Todo el mundo quiere a Otis Redding

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En esta entrega os quiero hablar de mi hombre favorito, mi pasión soulera y el cantante más personal que nos ha ofrecido la música negra: “Mr Pitiful”, el “Rey del Soul”, el “mejor cantante de la historia de la música negra”, el grandísimo y siempre querido Otis Redding.

Os propongo un corto paseo por los sonidos más auténticos del Soul, para descubrir una voz que combinaba el Blues y el Góspel, todo ello aderezado con pizquitas de Rock y Pop. ¿Estáis preparados?

Todo el mundo quiere a Otis Redding

Primeros años de Otis Redding

Otis Ray Redding Jr nació el 9 de septiembre de 1941 en Dawson, Georgia. De familia humilde, pronto emigraron a la ciudad de Macon, estableciéndose en el suburbio de Belleview. Tuvo que dejar muy pronto la escuela, pues su padre murió y, al ser el hermano mayor de 6, se puso a trabajar para ayudar a la familia.

Con tan solo 10 años entró a formar parte del grupo local The Upsetter, un cuarteto de góspel cuyo líder era Little Richard, también de Macon y el ídolo de Otis (¿y de quién no?).

En esta época también conoció al guitarrista Johnny Jenkins, a quien pronto se uniría en el grupo de este The Pinnetoppers, y con quien formaría tándem el resto de su corta vida. También tocaba con The Shooter.

Muy joven se marchó a Los Ángeles, en busca de oportunidades siguiendo los pasos de Little Richard, sin embargo aquello no era lo suyo, y volvió a Georgia. En estos años entró a formar parte de manera permanente del grupo The Pinnetoppers.

Durante estos primeros años con The Pinnetoppers trabajaron mucho, contratados por Stax. Querían grabar y conseguir un éxito, sin embargo no llegaba.

En cierta ocasión, después de una grabación junto a Jim Steward (el co-director de la compañía Stax), Johnny Jenkins insistió para que Otis cantase una canción que él mismo había compuesto, These arms of me.

¡Boom, estallido de genialidad! La voz de Otis sonaba a Soul porque, de verdad, estaba cantando con el alma. Una auténtica balada con una sección rítmica que se basaba en el lamento, interpretado de manera visceral.

La grabaron, obviamente, y se fueron a ver al D.J. John R. para que la pinchara, a este le gustó tanto que bombardeó durante horas a sus seguidores con ella. La canción finalmente consiguió entrar en el Top 20 de las listas de R&B. Comenzaba lo bueno.

Y así empezó su andadura con Stax, una compañía musical que se caracterizaba por dar alas al Soul de Memphis, muy diferente al sonido Motown, que era la compañía de música negra más famosa del momento (y casi lo sigue siendo).

Sus fundadores, los hermanos Steward, eran muy aficionados al R&B y buscaban sonidos menos comerciales y más reales, un sonido más pantanoso, oscuro y auténtico. Entre sus filas contaban con artistas de la talla de Booker T & the MG’s o Isaac Hayes. Otis Redding se convertirá en la insignia de la compañía.

Otis Redding y los años más importantes de su carrera musical

Junto a Stax trabajaron en una serie de grabaciones que serán el ABC del Soul. En 1964 grabaron Pain in my Heart, una versión (por no llamarle robo, algo muy común en la época) del tema Ruler of my heart de Allen Toussaint e Irma Thomas (algún día os contaré la historia de esta reina del Soul de Nueva Orleans, y del montón de canciones suyas que os suenan por otros artistas).

Con esta canción se mostraba la fuerza de Otis, que cantaba como a base de sacudidas. Este año también debutó en el Teatro Apollo de Harlem, el templo de la música negra.

En 1965 grabó el disco The Great Otis Redding sings Soul Ballads, donde compuso todas las canciones. Ese mismo año, sacó Otis Blue/Otis Redding sings Soul, el MEJOR DISCO DE LA HISTORIA DEL SOUL. El título no es muy original, una obviedad, pero una obviedad genial porque nadie cantaba (ni cantará) Soul como Otis.

Este disco, de 11 canciones, 3 de las cuales fueron compuestas por Otis, se grabó en 24 horas, y definirá las bases de Soul para siempre. Vemos un disco repleto de alaridos viscerales provenientes de una voz con un auténtico portento emocional, que nos muestra el puro nervio que invadía su cuerpo cuando cantaba.

Hizo muchas versiones en este disco: de Solomon Burke, de B. B. King, de Smoking Robinson, varias de Sam Cooke, o la famosa Satisfaction de los Rolling Stones.

Durante la grabación del disco, uno de los músicos trajo el Lp de los Rolling y la puso. Otis, que la escuchaba por primera vez, decidió grabarla y así lo hicieron, pero en vez de decir satisfaction, Otis decía satisfashion, dándole una personalidad sureña (por aquello de la pronunciación).

