Jelly Roll Morton, el inventor del Jazz

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“Es manifiestamente sabido, de modo incontrovertible, que Nueva Orleans es la cuna del Jazz, y resulta que su creador fui yo mismo». Y se quedó tan pancho cuando lo soltó. El autor de esta frase no fue otro que Jelly Roll Morton, un auténtico personaje (nada modesto, como podéis comprobar) que se pasó la vida engañando y haciendo trampas en todo y a todos, menos con una cosa: el piano.

Fuese o no verdad que él inventó el Jazz, su vida dio para mucho, y es innegable su importancia en el legado del Jazz.

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Jelly Roll Morton, el inventor del Jazz

Mentirosillo patológico nuestro artista, cuyo verdadero nombre era Ferdinand Joseph LaMonthe, afirmaba que había nacido en 1885 en Gulfport, Louisiana, pero en verdad nació en 1890 en Nueva Orleans, procedente de una familia criolla (siempre intentaba negar sus orígenes africanos, y centraba la atención en los europeos, llegando a afirmar que toda su familia provenía de Francia). Su padre era albañil, y su madre empleada doméstica.

Desde muy pequeño tuvo muchas actitudes para la música. En la adolescencia ya dominaba la armónica, el tambor, el violín, el piano, el trombón y la guitarra, pero finalmente se decidió por el piano, haciendo estudios especializados, y también de solfeo junto a Tony Jackson.

Su padre los abandonó pronto, y su madre murió al poco tiempo. Así, el joven Ferdinand se instaló junto a su madrina (o su abuela, no se sabe muy bien), que regentaba un prostíbulo en Nueva Orleans. Allí comenzó a tocar en público, y a dedicarse a muchas otras actividades delictivas. En esta época pasó más tiempo detenido por delitos leves que en libertad. En 1905 ya era todo un artista reconocido en el barrio de Storyville (sí, el barrio de Louis Armstrong), donde se encontraban todos los clubs y tugurios de la ciudad.

Hacia 1910 se marchó, y estuvo dando tumbos por casi toda Norteamérica hasta que en 1923 cayó en Chicago.

Jelly Roll Morton y el Jazz en Chicago

En esta ciudad se estaba empezando a importar el Jazz de Nueva Orleans, así nuestro artista se puso manos a la obra. Tenía una capacidad increíble para autopromocionarse, a parte del talento, claro, y en el verano de ese mismo año consiguió crear las que serían las primeras grabaciones de Jazz de la historia: el auténtico paso del Ragtime al Jazz propiamente dicho. El estilo de Morton era brusco y muy primigenio, pasando de las rígidas estructuras del Rag a un estilo basado en la improvisación.

A esto se sumaba una voz aguardientosa y estridente, que aportaba un fraseo rico e imaginativo, con recursos como el humming o bocaquiusa (cantos con la boca cerrada). A estas GRABACIONES seguirían más, ahora con él y su piano como protagonista. Estos serán los años más exitosos de nuestro protagonista, en los que él mismo se encargó de engrandecer su figura. En esta época tenemos éxitos como Sidewalk Blues, Black Bottom Stomp, Dead Man Blues, Grandpa’s Spells, Smokehouse Blues o The Chant.

Hacia 1928 se marcha a Nueva York, la nueva cuna del Jazz, en busca de nuevos éxitos, junto a su nueva banda, Red Hot Peppers. Es contratado por la famosa compañía discográfica Victor, con la que grabó 16 piezas, consideradas hoy día el mejor testimonio del Jazz de Nueva Orleans en estado original. Sin embargo, la ciudad no lo acoge como se esperaba, pues su música ya no era una novedad: intentó subirse al carro del Dixie, pero fracasó estrepitosamente.

Redescubierto en Washington

A finales de los años 30 fue redescubierto. En 1938 estaba tocando en un garito de Washington, el Jungle, cuando fue reconocido por Alan Lomax (un musicólogo y antropólogo que se embarcó en uno de los mayores proyectos musicales de Norteamérica. Recogió los sonidos originales del Sur negro, grabando en plantaciones de algodón, cárceles y demás. Fue el primero en grabar Blues original, y nada menos que a un Muddy Waters aún desconocido). Alan Lomax se puso a trabajar rápidamente con él, creando una serie de grabaciones, en la Biblioteca del Congreso, en las que enfrentaba a Jelly Roll Morton únicamente a su piano, intentando recrear los sonidos más puros del Sur, sonidos ya olvidados. Estas grabaciones son un documento musical (e histórico) irrepetible.

Después de esto, intentó grabar de nuevo, pero sin éxito, y eso que contaba entre sus músicos con grandes como Sidney Bechet o Zutty Singleton, eran New Orleans Jazzmen.

Sin embargo, 3 años después, el 10 de julio de 1941, nuestro protagonista moría en Los Ángeles por afecciones respiratorias.

Jelly Roll Morton fue el creador del Jazz?

Jelly Roll Morton fue todo un personaje con carisma. Llevaba un diamante en uno de sus dientes, y alguno más decorando sus medias, viajaba siempre portando un baúl repleto de dinero que se apresuraba a enseñar siempre que llegaba a un hotel o garito, su propio apodo, Jelly Roll, hacía referencia en jerga africana al amor a los genitales femeninos…

Lo poco que sabemos de su vida es gracias al trabajo que hizo junto a él Alan Lomax, quien se encargó de escribir una biografía que era redactada en directo por el propio Jelly, a quien ya sabemos que le gustaba mucho exagerar su vida. En palabras del propio autor, tenía que matizar muy bien el contenido de las historias que le contaba, pues las había demasiado inverosímiles.

Nuestro protagonista fue toda su vida un fanfarrón que acusaba a la industria musical y al vudú (sí, sí… al vudú) su falta de éxitos, pero no podemos negarle la originalidad de ser la primera persona en grabar Jazz, y de vivir esta música como si fuese su propio motor vital.

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