Desde México llega a las páginas de LaCarne Magazine Lui, este músico que se desempeña en varios instrumentos. Su interés por la música comenzó a muy temprana edad, aprendió a tocar la guitarra, el bajo y la batería, y fue este último lo que decidió como principal instrumento.
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Lui, de batería en Aryem a cantante solista
Saludos, Lui. Te conocemos como baterista de la banda Aryem, pero hace poco has decidido comenzar tu propio proyecto solista. Cuéntanos sobre este paso de crear el proyecto Lui.
Lui: En realidad este es un proyecto que estaba en pañales por allá en 2017. De hecho, empecé a grabar una promo versión del disco, pero algo en el proceso ya no me empezó a gustar, y sentía que, a pesar de tener 10 canciones completas, el material aún no había madurado lo suficiente. Entonces decidí ponerlo en la congeladora por tiempo indefinido. No fue sino hasta mediados de 2021 que tuve la oportunidad de retomarlo, ya con otras experiencias personales encima, y fue hasta natural el poder terminarlo.
Algunas canciones que estaban planeadas originalmente ya no vieron la luz, y otras pocas fueron hechas o terminadas justo antes de empezar la grabación. En esencia, me faltaba experimentar un poco más de la vida misma, y esto me ayudó a redondear y aterrizar completamente el concepto sobre el que gira el disco.
También surge como la necesidad de sacar y procesar emociones que fui acumulando a lo largo de ese tiempo, y el proceso de grabación y producción fue catártico para mí porque justamente pude dejar atrás muchas cosas. Para mí, la música es el vehículo de comunicación por excelencia, y este proyecto intenta resonar con todas aquellas emociones que nos cargan, y de las que difícilmente podemos hablar libremente por temor a sentirnos juzgados o impotentes.
¿En qué catálogo podemos encasillar tu proyecto? ¿Qué estilo se acerca más a tu música? Y es que hay una amalgama de tendencias musicales como rock, el metal progresivo…
Lui: No puedo negar la cruz de mi parroquia. Aunque en Aryem estamos totalmente volcados al metal sinfónico, en realidad mis raíces en la música están en el rock progresivo, tanto clásico como moderno. La primera banda que escuché en mi vida (de hecho, estaba aún en el vientre de mi madre) fue Rush, el disco Moving Pictures específicamente. Entonces, desde muy temprano fui expuesto a ese sonido, y ahora, bandas como Haken, Porcupine Tree, Dream Theater, Neal Morse (aparte de Rush, por supuesto) son mi eje musical.
Sin embargo, dado que también soy ingeniero y productor musical, es parte de mi trabajo escuchar literalmente de todo. Entonces, más allá de mis preferencias, mis oídos se han encargado de amalgamar una mezcla de todo lo que me gusta, y quizá un poco de lo que no me gusta tanto. En este disco, si bien no me quise encasillar en un subgénero en particular, sí puedo decir sin equivocarme que el disco pertenece al rock.
¿Has estudiado en alguna academia de música? He sabido que tocas varios instrumentos, pero te has dedicado más a la batería. ¿Por qué la batería?
Lui: Aunque no lo crean, el primer instrumento que toqué en mi vida no fue la batería, sino un piano de juguete. De hecho, creían que iba a ser tecladista, pero el momento clave fue cuando tenía alrededor de 5 años, y me tocó ver cómo desarmaban y guardaban una batería en una Iglesia a la que asistíamos. Desde ahí se despertó mi curiosidad por saber qué era ese conjunto de tambores y fierros extraños, y el resto es historia.
Cuando cumplí 9, entré a la Academia de Música Yamaha, en Cuernavaca, donde tengo que agradecer mucho a mi maestro, Abundio López. Él siempre me ayudó a empujar mis límites, y a ser disciplinado y comprometido con el instrumento. Terminé todos los grados disponibles en México en ese entonces, y de ahí seguí aprendiendo por mi mismo.
Por ese tiempo (alrededor de 2009), cuando grabé mi primer disco como baterista a los 13 años con una de mis bandas (Metanoia), fue que también descubrí mi pasión por la producción y la ingeniería en audio, aunque no fue sino hasta 2012 que lo empecé a tomar un poco más en serio. Por ese año también empecé a aprender a tocar la guitarra, aunque sin ir a alguna escuela. Lo que sabía lo aprendí de mi papá, que es el guitarrista de Metanoia precisamente.
Con el tiempo, una curiosidad llevó a otra, y terminé también aprendiendo a tocar el bajo, aprendí canto, y recientemente pude también aprender piano. Claro que la batería siempre será mi instrumento principal, porque de alguna manera es el instrumento con el que mejor conecto, además de que quedé hipnotizado desde niño por ella. Actualmente estoy estudiando la licenciatura en Audio y Producción Musical en la Universidad Tito Puente, y estoy muy contento.
Además, en mi caso particular, los estudios formales casi siempre han ido después de un buen tiempo de ser autodidacta, incluso el estudio de grabación lo inauguramos en 2014. El mejor maestro es la experiencia; sin embargo, siempre es bueno darles forma a tus conocimientos a través de una carrera formal.
Según he leído, ganaste un concurso con el que participaste en un DVD. Coméntanos sobre esto.
Lui: Esto fue por allá en 2011. Todo empezó en diciembre de 2010 con un anuncio en la página oficial de DW Drums, en la que se invitaba a los bateristas de todo el mundo a participar en el concurso para grabar junto con John Wackerman en su DVD Drum Duets Vol. 2. Si no mal recuerdo, fueron dos fases de competencia. La primera fue por votación del público, y solo pasamos once. En primera instancia, eso mismo parecía un logro, ya que, por el nivel de los demás bateristas, parecía casi imposible llegar más lejos. El ganador fue elegido en una transmisión en vivo, que por supuesto estábamos viendo.
