Antes del concierto la verdad es que podría decir que Low Gravity no solemos hacer ningún ritual característico pero en realidad siempre hacemos lo mismo.
Días antes del concierto Low Gravity siempre repasamos el setlist para ver qué cambios podemos hacer para sorprender: cambiar el orden, empezar o terminar con una canción en concreto, etc.
Siempre solemos hacer un par de ensayos extra para pulir las canciones, a pesar de que nos las sabemos de memoria, pero siempre nos queda esa pequeña cosa por dentro que nos obliga a intentar dar lo mejor de nosotros.
Cuando Low Gravity tocamos fuera, la rutina siempre es la misma: llenamos el coche con una precisión digna de jugador de tetris profesional, y nos metemos en carretera sin faltar un disco con nuestros grupos favoritos como Born of Osiris, Within the ruins o Thy art is murder, sin faltar los sacos de dormir, que ya nos han salvado alguna que otra vez.
Cuando tocamos en casa, la cosa cambia, ya que siempre intentamos mostrar algo distinto y plantear el concierto más como una fiesta que como una actuación en sí.
Hacemos una “intro” diferente cada vez, intentando mostrar el ánimo o la fuerza que queremos transmitir con los temas que le seguirán.
La verdad que en Badajoz siempre hemos tenido la suerte de contar con mucho apoyo, lo que hace que tengamos más presión, si cabe, por superarnos.
A la hora de la verdad, momentos antes de subirnos a tocar, no hacemos nada diferente al resto de bandas.
Calentamos un poco, afinamos los instrumentos, ropa cómoda para poder movernos, y a dar todo lo que tenemos.
A partir de ahí puede pasar de todo, pero lo que tenemos siempre presente es intentar que hasta la última persona de la sala se vuelva a su casa con ganas de repetir.
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