Samu Bellota, El Punkgramador de Valdencín

Valdencín es un pueblo de colonización fundado en los 60, en el norte de Cáceres. Para muchos extremeños, y fuera de nuestra frontera, no conoceríamos esta villa ni su ubicación si no fuera por el trabajo que realiza este agitador cultural llamado Samuel, Samu Bellota.

En pocos años este revolucionario cultural ha puesto en el mapa a su pueblo, lo reivindica, lo llena de cultura y lo impregna de espíritu crítico. La “Galia” musical en Extremadura tiene nombre, y es Valdencín, y de su Astérix hablaremos a continuación. 

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Samu Bellota, El Punkgramador de Valdencín

samu bellota

En primer lugar, ¿quién es Samu Bellota?

Samu Bellota: Pues soy un chaval que tuvo la suerte de nacer y crecer en un pueblo con una juventud «salvaje», y que desde muy joven pude empezar a cultivar mi cultura musical –influido por los gustos de mi hermano mayor- con bandas como Extremoduro, La Polla, Ska-P… desde las que evolucioné a otras tantísimas que forman parte de la banda sonora de mi vida. 

Muy probablemente éstas fueron las bandas que me influenciaron a la hora desarrollar un sentido crítico y a empezar a formarme ideológicamente. Esto me llevó a decidirme a estudiar Historia, estando ahora en proceso de prepararme para ser profesor, y también Desarrollo Rural.

Además, soy una persona que mira siempre por el bien común, y que está plenamente implicado en la vida social y cultural de Valdencín, pueblo en el que me crié y en el que ahora he cogido el relevo de La Abadía, que es un todo en uno: restaurante, bar, sala de conciertos…

¿De dónde viene el espíritu emprendedor cultural por el que Samu Bellota destaca?

Samu Bellota: Pues con toda seguridad puedo decir que viene de la necesidad. De la necesidad que tenía un joven rural de tener un ocio diferente al que vivía cuando era un adolescente, muy limitado en la mayoría de sitios, y más en entornos rurales, a pubs y discotecas donde un DJ pincha música enlatada –donde también me lo pasaba bien, todo hay que decirlo, pero no era lo mío-.

Por eso llegó un día en el que, junto a tres colegas más, decidimos montarnos la fiesta por nuestra cuenta, a nuestra manera y a nuestro rollo, sin esperar nada de nadie. De ahí nació, hace ya 10 años, lo que ahora es la asociación Bellota Rock.

¿Qué es el Bellota Rock?

Samu Bellota: El Bellota es una asociación sin ánimo de lucro que tiene el objetivo de fomentar la cultura musical alternativa en Extremadura, sobre todo en la provincia de Cáceres, que es donde tenemos nuestro ámbito de influencia. Surgió con la idea de organizar conciertos y festivales de unos estilos que brillaban por su ausencia, y también de apoyar a las bandas extremeñas, pues da mucha pena cómo hay tantísimos proyectos de altura que se quedan en el tintero.

Tenemos que decir que el objetivo, o fin, con el que nació se ha cumplido, pues hemos organizado más de 50 eventos en estos diez años, y hemos colaborado en otros tantos, y ahora mismo la realidad es totalmente distinta con varios festivales de referencia y más que asentados en nuestro territorio: Bellota Rock Fest, Rock In Pino, Centenera Rock, Torrock Festival, GrimalRock… En todos estos festivales hay bandas conocidas a nivel nacional, otras que lo son un poquito menos, y, por supuesto, bandas extremeñas.

No obstante, aunque el objetivo esté cumplido, queremos seguir creciendo y mejorando, tanto a nivel de asociación, como colaborando y ayudando de distintas maneras al resto de festivales hermanos, pues creo que ahora, tras unos años de aprendizaje y experiencia, es cuando más estamos disfrutando.

Y lo más importante, esta asociación no se limita a organizar eventos sin ánimo de lucro, sino que es una gran familia de casi 200 socios y socias que hemos ido formando a lo largo de los años, y de la que han salido una infinidad de amigos unidos por la música, la lucha y la reivindicación.

¿Qué nos podemos encontrar en el espacio Utopía?

