Zan Hoffman es un “crooner” experimental con un estilo y una puesta en escena muy particular e ingeniosa. Pero no adelantemos detalles de la historia que os vengo a contar hoy. Empecemos desde el principio…
Como estoy de forma periódica buceando por internet, de vez en cuando me encuentro con sorpresas inesperadas. El otro día me encontré un mensaje de un tal Sam (en FB Öjk Wha Hufuz) que escribía desde las Islas Seychelles y que estaba interesado en las voces que aparecen en la tercera pista del disco “Degeneración Progresiva”, del que ya hablé en otra ocasión:
Me dijo que tiene una netlabel interesada en difundir música experimental que se hace en todas las partes del mundo y me pidió que le cediera esa pieza para ponerla en una compilación llamada “Spoken Word Powetry xperimental vocalism Vol I”.
Por supuesto accedí con mucho gusto e ilusión. Ahí aparecemos artistas experimentales de un montón de partes del mundo (Sudáfrica, Rusia, Polonia, España, Vietnam, Costa Rica…).
Zan Hoffman y Arín Dodó
Cómo decía al principio de este artículo, Zan Hoffman es un “crooner” experimental con un estilo y una puesta en escena muy particular e ingeniosa.
Animo desde aquí a que exploren la obra de estos artistas, muy interesantes y muy distintos entre sí. Con unos enfoques muy opuestos, pero complementarios, que completan, o completamos, entre todos nosotros el amplio espectro que abarca la música experimental y la improvisación libre; géneros que poco a poco van encontrando su sitio por méritos propios, en un panorama musical, que en mi opinión en muchos aspectos está ya caduco.
Creo que los géneros musicales de los que hablo continuamente son las músicas del siglo XXI, porque géneros como el Rock, el Blues, etc…aunque los amo, me he criado con ellos y forman parte de mí, ya no me dicen nada, ya han dado todo lo que podían dar; y yo como músico (no quiero decir que todos los músicos deban hacerlo, eso depende de las inquietudes de cada uno) me veo en la obligación de meterme en caminos inexplorados, o al menos poco transitados, para encontrar otras formas de expresión y otras formas plantarme ante la realidad.
Es menos cómodo, pero lo veo más motivante y satisfactorio.
Jejeje bueno, después de este sermón tan “moralista” y “pretencioso” voy a cerrar la boca y voy a limitarme a recomendar otro de los medios difusores de estas formas de expresión.
El programa “El Ruido es el mensaje”, del amigo Franco Falistoco Araya, desde Argentina. Programa muy interesante, que tiene un apartado llamado ESCUCHAS donde esta vez le toca a Morton Subotnik, y después va una entrevista a Arín Dodó con su “Blefaritis aguda del Cíclope Andrés”.
Atentamente, J.G. Entonado & Arín Dodó
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