Este año de 1965 fue muy importante para la carrera de Otis. A parte de los discos, fue invitado al Festival de Rock de Monterrey.

Este concierto fue una auténtica revelación, rodeado de artistas de la talla de Jimmy Hendrix, The Who o Janis Joplin, qué rápidamente quedó prendada por el ritmo de Otis. Fue un directo incendiario y vibrante que vieron más de 50.000 personas.

Un auténtico acto de fe musical donde Otis rompía los moldes, entendiendo la música como una prolongación más de su cuerpo y expresión de su alma. Un volcán en plena erupción.

En 1967 es invitado a Europa, incluido dentro del Tour de los Maestros del Soul, junto a Carla Thomas (con quien Otis formó dúo musical), Sam&Dave o Eddie Floyd entre otros. Después de esta gira sería nombrado el Mejor cantante del mundo, relevando del puesto, ni más ni menos, que a Elvis Presley.

También este año, tras una operación, le aconsejaron reposo. En este tiempo llevó a cabo una idea que ya masculló junto a Solomon Burke y James Brown, construir unos estudios de grabación a la manera de Stax, con los Bar-Kays (la banda de apoyo de Otis) como banda principal de la casa.

Pretendía crear una fundación para mejorar las condiciones de trabajo de los músicos negros. Otis tenía una gran visión para los negocios, y tampoco quería que le engañasen, llegando a crear una pequeña compañía en su famoso rancho The Big O.

También en esta época se unió al grupo Soul Clam, que se encontraba formado por Solomon Burke, Wilson Pickett, Don Covay, Ben E. King y Joe Tex. Se trataba de una formación con auténtico sentimiento negro que quería controlar sus ganancias. Además, destinaban una parte de estas a la comunidad. Las grandes compañías discográficas se encargaron de cargarse el proyecto bastante pronto.

La muerte de Otis Redding golpeó a todo el mundo musical

Y se acabó. El 10 de diciembre de 1967, viajando a una actuación, la avioneta en la que iban Otis y su banda se estrelló a las afueras de Madison, Wisconsin, en el Lago Monona, muriendo todos los integrantes menos uno.

Otis tenía tan solo 26 años, y tres días antes había grabado el que sería su gran éxito (Sittin’ on) the Dock of the Bay, que quedaría para la posteridad a modo de epitafio. Esta canción nos muestra como Otis buscaba nuevos sonidos reales, influenciado por los ritmos de Bob Dylan. Creó esta canción con un estilo que él denominaba como Soul-Folk.

La muerte de Otis golpeó a todo el mundo musical. Era un hombre muy querido, al que todo el mundo definía como una excelente persona, muy humilde, tierno, comprensivo, sincero y altamente cálido (características que vemos reflejadas Try a Little tenderness).

En palabras de Al Bell (amigo y exvicepresidente de la compañía Stax): “la auténtica esencia del Soul estaba en Otis Redding. Además era la persona más cariñosa que he conocido, y quien más amor me ha comunicado”. Muchos le llamaban “el gran corazón del Soul”. Su amigo Isaac Hayes declararía a su muerte: “Fue una gran conmoción. Ese día todos morimos en Memphis”

Otis no era un teórico musical, sino un hombre de instinto que transmitía los latidos de su corazón a ritmo de música.

Con una voz dinámica, cantaba con una especie de retardo al entrar a cantar que sólo él podía conseguir.

Fijaos! Empieza una canción y él entra siempre como medio segundo después.

Fue considerado por muchos como un “paleto negro del Sur”, y en cierto modo lo era.

No tenía pretensiones musicales, pensaba que su función en el mundo era permanecer y cuidar su tierra, descubrir talentos y favorecer a la educación de sus hermanos negros.

Un poquito de humildad nunca vino mal en un mundo con tantos divos y divas. Era un hombre sencillo que se consideraba un obrero de la música.

La frustración ante una muerta tan temprana nos invade al pensar en este cantante. Si Otis Redding no hubiese muerto, la historia de la música negra seguramente hoy en día sería diferente.

El sonido de Otis nos habla de incipientes ritmos Funk y, tal vez, James Brown hubiera sido el hijo y no el padre del Funk de seguir vivo Otis Redding.

Paradojas de la vida, en nuestras entregas hemos visto trayectorias desafortunadas de músicos negros golpeados por la sociedad y por ellos mismos. Sin embargo Otis Redding era diferente: buena persona, serio, profesional, sin problema alguno con el alcohol o las drogas… Pues toma funesto destino.

El Salón de la Fama definió el sonido Otis como: “sinónimo de Soul, música derivada de la experiencia afroamericana, y la transformación del Góspel y el R&B en una forma de Funky secular”.

Por todas estas cosas, sólo puedo acabar este pequeño homenaje de una manera. Por ser el alma del Soul: GRACIAS, OTIS!

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