La Bien Querida traía por fin sus melodías a Extremadura, y nuestro amigo Carlos Ortiz, de Backstageon, nos avisó para que nos pasáramos a comprobar todo lo bueno que decían de ellos. Decidimos hacerlo en su actuación en la sala 2 del Gran Teatro de Cáceres (parece que ya se está convirtiendo en sala referente en Cáceres, y no paramos de asistir aquí a buenos y potentes conciertos… que dure mucho!).
Que hubiera gente haciendo cola para entrar ya era una buena señal, y pudimos comprobar, una vez que subimos las escaleras que nos llevaban a la sala donde se celebraba el concierto de La Bien Querida, que ya estaba a reventar. Cada vez me sorprendo más con el público cacereño, porque yo sabía que había audiencia de pop y de indie pero allí había congregados muchos y diversos estilos urbanos, edades y estilos musicales. Siempre es de admirar que un artista reúna así a unos feligreses tan distintos, y con unas ganas increíbles de disfrutar de su música.
En esta ocasión venían en formato acústico, y pensé que quizás no vería todo lo que había escuchado anteriormente de ellos…, pero me equivoqué, por suerte para mis oídos.
Suave, dulce, íntimo… podría tirarme un buen rato diciendo adjetivos del comienzo del concierto de La Bien Querida. Que la gente estuviera receptiva desde el minuto uno, y que estuvieran deseando este momento, ayudó a que los que estábamos dudosos de lo que nos encontraríamos comenzáramos a movernos siguiendo el ritmo de sus temas.
Ana Fernández-Villaverde estaba imponente en el escenario, y pudimos comprobar que disfrutó del calor del público cacereño. Aunque algunos pensarán que es una tontería, y seguramente lo será, nos gustó mucho ver que aún quedan artistas que cierran los ojos mientras cantan sus temas, manifestando públicamente que los sentimientos están a flor de piel… aunque podría ser por muchos motivos inherentes a la personalidad de cada músico… quién sabe.
Nos fuimos satisfechos de lo que vimos y escuchamos, y anotamos a La Bien Querida como un artista que no podremos perdernos si tenemos la ocasión de volver a verla en directo.
Agradecimientos: La Bien Querida, Carlos Ortíz (Backstageon) y Gran Teatro.