Después de llevarse el primer lugar en el W:O:A Metal Battle México 2018, en medio de una avalancha de críticas por parte de la escena local, y tocar en la batalla internacional del Wacken Open Air ese mismo año, Steel Night se puso manos a la obra para finalizar su primer larga duración titulado Fight till the end (2019).
Es apenas el primer álbum de heavy metal que se lanza en México en todo lo que va de 2019, evidenciando un paulatino anquilosamiento de la escena en este género, muy a pesar de los grandes exponentes que han surgido en el último lustro.
En Fight till the end, Steel Night apela a un sonido clásico que no busca en ningún momento reinventar la rueda, característica muy criticada por muchos escuchas nacionales que siempre buscan innovación en las bandas que oyen, pero al mismo tiempo es una de las cualidades más aplaudidas de los fanáticos del género.
La velocidad no es algo que caracterice las canciones de Fight till the end, la banda no acude a un doble pedal explosivo, aunque sí utilizan interesantes melodías, tanto en las líneas vocales como en las guitarras armonizadas, que permiten escuchar las piezas de principio a fin sin ningún tipo de esfuerzo.
Cada pieza posee un gancho especial, ya sea en su riff de base o en la melodía del estribillo.
Jahaziel Quiroga es el encargado de darle voz a las piezas, e indudablemente es uno de los factores más interesantes de este disco.
Aunque ejecuta agudos muy altos, no abusa de ellos, y los utiliza simplemente como un recurso en los estribillos o versos finales para acentuar el sentimiento de lo que canta.
Él fue una de las razones por las que Steel Night se llevó la victoria en el W:O:A Metal Battle México 2018.
Sin embargo, al final de la contienda fue abordado por un miembro del jurado, pues le notó detalles que debía pulir, sobre todo en la moderación de los agudos. En Fight till the end se nota una mejora de ese aspecto.
Su pronunciación es fluida, permitiendo que su voz se dedique única y exclusivamente a impregnar de emoción cada estrofa.
Lo interesante es que en vivo mantiene las mismas cualidades que se perciben en el álbum, colocándolo en la pléyade de las voces más interesantes del heavy metal mexicano actualmente.
Las guitarras están a cargo de Raúl Domínguez y Alberto DeMartini, quienes no necesitan desbordar enormes dosis de técnica para ofrecer grandes momentos, tanto en solos como en unísonos.
Efectúan riffs con gran naturalidad, demostrando que la velocidad no es el ingrediente sine qua non para una buena canción de heavy metal.
El único detalle es que el bajo (cuyo músico encargado de grabarlo hoy ya no se encuentra en la banda: Adrián) en ocasiones se percibe muy saturado, parece como si, en aras de que se escuche, le hayan subido demasiado el volumen.
Sin embargo, sus líneas son interesantes, aplicando las clásicas octavas y bajando o subiendo por la escala a placer.
Un añadido interesante es que, mientras ambas guitarras están armonizando, el bajo hace sonar acordes para tratar de llenar el vacío, una acción muy común en presentaciones en vivo, pero no tan escuchada en discos de estudio, donde generalmente se añaden más guitarras y ya.
El único detalle es que en ocasiones el álbum presenta sonidos que desentonan un poco.
Un ejemplo es en We are metal, cuyo estribillo incluye unas voces extrañas que cantan “we are”, pero se escuchan muy raras, como si hubieran tratado de hacerlas sonar robóticas sin éxito.
Fight till the end es el mejor debut que Steel Night pudo tener, desgraciadamente no hay atisbos de que la banda salga de gira a promocionarlo, por lo que serán pocas las ocasiones que se podrá escuchar en vivo a este gran conjunto de heavy metal mexicano.
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