Nancys Rubias y Fangoria, fiesta en el Jardín Botánico

fangoria

¡Muy buenas de nuevo a todos! Como siempre, espero que todo vaya bien, y que estéis con ganas de disfrutar de la música. En esta ocasión, os traigo algo diferente a lo que suelo escribir, pero me apetecía mucho darle un espacio, pues fue una experiencia muy gratificante, y me lo pasé realmente bien.

El pasado sábado, 17 de Julio, tuve el gusto de asistir al fantástico Jardín Botánico de Madrid, y a sus “Noches Del Botánico”, con un concierto de la estrella del glam español por excelencia, nuestra admirada Alaska, que, junto a su banda Fangoria, nos deleitaron en una velada moderadamente divertida (más tarde explicaré el porqué de eso), que primero fue teloneada por la banda Nancys Rubias, formada por el característico y divertido marido de Alaska, Mario Vaquerizo.

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Nancys Rubias y Fangoria, fiesta en el infierno del Jardín Botánico

Además de la popular canción de FANGORIA, digo que fue fiesta en el infierno por el calor sofocante que hacía esa tarde, que con la mascarilla (la sigo llevando, pero estoy harta de ella. Una cosa no quita a la otra), y que aún hacía bastante sol cuando el Jardín Botánico abrió sus puertas para que la gente fuera tomando asiento, y disfrutar de los espectáculos.

Y con una organización aún más estricta ahora por el hecho de la pandemia, me adentré en el espectacular Jardín, en el que hay un pequeño mercadillo, con ropa, bisutería, merchandise, y también había puestos ambulantes con comida y bebida (solo vi cerveza, y yo solo quería agua).

En fin, en el infierno madrileño, a las siete de la tarde, nos fuimos acomodando en nuestros asientos, bajo las instrucciones de que estaba prohibido, lógicamente, beber, comer, y fumar, por el hecho de que no te podías quitar la mascarilla en ningún momento, y también estaba prohibido bailar (levantarse de la silla para bailar, porque si no, las personas sentadas detrás no pueden ver el concierto por el que también han pagado).

¿A que no es tan difícil de entender la nueva normativa para poder disfrutar de la cultura con seguridad en tiempos de pandemia? Bueno, pues para algunos, sí.

De ahí que diga que fue moderadamente divertida, pues es verdad que ahora tenemos nuevas normas para este tipo de eventos, pero es necesario respetarlas si seguimos queriendo asistir a los mismos, y que ya resulta molesto que a la persona que está a tu lado le llamen la atención unas seis veces porque se salta las normas en todo el tiempo que duraron los conciertos. Sinceramente, me dieron ganas de empujarle grada abajo, pero había que guardar distancia de seguridad, así que me limité a perdonarle la vida con la mirada (risas).

En fin, fuera dramas, porque no quiero más dramas en mi vida…

Nancys Rubias

Ellas, las Nancys, se encargaron de empezar la fiesta, con un concierto de aproximadamente cuarenta minutos, en el que nos hicieron bailar (sentados), Mario, tan locamente divertidas son sus extravagancias, y su peculiar estilo que termina enganchando a todos sin excepción, apareció con un traje de transparencias.

Nos amenizaron con temas como El Alfabeto Nancy, en el que se hizo un pequeño homenaje a Raffaella Carrá, pues al nombrarla,todo el público hizo una ovación al unísono. Eso fue bonito.

También nos hicieron cantar a pleno pulmón con sus temas más que conocidos como Peluquitas, o Me Encanta (I Love It), y un tema que, al menos yo, no había escuchado, ni la versión de las Nancys, ni la canción original, y que ahora no me lo puedo quitar de la cabeza. Estoy hablando del tema Dance With Somebody de Mando Diao, que en este caso fue interpretado en castellano, y realmente me gustó muchísimo.

Llegó el «momentismo absoluto» de Fangoria

Tras una fiesta total que fue el concierto de las siempre glamurosas Nancys Rubias, se hizo una pausa de treinta minutos para poder beber algo, o ir al baño. Yo no hice ni una cosa ni otra, pues estaba de gente hasta arriba, y la situación me resultaba un poco contradictoria. Así que sí, aguanté todo el espectáculo de Fangoria sin beber nada, casi me salía polvo de la boca…

Pero ya cuando estaba a punto de momificarme por el calor, se hizo de noche, y la noche trajo consigo una brisa de aire fresco que me hizo revitalizarme de nuevo.

Entonces, empezó el gran concierto de la reina del glam español, con la que muchos de nosotros hemos crecido, y, de una forma u otra, sentimos admiración hacia esta pequeña gran mujer, con la que hemos aprendido, sobre todo, a no tener miedo, ni vergüenza, de ser nosotros mismos.

Nos ofreció un concierto de casi dos horas, pero que se me hizo realmente corto, pues me lo pasé fenomenal viendo todo el decorado escénico, con pantallas gigantes, bailarines, cambios de vestuario, etc.

Acompañada, por supuesto, de Nacho Canut, la otra mitad de Fangoria, Rafa Spunky, otra parte imprescindible en la banda (coros, y bajo), y nuestro amigo J. Horror, de la banda Generador, a la cual entrevisté recientemente, que se situaba a las guitarras.

(Recordamos esta gran canción de Alaska y Dinarama)

Empezó igual que acabó, con un sol gigante, similar al de los Teletubbies, en una de las pantallas gigantes. Y mientras tanto, la fabulosa Alaska interpretó canciones de toda la vida, como A Quién le Importa, o Perlas Ensangrentadas, canciones muy sonadas para los fans de Fangoria, como Geometría Polisentimental, Espectacular, o Dramas y Comedias, también sonaron canciones de su álbum Extrapolaciones y Dos Respuestas, como La Revolución Sexual de La Casa Azul, la mítica canción Soy Yo de Marta Sánchez, o Historias de Amor de la banda O.B.K.

Entre tanto, los bailarines con coreografías casi imposibles para cualquier mundano, imágenes que me fascinaban en las pantallas, luces de colores, y mucha fantasía. Si hay algo que me gusta de las canciones de Fangoria son las letras de sus canciones, con mensajes claros, y llenos de verdad, como el tema Momentismo Absoluto.

Para finalizar, la gran fiesta, que aunque estábamos sentados, terminé exhausta de tanto aplaudir, de dar pisotones al suelo de las gradas, que en algún momento pensé que se venían abajo. Como no nos podíamos levantar de los asientos, no podíamos hacer la ola, por lo que rápidamente buscamos alternativa (risas).

Pero eso sí, al final del concierto todo el mundo en pie, aplaudiendo, gritando, y agradeciendo por el gran espectáculo que acabábamos de ver.

Fue una noche inolvidable, además, en la compañía de mi hermana y cuñado. No podía pedir más.

Espero que os haya gustado esta crónica del concierto de Nancys Rubias y Fangoria, que yo creo que son más que conocidos, sobre todo en España y México, pero, por si acaso no los seguías, o si te han gustado, te dejo los enlaces a sus redes sociales y plataformas digitales, para que los escuches y vivas cada día con mucho glamour, amor, color, y fantasía.

¡Hasta la próxima!

Más información sobre NANCYS RUBIAS en los siguientes enlaces:
YouTube
Instagram
Instagram Mario Vaquerizo
Spotify

Más información sobre FANGORIA en los siguientes enlaces:
Instagram
Fangoria Music
Instagram Alaska
Instagram Nacho Canut

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