Mindfuck está disponible desde el 31 de marzo de 2015.
Hay discos que no deberían tener título ni portada ya que no hay imagen, frase hecha ni palabra que los pueda hacer justicia; son un concepto que atraviesa y despierta mentes cobrando un sentido diametralmente diferente en cada persona.
Hay artistas que no buscan tener nombre ni reconocimiento ya que no hay apodo, corriente ni séquito que los pueda etiquetar, entienden que desordenándose en el caos más profundo logran encontrar su sitio en lo más alto, con una obra que huye de copias y géneros convirtiéndose en un propio género por sí mismos; en la “referencia”.
Mindfuck de Mediyama es, posiblemente, el máximo exponente actual de estas dos premisas: canciones que hablan de los demonios internos de cada uno sin apellidos, letras que sacan a relucir sombras con nocturnidad y alevosía, manifiestos que versan sobre el desencanto social, la alineación de la masa y la corrupción política sin colores ni panfletos.
Hablar de Mediyama es hablar de la evolución exponencial de un artista que recoge aplausos sin pedir ruido, una persona que ya demostraba su potencial y versatilidad en los diferentes grupos de los que forma parte (Res Non Verba/Hidra) pero que consigue el “más difícil todavía” con este disco.
Para poner estar primera piedra se ha reunido con colaboraciones como Roy Mercurio (Dremen), Pseudónimo y Puto Siete al micrófono y con productores como Baghira, Rayden, Khaibeat, Zette (Dremen), Jayder, 2L Boombap, Mees Bickle, Layer (La H Suena), Puto Siete y el propio Mediyama consiguiendo un sonido único que oscila desde lo más clásico hasta la vanguardia más actual bajo la batuta de Héctor García Roel y los scratches de Mesh.
Pocas veces el primer trabajo de un artista en solitario sonó tan bien.
