La voz de Joan Baez –clara aunque rotunda, brillante en cualquier registro, rematada en ocasiones por un extraordinario vibrato– lleva acompañándonos tanto tiempo que ya la hemos integrado en nuestro disco duro emocional.
Y lo hemos hecho de manera natural, con todo el deleite y sin ningún esfuerzo. El domingo 28 de julio tocará en Universal Music Festival 2019, protagonizando una fecha imperdible para cualquier aficionado a la música. Baez se está despidiendo de los escenarios con la gira “Fare Thee Well Tour”, así que no cabe excusa alguna para perderse tan señalada cita.
La venerable cantante neoyorquina, de 78 años, empezó a actuar en los clubes de la efervescente escena folk de Boston siendo todavía adolescente, bajo el influjo de maestros como Odetta y Pete Seeger. La potencia de su personalidad artística le permitió descollar de inmediato.
Con apenas veinte años era referente de la canción popular norteamericana y había grabado tres álbumes canónicos centrados en el repertorio tradicional anglosajón, de acusada proyección sociopolítica.
Su inquebrantable compromiso antibelicista, su apoyo en la lucha por los derechos civiles y su continua adhesión a la defensa de los más desfavorecidos la han convertido en figura prominente de la cultura occidental de las últimas seis décadas. Y al revisar su discografía, sigue asombrando el tino con que escoge las canciones, la voluntad para avanzar como intérprete y la habilidad para expresarse en términos contemporáneos sin renunciar a la condición de clásica que la avala desde aquellos primeros trabajos de los años sesenta.
Siempre abierta de miras, siempre extraordinaria frente al micro, la norteamericana ha llevado a su territorio expresivo partituras de toda condición –country, canción latinoamericana, góspel, pop– y procedencia –Irlanda, Chile, Jamaica, Brasil, México, Inglaterra, Cuba–, ensanchando el repertorio más allá de la austeridad instrumental del folk.
Últimamente ha renovado de forma brillante el cancionero, pasando por su particular filtro composiciones de Tom Waits, Anohni, Steve Earle o Josh Ritter. Estas sonarán el próximo mes de julio en el Teatro Real de Madrid, pero también todas aquellas –originales de compañeros de viaje como Bob Dylan, Phil Ochs, The Beatles o Simon & Garfunkel– que han configurado un rol esencial que nadie se atreve a discutir.
Joan Baez, modelo imperecedero, se despide del público madrileño con honores y en un contexto inmejorable. Justo lo que merece.
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