Improvisación Libre con Pedro Menchaca

improvisación libre

Ya he hablado bastantes veces de Pedro Menchaca en esta revista en algunos de los artículos de Improvisación Libre.

Un tipo muy inquieto, músico e improvisador incansable, organizador de conciertos y de festivales como VERICUETOS, en la ciudad de Gijón, y responsable del programa del mismo nombre (Vericuetos) en Radio Kras.

Vamos, es un tío que no para, y no podía faltar en esta sección. Ya estaba tardando:

Improvisación Libre con Pedro Menchaca

Dime cuál es tu procedencia musical. Si tienes formación académica, me interesa que me cuentes tu experiencia en las escuelas de formación de música o en el conservatorio y que me lo compares con tu experiencia en la improvisación libre y en la música experimental, aunque sea compuesta.

Me formé en plan autodidacta.

Mi padre me enseñó los primeros acordes con la guitarra, y a partir de ahí todo lo que aprendí fue fruto de la observación y del azar (sobre todo de este último).

Podríamos decir que estoy en un estado de aprendizaje -no reglado- constante. Aunque reconozco que me gustaría saber notación musical, armonía y todas esas cosas.

¿Cuándo y cómo llegaste a la improvisación libre?

Cuando tenía unos 17 o 18 años, ya estaba en un grupo en el que, además de canciones, hacíamos improvisaciones larguísimas sin ninguna base o patrón rítmico, ni tonal ni nada.

Tan bien lo pasaba yo con aquello, que desde entonces siempre estuve con un pie en la improvisación libre.

Hasta el día de hoy, en el que estoy metido en ello más que nunca, ya sea en solitario, con el Improviso Ensemble de John Falcone, o tocando con otros improvisadores que se me pongan a tiro.

¿Cuáles son las influencias que te han ayudado al aprendizaje de tu lenguaje musical? ¿Y a la improvisación libre?

Pues si nos vamos a mis años mozos, allá por los noventa, me influenciaron mucho los sonidos de guitarra de Sonic Youth (que a su vez salieron de la escuela de Glenn Branca, aunque eso lo supe después), y sus afinaciones raras.

Más adelante descubrí a otros guitarristas como Fred Frith, Marc Ribot y un largo etc.

Últimamente hay dos que me gustan mucho y a la vez tienen dos planteamientos muy diferentes: por un lado, Nels Cline y su utilización libérrima de los pedales de efectos, y por otro Bill Orcutt, él sólo con su guitarra acústica.

Y sí, releyendo lo anterior está claro que la música de origen anglosajón tuvo mucho peso en mi culturilla musical, así que voy a añadir también a Hannes Buder, por ejemplo. Hay muchos más.

¿Qué es para ti “espacios” en una pieza? Quiero decir, que si te dicen: “vamos a crear una pieza con ‘espacios’, ¿qué interpretas?

Pues así de primeras me viene a la cabeza el utilizar silencios, pero supongo que se referirá a dividir la pieza en distintos “escenarios”, por decirlo de alguna manera.

Hay músicos de improvisación lilbre (como yo, por ejemplo) cercanos a la idea de hacer primeras tomas y de dejarse llevar por la intuición, la inmediatez y la espontaneidad. Hay quién dice, sin embargo, que esa forma de entender el arte lleva a fórmulas repetitivas y aburridas, y que el ensayo y la composición son necesarios para evitar esos inconvenientes. En mi opinión, las fórmulas y patrones se repiten en cualquier manifestación artística. ¿Qué opinas?

 Yo opino igual que tú. Si lo llevo a mi experiencia personal, algunas de las cosas de las que más contento quedé se grabaron sin preparación previa.

Sí estoy de acuerdo en que manipular a posteriori ese material espontáneo puede ayudar a mejorar el resultado.

Personalmente, el sentarme a componer algo me cuesta horrores, acabo siempre divagando y esperando a que suene la flauta (al final siempre acaba sonando, aunque puede tardar lo suyo).

En el libro “El nuevo paisaje sonoro”, de R. Murray Schaffer que he leído la siguiente afirmación:
“Es cierto que hay mucha gente que no son sensibles al ruido; pero esos son precisamente los que tampoco son sensibles al argumento, o al pensamiento, o a la poesía, o al arte, en una palabra, a cualquier tipo de influencia intelectual. La razón de esto es que el tejido de sus cerebros es de una calidad muy tosca y ordinaria. Por otro lado, el ruido es una tortura para gente intelectual”.
¿Cuál es tu opinión acerca de esta afirmación?

Pues no lo había pensado, pero si lo dice Schaffer… En general no me convencen mucho estas afirmaciones tan categóricas.

Por ejemplo, en este caso matizaría la última parte, lo de que “…el ruido es una tortura para gente intelectual”.

En según qué casos también puede ser un disfrute.

Explícame brevemente tu concepto musical.

No tengo un concepto claro, sí un montón de ideas: para mí es ante todo un lenguaje primigenio y universal, pero también una tabla de salvación, y un juego (más divertido cuando es colaborativo).

Henry Miller decía que es el abrelatas del alma, y Zappa tenía una definición simpática que ahora no recuerdo.

En mi caso creo que es lo más parecido a una religión, tiene un componente espiritual innegable, y también sus ritos, públicos y privados.

Es algo que se puede vivir de forma bastante intensa sin tener una idea clara de su explicación, quizá por eso llevo unas cuantas líneas echando balones fuera.

Indica links, grabaciones, páginas webs…donde aparezcan tus proyectos

Ahí va un batiburrillo de enlaces.

Aviso que aquí hay de todo, desde rock progresivo hasta tonada asturiana o música hecha con bicicletas. Usar con moderación:

Onde la neblina posa/ Antón Menchaca from Cristinabusto on Vimeo.

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