Desde que empecé a tocar la guitarra supe que lo que quería era tocar metal. Quería tocar los temas de mis grupos favoritos y cuando me encontré frente a este reto sin tener ni idea me dije a mi mismo «vamos a ir más despacio». Poco a poco he ido avanzando en mi aprendizaje y ahora ya puedo tocar los temas que al principio me parecían imposibles.
Pero quería más, aprender más, sobre las técnicas para tocar metal con la guitarra eléctrica y no volverme loco. Sí, volverme loco porque no sabía por dónde empezar. Para que esto no te suceda voy a darte más o menos las pautas que seguí y algunos errores que puedes evitar al tocar metal.
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Técnicas para tocar Metal con la guitarra
Para empezar, algo que debes dejar ya son esos riffs que has ido escogiendo al azar. Empieza a aprender cómo hacer cualquier riff de guitarra que suene realmente a metal. Recuerda que no es lo que tocas, sino cómo lo tocas.
Hay unas cuantas cosas bastante importantes que debes trabajar para convertirte en un buen guitarrista de metal. La primera de ellas es tocar con fuerza las cuerdas con la púa mientras estás tocando. La mayoría de los guitarristas ahorran mucha energía cuando tocan con púa la guitarra. Esto es muy importante, sobre todo cuando quieres tocar con velocidad. Sin la púa, la velocidad es menor y esto hace que el sonido sea más débil, y más difícil tocar metal.
La mejor forma de tocar con una buena velocidad y potencia sin perder resistencia en la mano, es decir, que no te canses demasiado; es golpear las cuerdas con fuerza e inmediatamente después de tocar cada nota o acorde, relajar la tensión.
El segundo paso es que aprendas de forma eficaz a separar la púa de la mano. Uno de los mayores errores que puede llegar a comenter un guitarrisa es dejar que la mano en la que tienes la púa y con la que tocas esté muy tensa. Debes relajarla, cuanto más relajada esté más rápido tocarás y, lo más importante, hará que te canses mucho menos.
Debes centrarte por separado en cada una de tus manos mientras practicas algún riff. Lo más importante no es lo fuerte o suave que toques con la mano en la que tienes la púa, preocúpate sólo de la energía necesaria que debes utilizar para que las notas que estás tocando suenen y se escuchen bien.
Por norma general la mano con la que tocas debe utilizar mucha menos energía y fuerza que la mano que tienes en el mastil y con la que pisas los trastes. Es muy importante que te centres en el nivel de tensión de tus manos y brazos mientras estás tocando. Cambia tu enfoque cuando vayas a practicar y asegúrate de que las dos manos utilizan la cantidad adecuada de tensión.
Pasemos a la vida real y llevémoslo a la práctica. La mayoría de los músicos quieren tocar en directo ante un público. Tocar y practicar en tu casa o en el local de ensayo no es lo mismo que tocar delante del público, ¿verdad?
La mayoría de los guitarristas que sólo tocan en su casa o en un local, sin pretensiones de tocar en directo ante el público, no se atreven o no piensan en ello porque quizás no han estudiado con un profesor y lo que han aprendido lo han hecho por ellos mismos. Erróneamente creen que sus habilidades para tocar en directo mejorarán simplemente con dedicarle más tiempo a practicar. Una postura respetable pero totalmente equivocada. Sólo aprenderás a tocar en directo si tocas en directo, así de sencillo.
Otra de las técnicas para tocar metal es tocar la guitarra lo más perfectamente posible que puedas. Muchos guitarristas se limitan a practicar con un metrónomo. Esta ténica requiere dominio y debes tocar ajustado perfectamente al metrónomo. Para ello deberías seguir estas directrices:
- Deberás tocar con excelente afinación todos los acordes sobre ya sean estos más o menos fuertes. Es una clave fundamental sobre todo si está grabando las guitarras en dos o cuatro pistas.