Samu Bellota: A primera vista, es una sala que forma parte del complejo de La Abadía, con un aforo para más de 400 personas, con un equipamiento y un sonido buenísimo, con un gran escenario, y un camerino enorme y cómodo para las bandas. Y también unas condiciones inmejorables para bandas, agencias y promotores, así como para el cliente, al que una cerveza o una copa le cuestan la mitad que en una sala de una ciudad.

Pero detrás de todo eso, lo que hay es pasión y amor por la música en directo, muchos años de lucha, de esfuerzo y de trabajo, y de sueños –algunos cumplidos y otros por cumplir-… Y también una apuesta que mis padres llevan haciendo más de 36 años por Valdencín, desde que abrieron su primer bar en el pueblo.

Un trabajo agotador en un proyecto que no cierra ningún día del año, y que no es solo un medio de vida para parte de la familia, sino también una manera de prestar unos servicios de calidad a un pueblo de poco más de 300 habitantes, por muy complicado que sea.

¿Cómo se programa La Abadía de Valdencín? Porque lo mismo tenemos jornadas Oi y a la semana siguiente una fiesta Ibicenca. ¿Cómo conseguís atraer a un público tan dispar y que no tiene nada que ver?

Samu Bellota: Al final estamos en un pueblo y en una comarca en la que, al igual que en todos los sitios, la población tiene gustos dispares, y hay que darle opciones de ocio a todo el mundo. 

Al ser un pueblo tan pequeño, más del 90% de los asistentes a los conciertos de punk rock –que es lo que más nos gusta- proceden de otros pueblos y ciudades extremeñas (y de otras muchas comunidades), y aunque siempre facilitamos zonas de acampada tanto al aire libre como cubiertas, no podemos pretender que el grueso de los asistentes se desplace cada fin de semana a nuestro pueblo.

La idea es no aburrir a nadie, por eso nos gusta programar con cabeza, e intentar hacer eventos para todo tipo de público.

Como ejemplo, en diez fines de semana consecutivos se han programado en Valdencín conciertos de copla, acordeonistas, orquestas, charangas, un festival de reggae con feria de cerveza artesana y cannabis, una fiesta de Halloween con DJs, unas jornadas punk femeninas, teatros, un concierto de flamenco, concierto de heavy metal, conciertos punk-rock y metal, un festival con una mezcla de estilos y dj’s… No paramos de programar, pero sí que variamos en los estilos, pues el público raramente coincide.

¿A quién te gustaría traer a Valdencín? ¿Sois la alternativa a un Extemúsika mediocre? 

Samu Bellota: Pues sinceramente, me gustaría contar con muchas bandas de renombre, pero muchas veces disfruto más de un concierto de bandas de la zona poco conocidas a día de hoy a nivel nacional, como pueden ser The Kacharreta, Kalerizo, River Hakes o A Garulla, que de una banda como Marea, por ponerte un ejemplo. 

Las agencias y las bandas tienen verdadero pánico a Extremadura, la verdad. Me está costando muchísimo que ciertos promotores accedan a traer bandas de primer nivel a Espacio Utopía, pues piensan que no hay público, y más en un pueblo, pese a que los conciertos punk-rock tienen más público en zonas rurales extremeñas que en las ciudades, a la vista está con el trabajo del Bellota.

Desde principios de 2024 pasarán por aquí bandas muy guapas que todos tenemos muchas ganas de ver, y por las que yo voy a apostar y a arriesgar. Pero sinceramente, algo que me dicen desde las agencias y que también pienso yo: o el público asiste a los conciertos en salas, o definitivamente damos por muerta la escena. Es una apuesta a cara o cruz, y es el momento de lograr que tanto a Valdencín como a otras salas de la geografía extremeña puedan venir bandas de ‘primera división’.

En cuanto al Extremúsika, somos la alternativa, en primer lugar, porque somos lo opuesto. El modelo del festival, que al fin y al cabo es el mismo que el de la mayoría de macro-festivales, simplemente consiste en ir de un escenario a otro “consumiendo y consumiendo” conciertos, cantando las cuatro canciones que te sabes -cada cual en su estilo-, pagando por una cerveza varias veces más de lo que cuesta, servida por un camarero que cobrará un sueldo mediocre por un sinfín de horas, tragando polvo, orinando en baños lejanos y que apestan… Al final es un reflejo de la vida misma, de un capitalismo despiadado en el que no somos más que productos, mercancía y números.

