El lugar de Nunca Jamás

Nunca Jamás La leyenda  dice que para llegar a este maravilloso lugar, Nunca Jamás, tienes que volar hasta lo más alto del cielo, girar en la segunda estrella a la derecha, y volar hasta el amanecer. Eso dice la leyenda, pero descubrí que hay un atajo, y no precisamente tienes que volar hasta lo más alto del cielo y tardarte la noche y el amanecer… Bueno, si quieres lo puedes hacer, ya solo depende de cada uno.

[mks_button size=»small» title=»Ver ahora!» style=»rounded» url=»http://issuu.com/lacarne/docs/lacarne_magazine_bolivia_n4/14″ target=»_blank» bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#FFFFFF» icon=»fa-eye» icon_type=»fa»][mks_button size=»small» title=»Descargar ahora!» style=»rounded» url=»https://tienda.lacarnemagazine.com/producto/lacarne-magazine-bolivia-4/» target=»_self» bg_color=»#dd3333″ txt_color=»#FFFFFF» icon=»fa-cloud-download» icon_type=»fa»]

¿Alguna vez te preguntaste por dónde ves más? ¿Por el microscopio o por el telescopio? Para mí la imaginación es más grande que el conocimiento, ya que con la imaginación puedes llegar donde tú quieras, mientras que el conocimiento te limita a tomar el minibús para llegar a donde quieres.

Aquí les cuento como descubrí este otro camino para llegar más rápido a este fascinante lugar de Nunca Jamás….

4 días atrás estaba tocando con la banda que más amo. Antes de empezar yo estaba nervioso y estresado como siempre. El lugar es un café arte con unas cuantas mesas y un lugar reducido para tocar, y en las paredes hay cuadros que son expuestos al público por semanas.  La primera vez que tocamos ahí eran cuadros de instrumentos musicales, esta vez los cuadros eran más contemporáneos y eróticos.

Cuando llegamos al lugar no había mucha gente, solo un par de amigos y otro par de conocidos (ahora canto y toco la guitarra en la banda). Esperando a que lleagara más gente, por fin llegó el momento de tocar. Nos pusimos los instrumentos, y después de unos minutos de Jam empezamos el reper, y a cerrar por completo los ojos (cuando miro a la gente me distraigo muchísimo). Tocamos como 10 minutos, cuando de repente un calor acariciaba mi cara.

No sé si era de los nervios o de las muchas ganas que tenía de tocar, pero directamente me teletransporté al fondo de mí. Ahí donde antes simplemente lograba llegar a sentir sonidos, colores y sensaciones… Ahora los veía!!  No sé si era el inconsciente pero podía vivir imágenes claras. Lo abstracto se hacía más claro, podía sentir el mundo en que estaba envuelto, animales grandes como dinosaurios donde te subes, y flotas o vuelas. El aire lleno de espectros cariocas, animales de todos los colores y tamaños, y bichos raros con caras grandes

Entrar en uno mismo y cerrar los ojos, disfrutar de tocar escuchando los bajos, efectos, tambores, platillos, miradas, sintiendo lo que los otros sienten, sacar todo lo malo de nuestros cuerpos y nuestras almas… Es ahí donde nos encontramos como los seres que somos, niños sin responsabilidades, sin reglas, sin odio, sin egoísmo, viviendo miles de aventuras…, así como niños perdidos donde nada nos hace crecer, nada nos infecta de cosas negativas y mundanas, donde nuestro cuerpo es una estrella y nuestro mundo está dentro de ella. Ese lugar que nos protege de todo mal y nos ayuda a olvidar las cosas feas del pasado, donde de una sonrisa honesta nacen hadas que tejen las aguas, la escarcha, las flores, la luz, la nieve y las ganas de quedarte ahí para siempre y no volver nunca jamás. Desde ahí…, a donde pertenecemos.

sígueme en Facebook

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *