Metidos en el saco de la neopsicodelia junto a otros grupos como Tame Impala, Woods, Grizzly Bear y un largo etc, los chicos se desfogan en 10 canciones mostrando de nuevo su lado más lisérgico, ése dónde Syd Barret y las playas de California se dan la mano. Donde The Byrds corretean por Sunset Boulevard en monopatín.
Comienza el disco con un estupendísimo power-pop titulado «Africa», recordando esa calle donde nacieron. Acústicas y mellotron a tope en uno de los mejores cortes del LP. Híbrido extraño de Pink Floyd y The Kinks en el segundo tema, «Eye for an Eye», secundado en las voces por un coro de niños.
«None Other Than», para mi gusto la canción que mejor define al grupo. Volvemos a un inicio acústico, casi de balada, para coger el carril de la izquierda y acelerar a toda pastilla en un cambio de ritmo de ésos que marcan. Y de nuevo The Kinks confraternizando con, ésta vez, The Byrds. Lujurioso.
En «Nasty Girl» las guitarras se funden con una flauta, instrumento que utilizan en varios temas y que les sienta estupendamente.
En definitiva, si gustan de algunos de los grupos antes mencionados, aquí tienen una nueva formación que les hará sonreír en más de un momento durante su escucha.
Hace escasamente unas semanas les tuvimos de gira por tierras españolas. Si estuviste, queremos que nos lo cuentes!
Van sobrados en: gustos musicales. Se nota que han mamado de lo mejor de los 50s y los 60s.
Lo que cambiaría: Casi nada. Otro gran disco a incluir entre los nuevos «neopsicodelicos»
La sentencia: Que no tarden en grabar su próximo disco otros tres años. Son jóvenes y si trabajan duro, pueden darnos muchas alegrías en el futuro.
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