Nosotros no hablamos de marcas, de negocio, ni contamos los asistentes ni los billetes por miles. Aquí tenemos claro que queremos eventos en los que los pocos o muchos asistentes estén tan cómodos como en el sofá de su casa, que no haya colas para pedir en barra, que no pasen calor ni frío, que los precios de las entradas y bebidas sean asequibles, que el camping sea acogedor, que no haya cláusulas absurdas y abusivas al comprar tu entrada o recargar tu pulsera de cashless… Y sobre todo, que todas las bandas que nos visiten estén a gusto y se sientan valoradas y cuidadas.

Por otra parte, del Extremúsika me avergüenzan muchas cosas, aunque, por no extenderme, voy a mencionar tres que me parecen primordiales. Primero, no entiendo cómo se pueden destinar miles y miles de euros de dinero público de los extremeños a un festival-negocio en el que apenas hay artistas de la región, y a los pocos que contratan los hacen tocar a primera hora sin público.

En segundo lugar, pienso que con un cartel tan variado están dando la puntilla a la escena punk rock por la que apostaba el festival en sus inicios (aunque también había rap, rumba, reggae, mestizaje…), pues no dan oportunidad a muchas otras bandas emergentes de estos estilos, complicando aún más el relevo o la consolidación de nuevas bandas, tanto extremeñas como del resto del estado.

Y, para apuntillar la cuestión, fue lamentable el trato al público por parte de los vigilantes de seguridad durante todo el festival, llegando a provocar la intervención de los antidisturbios durante el concierto de Talco después de que el público les recriminara las palizas a quienes detuvieron por portar una bengala o grabar. Con toda seguridad, la escena más surrealista que he vivido en un concierto, pues la actuación policial provocó una estampida que, lejos de garantizar la seguridad, provocó decenas de heridos. 

Tienes relación con la Asociación 25M, con los que realizas algún evento en dichas fechas. Cuéntanos.

Samu Bellota: Simplemente soy uno más que colabora con esta magnífica iniciativa en la medida de sus posibilidades. La Asociación 25 de marzo no solamente reivindica ese día como el día de Extremadura, sino que camina “con un pie en el pasado y otro en el presente”, apoya las luchas actuales de los extremeños, y reivindica la memoria y la historia de Extremadura.

El año pasado, tras haber recibido alguna propuesta previa, me ofrecí a colaborar invitando a la asociación a organizar los actos del 25 de marzo en Valdencín, con actividades a lo largo de un fin de semana. Y ciertamente no pudieron salir mejor. Para mí ha sido uno de los eventos más significativos que he organizado, pues combinaba lucha, camaradería, reivindicación, historia, y por supuesto, música en directo con bandas y artistas de la tierra. 

Para este próximo año, se realice en la localidad que se realice, igualmente será para mí un placer colaborar en la organización, pues aunque mi tiempo y mi trabajo no me permiten implicarme todo lo que me gustaría, creo que es una iniciativa más que necesaria.

¿Cuál es el techo de Samu Bellota? ¿A qué te gustaría aspirar?

Samu Bellota: Pues te diría que a la revolución, pero tal y como están las cosas… casi me conformaría con ser un poquino feliz viviendo en un mundo que no me gusta, y a poder mejorar –como mínimo- el cachito de tierra en el que me ha tocado vivir.

Y en lo que nos concierne en esta entrevista, pues a seguir creciendo, a poder dar más vida aún si cabe a mi pueblo, a poder programar más conciertos de mi gusto en la sala, y a poder ver pasar por aquí a bandas de primer nivel.

Y, por supuesto, también a ver crecer a bandas extremeñas, y que puedan empezar a formar parte de festivales y salas a nivel estatal, y llevar la música extremeña más allá de nuestras fronteras, porque hay muchos proyectos que merecen la pena y muchas veces no salen adelante por falta de medios y de apoyos.

¿Con quién cuentas para poder programar un centro cultural como Espacio Utopía y también organizar el Bellota Rock?

Samu Bellota: Pues a la hora de programar, principalmente cuento con la ayuda de mi hermano pequeño, Borja, que desde bien pequeño ha crecido en festivales entre punkis y belloteros, y ahora es el presidente de la asociación, así como con David, mi hermano mayor, y el consejo de sabios de la asociación Bellota Rock.