Los jueces (entre ellos Gene Hoglan, Marco Minnemann, y el mismo Don Lombardi) fueron muy duros, pero objetivos, con todos los concursantes. Cuando llegó el momento, marcaron el número telefónico del ganador (habían pedido mis datos por correo electrónico) y sonó el teléfono. Resulté ser ganador, y estaba como venado lampareado por la impresión. Viajamos a Oxnard, California, un 15 de mayo de 2015, en donde pude conocer la fábrica de DW Drums, así como el estudio de Drum Channel. Fue una gran experiencia, porque también nos dieron un tour por todo el complejo, y me la pasé disfrutando el momento, y por supuesto, esa grabación.
Recientemente has lanzado el disco Imaginario. ¿Qué encontramos en este disco? ¿Qué sonido buscas consolidar en esta producción?
Lui: Este disco en realidad es muy oscuro. Como mencioné antes, aunque pretende ser un poco conceptual, no es más que experiencias de vida conectadas entre sí. Experiencias oscuras. Sin embargo, Imaginario pretende ser la primera parte de dos, en la que, el siguiente, será la luz. De hecho, ya hay varias canciones compuestas para el siguiente disco, aunque no he encontrado el tiempo para poder sentarme a pre producirlo.
Sin embargo, el sonido de Imaginario es un sonido duro, seco, incluso hasta un poco crudo, intentando reflejar la naturaleza de todas esas emociones y experiencias. Narra la historia de un personaje que, no estando contento con la realidad, decide inventar su propio mundo imaginario. Pero se da cuenta de que este mundo de fantasía no es más que un disfraz, y cuando quiere volver a la realidad es demasiado tarde, y nuestro personaje se empieza a quebrar por dentro y por fuera.
En cuanto al aspecto audiovisual, ¿cuentas con videoclips? Ya sabes que los vídeos ayudan mucho a difundir la música de las bandas.
Lui: Por ahora solo hay un videoclip, el del primer sencillo que le da título al disco. De hecho, Diego, bajista y compositor de Aryem, me ayudó a grabarlo y producirlo. Fue una buena experiencia porque nos obligó a salirnos de lo convencional. Si quieren verlo, lo pueden encontrar aquí en esta liga de YouTube. Quizá en un momento no muy lejano haga uno o dos videoclips más. Veremos qué sucede.
Bueno, sería genial que comentaras sobre la banda Aryem. ¿En qué se encuentran actualmente trabajando?
Lui: En realidad no puedo decir mucho en este momento. Pero llevamos poco más de dos meses encerrados haciendo las cosas que los músicos hacen. Ustedes saquen sus conclusiones (inserte risa malévola). Ya en serio, tenemos dos presentaciones en puerta, el 27 de septiembre en El Salvador, junto a Therion otra vez, y el 28 de septiembre aquí en Ciudad de México, en La Piedad Live Music. Solo les puedo decir que tenemos algunas sorpresas preparadas, pero probablemente sepan de eso hasta el próximo año.
Con una extensa carrera musical, ¿cómo se siente Luis Echegollen luego de tanto tiempo de trabajo musical?
Lui: Jejeje. Pues no estoy seguro si es una carrera extensa, pero honestamente siento que apenas voy empezando. La realidad es que, a pesar de los años que llevo en la música, simplemente no me es posible dedicarme a tiempo completo, y mucho menos vivir de esto. Aunque es la idea, siempre he sido de los que piensan que es mejor tener los pies en la tierra y la cabeza en el cielo.
Uno nunca sabe cómo pueden cambiar las cosas, ya sea para bien o para mal. También siento que realmente hay tiempo para todo, y no es un tiempo definido, afortunadamente, puedo concentrarme en varias cosas, y estar jalando hilos de aquí y de allá. En cuanto a la música, me siento afortunado de estar en esta época que, aunque es difícil abrirse camino, hay un público para todo, solo hay que salir a buscarlo.
¿Te sientes realizado? ¿Has conseguido todos tus propósitos o aún sientes que falta algo más por lograr?
Lui: Creo que en el fondo siempre habrá algo más por hacer, o algo más que aprender. A mí me gusta siempre estar explorando y aprendiendo, y, como dije antes, siento que en realidad voy empezando, así que considero que estoy lejos de donde quiero estar en ese aspecto. Sin embargo, tampoco es que quiera ir por el todo o nada.
Sí quiero comerme al mundo, pero poco a poco para no atragantarme. Además, estoy en una etapa de mi vida en la que quiero consolidar cosas, y creo que es un buen tiempo para que justamente mi carrera en la música empiece a despuntar. He sido muy feliz viajando por algunos estados de la república mexicana, y a unos cuantos países en el extranjero, y por supuesto que quiero más de eso, pero hay que ver qué es lo que dice el tiempo al respecto.
Bien, Lui, ha sido un gran placer hablar contigo. Gracias por tus respuestas y desearte todo lo mejor con este nuevo proyecto, y si quieres añadir algo, pues adelante.
Lui: ¡Muchas gracias por la invitación! Y gracias a todos ustedes que han llegado hasta aquí leyendo. Y pues, solo para decirles que hay Lui para rato en sus diversas presentaciones, tanto como solista, como baterista de Aryem, o como baterista de Metanoia, así que ¡nos vemos pronto!
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