El arte y la espontaneidad

Elucubraciones de un indio borracho

En estos últimos días he estado leyendo un libro de un cura cercano a la Teología de la Liberación donde dice, entre otras cosas, que la fe es algo espontáneo, y que esta espontaneidad hace que las acciones y las interacciones entre las personas se den de una manera más fluida y auténtica; y que la religión es la “institucionalización” de esa fe, por tanto pierde esa espontaneidad y esa fuerza creadora.

arteHe pensado que esto se puede extrapolar a otras situaciones, como por ejemplo la política. Está claro que movimientos callejeros pierden la fuerza inicial cuando entran dentro del sistema.

Y por supuesto, creo que esto también se podría extrapolar al mundo del arte. Estuve el fin de semana pasado en la feria de arte contemporáneo ARCO y me parecía un supermercado, una gran superficie, un centro comercial.

Imposible poder apreciar las obras, tratadas como meros productos de mercado (es mi visión, eh! No lo afirmo de manera dogmática, que quede claro). Esos entornos, desde mi punto de vista, hacen que las obras pierdan proyección y fuerza.

El principio de incertidumbre de Heisenberg dice que el sujeto, al relacionarse con la realidad la afecta siempre, la modifica, no hay una separación estricta entre el sujeto del conocimiento y el objeto conocido.

Eso lo interpreto yo considerando que las obras están “vivas”, y al interaccionar con el sujeto dejan de ser del autor y pasan a formar parte de ese sujeto, se modifican en ciertos aspectos. Y todo esto hace que me pregunte si el mundo “underground” no será un entorno mejor para apreciar las obras como lo que son: obras de arte, y ya está, no meros objetos de mercado.

Un entorno sin interferencias y sin adulteraciones donde la interacción entre la obra y el receptor es mucho más directa, y más pura también.

Por eso cada vez me alegra más pertenecer a este mundo desconocido y alejado del ruido mediático, un sitio donde podemos trabajar y exponer nuestras ideas con una libertad creadora completa y sin apenas condicionantes. Y tener un compromiso con el arte, o “no arte”, en sí y porque sí. Sin más dobleces.

Bueno, llevo un rato elucubrando sin llegar a afirmar de una forma tajante lo que estoy exponiendo, y eso ha hecho acordarme de unas grabaciones que hice allá por 2007.

Unas grabaciones que las había excluido pensando que no valían para nada, pero resulta que hace poco las he redescubierto en mi disco duro (donde tengo un montón de cosas de las que se podría prescindir), y he pensado que están bastante bien y que merece la pena exponerlas.

Son grabaciones donde hay bastante “spoken word” y una música hecha con instrumentos analógicos de cintas de cassette reproducidas al revés, junto con otros instrumentos convencionales. Una mezcla que me ha parecido interesante después de tenerla escondida durante diez años.

Por eso me atrevo a exponerlo aquí, y no estaría de más que empleasen un tiempo en escucharlo con auriculares. Podría ser una experiencia grata.

Ahí va el link para quién le apetezca. Gracias de antemano por su interés y comprensión:

Atentamente, J.G. Entonado & Arín Dodó

www.arintonadodo.com/contacto

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