- Evita o elimita los ruidos que hacen cuerdas que no estás tocando. Toca los armónicos en la cuerda correcta y utiliza el vibratio (siempre en consonancia con el tirmo de la música) y haz incapié en ellos.
- Debes también evitar los ruidos y chirridos que se producen cuando cambiamos de acorde.
- Cuando estés tocando un riff asegúrate de no tocar las cuerdas que no son parte de ese riff.
- Presta especial atención a los ruidos que se producen entre nota y nota o entre acorde y acorde y silencialos. Cuando relices con la palma de tu mano esta silenciación hazlo de forma contundente.
- La parte más importante de todos estos pasos es que lo hagas con una impecable sincronización.
Los grandes guitarristas han dedicado mucho tiempo a la práctica y desarrollo de estas directrices consiguiendo un nivel muy alto. Si quieres convertirte en uno de ellos, deberás hacer lo mismo. Lo primero que tienes que saber hacer para ser como ellos es identificar cómo de bien puedes escuchar la diferencia entre un excelente ritmo de guitarra y un ritmo más débil. No sólo identificarlos y diferenciarlos, sino también saber tocarlos.
Para tocar metal con la guitarra ya hemos visto que la velocidad es importante, pero lo es más aún el tiempo que pueda aguantar tu mano toda la tensión que se ejerce tocando este estilo. La clave está en controlar los niveles correctos de tensión de las manos. Esta práctica te ayudará a tocar metal con la guitarra durante más tiempo y tan rápido como puedas con un 100% de precisión y consistencia.
Para practicar este ritmo con la guitarra hay tres preguntas básicas que debes hacerte:
- ¿Controlas todos los elementos de la guitarra y tocas con precisión?
- ¿Cómo de rápido puedes tocar y dónde está tu límite?
- ¿Cuánto tiempo puedes tocar y mantener la precisión y velocidad constante?
Cuando tocas metal es muy importante la resistencia, es decir, cuánto tiempo puedes aguantar tocando a gran velocidad y de forma precisa. Si quieres practicar tu resistencia lo mejor es que lo hagas en dos etapas.
Primera etapa: elige un riff de guitarra en el que quieras aumentar tu resistencia. A continuación márcate un objetivo de tiempo y práctica para aumentar la velocidad a la que puedes tocar con total precisión. Por ejemplo, puedes tocar el riff de guitarra que has escojido durante 30 segundo sin para a una velocidad de 120 utilizando el metrónomo.
Cuando ya lo tengas controlado, prueba a aumentar la velocidad del metrónomo (sólo un poco) y aumenta el tiempo unos 5 ó 10 segundos más. Practica esta técnica de forma progresiva hasta que encuentres tu límite. Cuando llegues a ese punto crítico, sigue practicando a esa velocidad hasta que en 25 segundos lo hagas a la perfección.
Segundo etapa: para esta práctica elige una velocidad en el metrónimo y trata de tocar un riff durante todo el tiempo que puedas sin parar. Cuando vayas estableciendo tus marcas, es decir, cuánto tiempo aguantas tocando un riff y veas que cada vez aguantas más, será cuando realmente sepas que estás aumentando tu resistencia.
Practicar los ejercicios de estas dos etapas hará que mejores con rapidez a la hora de tocar metal con la guitarra. Puedes utilizar cualquier riff de guitarra para practicar estos ejercicios.
Nota importante: si durante la práctica empiezas a sentir dolor, déjalo de forma inmediata. Para, tómate un descanso y no se te ocurra ponerte a tocar de nuevo si sientes dolor. Podrías lesionarte.
Espero que todas estas prácticas y consejos te ayuden un poco más a entender qué es lo que debes dominar para tocar metal con la guitarra. Ponte a prueba y descubre dónde están tus límites.
Y ya sabes, si tienes algún otro ejercicio que puedas añadir o crees que tu técnica es infalible, deja tu comentario.