Pero también es de vital importancia la ayuda de mis padres, pues sin su apoyo a la causa ni el Bellota ni Espacio Utopía serían lo que son, ya que desde el principio están al pie del cañón para ayudarnos en todo lo relativo al Bellota (venta de entradas, papeletas, búsqueda de patrocinadores…), y realmente son quienes han ayudado a financiar el proyecto de Espacio Utopía.

Por otra parte, son de vital importancia Alfredo y Andrés, técnicos de la sala y grandísimos profesionales, quienes me han aconsejado a la hora de invertir en equipo de sonido y luces, y quienes, evento tras evento, están dispuestos a encargarse de sonorizar las actuaciones en Espacio Utopía: para mí son imprescindibles. Y, cómo no, en los eventos belloteros siempre tenemos a las y los ‘bellotaris’ preparados para ponerse a currar allá donde haga falta con tal de que el evento salga como tiene que salir.

¿Todo desde la autogestión o contáis con algún tipo de ayuda por parte de la administración?

Samu Bellota: Ni en Espacio Utopía ni en los eventos de la asociación Bellota Rock contamos con ayuda pecuniaria de la administración, con lo que todo el peso –económico en este caso- de los eventos recae sobre nosotros. Por eso, siempre buscamos fórmulas para financiarnos como merchandising, sorteos, cuotas… y con eso vamos tirando, e incluso creciendo. Además, obviamente, de la recaudación de entradas y barra.

Ciertamente no vendría mal ayuda, sobre todo para poder trabajar con más facilidad, aunque tampoco rogamos nada a nadie, la verdad. Pero resulta injusto cuando ves macro-festivales como el anteriormente mencionado, u otro tipo de eventos que se llevan una gran cantidad de dinero público, que al final sale de los bolsillos de los contribuyentes, e iniciativas como las nuestras, que nacen desde abajo, viven constantemente tambaleándose en el limbo por falta de ayudas y de apoyo, y sólo sobreviven gracias al ímpetu y al trabajo de quienes estamos al frente, quienes echamos una cantidad incontable de horas para organizar conciertos y festivales a lo largo de todo el año.

Espacio Utopía, La Abadía, Bellota Rock, ¿qué os diferencia del resto de festivales y espacios culturales? ¿Por qué todo el mundo quiere volver y repetir?

Samu Bellota: Pues la principal diferencia es que, como hemos recorrido festivales toda la vida, los organizamos tal y como serían los eventos ideales en nuestra mente, o lo más parecido posible. No nos centramos en el lucro o en buscar el negocio, con lo que tenemos precios populares en barra, tratamos a trabajadores y artistas con todo el cariño del mundo, y a cada asistente como un amigo más (a esto ayuda muchísimo el núcleo de belloteros que siempre está, y son gente increíble). 

Y bueno, siempre ponemos a disposición de quien nos visita zona de acampada tanto al aire libre como cubierta, lo cual mengua la preocupación del regreso para quien tiene que desplazarse y quiere disfrutar de la noche sin limitarse.

Y algo importantísimo también es la iniciativa que hemos desarrollado con el colectivo Valdencín Punk Oi!, mediante la cual aprovechamos cada uno de los eventos punk-reivindicativos incluyendo en cada jornada actividades solidarias como comidas populares, rifas y sorteos para destinar a distintas causas, así como charlas, debates, presentaciones de libros y fanzines…

Somos consecuentes con las ideas que reflejan las letras de las bandas que pisan nuestros escenarios, y por ello luchamos para que no se quede ahí, sino que se traduzca en solidaridad, cultura, reivindicación, convivencia, apoyo mutuo… Con esto, hemos donado en dos años más de 2000€. Si cada banda punk destinara un € de las entradas de sus conciertos a ciertas causas comprometidas, seguro que cambiarían muchas cosas.

Muchas gracias por tu trabajo, por tu implicación cultural y musical. Mucha suerte y nos vemos pronto en los escenarios.

Samu Bellota: Muchísimas gracias a ustedes por darme la oportunidad de expresarme en vuestra revista, y también por la encomiable labor que hacéis. Nos vemos en Espacio Utopía, en el Bellota, y en el resto de festivales hermanos. 

Más información sobre Samu Bellota en los siguientes enlaces:
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