabación de un tema tiene dos derechos de autor que existen simultáneamente, uno en la canción subyacente y otro en la grabación de la canción original.

Si estás en una banda que ha lanzado su propio álbum o lo has hecho en solitario, sólo puedes enviar una copia de tu álbum al registro de la propiedad intelectual de derechos de autor y registrar las canciones y las grabaciones completas originales para recibir protección. 

Para que te hagas una idea te pondré un ejemplo: si un director de cine desea utilizar tu canción sin tu permiso, te tendría que solicitar tanto una tarifa de licencia como los usos que vaya a hacer de la misma según el tipo de licencia que haya pedido.

En la práctica, el cineasta podría tener un presupuesto limitado y te recuerdo que si eres dueño de tu canción y la grabación original, se sigue manteniendo los dos derechos distintos de autor.

En resumidas cuentas, si eres nuevo en esto y tienes dudas, lo mejor es que te asesore un abogado especialista en licencias y derechos de autor antes de tomar una decisión o firmar cualquier contrato.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *